¿Cómo presentar el éxito
ANTE LOS ESTUDIANTES?

Gabriela Oseguera Altamirano[*]



Éxito es una palabra que está en boca de todos –todos aspiramos a ser exitosos–, aunque, en ocasiones, no tengamos una definición clara sobre lo que ello representa para nosotros. Es un común denominador que entre padres y maestros, las calificaciones sean el principal parámetro para medir el éxito de los estudiantes, pero una calificación no es más que un número otorgado por una persona que hace el juicio de otra bajo sus propios estándares y requisitos, lo que puede significar que la nota otorgada no evalúe de la misma manera ni de forma objetiva el desempeño de cada estudiante. Una calificación no muestra el trasfondo de lo que se realizó para su obtención y tampoco es un parámetro para medir otros aspectos importantes de la vida, tales como la existencia y desarrollo de las habilidades blandas y el valor que el estudiante se otorga a sí mismo con base en el cumplimiento y reconocimiento de sus metas y logros.




c Entonces, ¿qué es el éxito?

Cada quien puede tener una definición diferente para el éxito pero, según la Real Academia Española, este vocablo tiene tres acepciones: el resultado feliz de un negocio, actuación o algo similar; la buena aceptación que tiene algo o alguien; y el fin o terminación de un negocio o asunto (RAE, 2021). Igualmente, Pérez y Gardey (2012) definen el éxito como una situación en la que una persona sobresale ante la competencia o sale “de la oscuridad del anonimato”, haciendo referencia a que la persona es notada y reconocida por algo que ha hecho y, por lo tanto, ya se conoce su nombre. Como resulta evidente, estas definiciones son un tanto distintas entre sí: en la primera y la tercera se hace énfasis en la obtención de resultados satisfactorios tras alguna realización, mientras que, tanto en la segunda de la RAE como en la de Pérez y Gardey, el enfoque resalta que la persona es reconocida por quienes la rodean. Ralph Waldo Emerson, escritor, filósofo y poeta, define en un poema su propia noción de éxito:



El poema de Emerson (citado en Moll, 2016) refleja que la palabra éxito puede tener muchos significados y que, para el escritor, su importancia no recae en aspectos materiales, sino en la relación de la persona consigo misma y con quienes la rodean.

Habiendo establecido la existencia de una multiplicidad de significados para esta palabra, hablemos ahora sobre cómo los padres y maestros transmiten a los estudiantes sus ideas al respecto. En ocasiones, para las personas adultas, el éxito de los menores se mide en relación con las calificaciones o reconocimientos que obtienen; así, por ejemplo, una alta calificación simboliza mayor éxito, o la obtención de un trofeo representa que son exitosos. Si bien ambas son maneras de identificar que un alumno pueda tener mayor habilidad que otro en la realización de ciertas actividades, esto no significa que tenga mayor éxito que los demás, ya que el reconocimiento otorgado (calificación o trofeo en este ejemplo) se concede a quien provee un resultado final que, frente a los ojos de los demás, muestra que es mejor que la competencia.

c ¿Las calificaciones verdaderamente representan el éxito?

Dar una calificación significa “evaluar y puntuar las cualidades o capacidades de un objeto o individuo, realizar un juicio de valor o establecer el nivel de suficiencia de los saberes [de los alumnos]” (Pérez y Merino, 2012). Esta definición dan lugar a plantear ciertas preguntas: ¿Quién cuenta con las capacidades necesarias para hacer dichas evaluaciones?, ¿con base en qué juicios las hace/hará?, ¿entonces cada calificador lo hace juzgando de diferente manera?, ¿cómo se determina que el nivel de conocimiento ya sea “suficiente”?, ¿qué representa la calificación que se ve?

Estas interrogantes conducen a pensar que una calificación no evidencia realmente el trasfondo de lo que ocurrió antes de su obtención; es decir, por lo general no representa en su totalidad el trabajo que hay detrás del número, no muestra el tiempo que cada estudiante dedicó a sus trabajos y tareas, no plasma los niveles de frustración que vivió para cumplirlas y tampoco deja ver el esfuerzo que le supuso obtener la calificación. Por ejemplo: si un estudiante saca 10 en un examen, docentes, padres y compañeros únicamente ven el número, pero es posible que esa calificación la haya obtenido copiando o habiéndose aprendido todo de memoria, y también puede ser que realmente se haya esforzado en tener una profunda comprensión del tema y esto haya rendido frutos, llevándolo a completar la prueba sin errores.


Una calificación no evidencia realmente el trasfondo de lo que ocurrió antes de su obtención;
es decir, por lo general no representa en su totalidad el trabajo que hay detrás del número


El Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) dice que, aparte de que las calificaciones son fuente
de ansiedad y orgullo entre los estudiantes, también son una forma
con la que la sociedad puede distinguir a los buenos alumnos (OCDE,
2013). Es relevante notar cómo en esta definición se comenta que las
calificaciones pueden ser fuente de ansiedad en estudiantes, porque en
diversas ocasiones, se ve como si fuera una competencia en la que
“[c]onseguir la nota más alta para ser el mejor parece ser el objetivo de
muchos alumnos. Y si no es su objetivo principal, es el de sus padres”
(Carballeira, 2019). Tristemente, en muchas ocasiones los estudiantes
están más enfocados en entregar tareas y trabajos para obtener buenas calificaciones, que en aprender, y esto se debe a que, como se comentó
previamente, buscan cumplir con lo que piensan que se espera de ellos,
para ser percibidos como alumnos exitosos.

Se recomienda celebrar los logros de cada estudiante, sin importar
lo pequeños que parezcan

Estas situaciones colocan a los alumnos en una posición en la que comienzan a medir su valor con base en sucesos o aspectos que en realidad no fomentan de la mejor manera el aprecio por sí mismos. Para evitar que se presenten este tipo de escenarios, se recomienda celebrar los logros de cada estudiante, sin importar lo pequeños que parezcan, de modo que se sientan reafirmados y confíen en sí mismos sin que una calificación sea su única manera de medir su progreso.

c Desarrollo de habilidades blandas

“Las calificaciones académicas pocas veces evalúan cualidades como la creatividad, el liderazgo y la capacidad de trabajar en equipo, o la inteligencia social, emocional y política”, afirma Elena Carballeira (2019), de la Aucal Business School. Estas cualidades son conocidas como habilidades blandas y son características propias de cada alumno que le permiten diferenciarse de quienes lo rodean, ya que no es algo que pueda aprender de un libro, sino que son habilidades que se forman con base en experiencias de vida. Por ello es relevante motivar a cada alumno a realizar actividades extracurriculares, que le permitan explorar las diferentes áreas en las que puede ampliar el desarrollo de estas cualidades, encontrar cosas que le guste hacer, y dejar de medir el éxito sólo en términos académicos.



Es necesario tomar en cuenta los gustos de niñas, niños y adolescentes, ya que no se busca que perciban su actividad extraescolar como un deber desagradable, sino como un espacio donde se puedan sentir relajados, plenos y con la libertad de cometer errores sin la presión de una calificación. Esto dará pie al aprendizaje empírico en el que explotarán su ingenio y descubrirán las consecuencias de sus acciones por sí mismos.

Como sostiene la maestra en Psicopedagogía de la Infancia y en Asesoramiento Educativo Familiar Judith Romero, es muy importante fomentar este tipo de actividades, para potenciar las habilidades blandas y que los niños desarrollen su creatividad, su capacidad de escuchar y de resolver problemas (Romero, s. f.). Para contribuir al desarrollo de estas cualidades en los estudiantes, los docentes pueden organizar dinámicas y juegos en los que no haya un ganador ni una evaluación, sino que cada alumno logre identificar los frutos de su esfuerzo y celebre el cumplimiento de sus tareas sin que haya puntos de comparación con los resultados de los demás. Un ejemplo de estas actividades podría ser que los alumnos escriban un cuento que sientan que los represente o que hagan una presentación ante sus compañeros sobre algún tema que les apasione o interese. Así, además de aportar al progreso de las habilidades blandas de todos, esto servirá para que sientan la satisfacción de los resultados de su trabajo y mejoren su relación consigo mismos, ya que su éxito no será medido bajo ningún estándar preestablecido, sino bajo sus propios criterios.

c Conclusión

Habiendo presentado algunas de las distintas definiciones que existen para la palabra éxito, se puede concluir que se trata de un asunto muy subjetivo, ya que cada quien lo reconoce y define mediante sus propios criterios y vivencias personales. Aunque las calificaciones sean el método más utilizado para evaluar a los estudiantes, es de suma importancia que se les muestre que el número no es lo más relevante, que las calificaciones no son el único parámetro con el que se mide su valor y que tampoco deben compararse con los demás, sino celebrar sus propios logros y festejar el cumplimiento de sus metas; también se ha de subrayar que es más importante comprender el tema, que obtener una nota muy alta sin saber de qué se trata la clase.

Para que los estudiantes tengan las herramientas con las cuales ir generando su propia definición de éxito, necesitan conocer más sobre sí mismos y darse cuenta de las actividades que se les facilitan y que contribuyen al desarrollo de sus habilidades blandas.

c Referencias

CARBALLEIRA, Elena (2019). Obsesión por las notas: origen de frustraciones e impedimento para el verdadero aprendizaje, 27 de junio. https://www.aucal.edu/blog/servicios-sociales-comunidad/obsesion-por-las-notas-origen-de-frustraciones-e-impedimento-para-el-verdadero-aprendizaje/ Ir al sitio

MOLL, Santiago (2016). Así enseño a mis alumnos el significado de la palabra ÉXITO. https://justificaturespuesta.com/enseno-alumnos-significado-exito/#more-12434 Ir al sitio

PÉREZ, Julián; y Ana Gardey (2012). Definición de éxito. https://definicion.de/exito/ Ir al sitio

PÉREZ, Julián; y María Merino (2012). Definición de calificación. https://definicion.de/calificacion/ Ir al sitio

OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (2013). PISA in Focus 26. Las expectativas de calificaciones. https://www.oecd.org/pisa/pisaproducts/pisainfocus/PISA-in-Focus-26-esp.pdf Ir al sitio

RAE, Real Academia Española (s. f.). Éxito. Diccionario de la Lengua Española. https://dle.rae.es/éxito Ir al sitio

ROMERO, Judith (s. f.). La relevancia de enseñar habilidades blandas a los niños como parte de su desarrollo. https://facultades.usil.edu.pe/educacion/la-relevancia-de-ensenar-habilidades-blandas-a-los-ninos-como-parte-de-su-desarrollo/ Ir al sitio

Notas

* Licenciada en Psicología con maestría en Terapia Familiar y especialidad en Psicología Clínica.

c Créditos fotográficos

- Imagen inicial: Shutterstock

- Foto 1: agn.gt

- Foto 2: www.facebook.com/exeguatemala/photos

CORREO del MAESTRO • núm. 311 • Abril 2022