La fotografía EN EL CINE

Sergio Bañuelos Reyes[*]




Sin lugar a duda, la fotografía es la predecesora del cine; sus imágenes fijas fueron puestas en movimiento, como segmentos de una historia que en cada fotograma transmite una emoción. Esta forma de arte cambia la opinión del espectador acerca de los aspectos de la vida más inesperados, puesto que las fotografías siguen ahí presentes, en las imágenes que se mueven y acompañan al sueño del cine, para mostrar mundos maravillosos o épicas tragedias. Todo precedido por las imágenes fijas que sirven como pilares para construir ese increíble universo en constante movimiento.



c Dirección de fotografía de cine

El trabajo de dirección de fotografía se encuentra estrechamente ligado al de dirección de cine: entre los dos crean el ambiente predominante en la pantalla. Pero es el fotógrafo de cine quien se encarga de la iluminación a cuadro, de dotar de la estética deseada cada escena; mantiene la calidad en las imágenes y estudia la iluminación en las locaciones, propone los encuadres y composiciones necesarios para transmitir emociones, y también sugiere las texturas requeridas para sensibilizar al espectador. En palabras de Néstor Almendros, al director de fotografía le toca “decidir la elección de objetivos, la naturaleza del encuadre, los movimientos de cámara, la coreografía de los actores y, por supuesto, la iluminación, la atmósfera visual de cada escena, la selección de los colores y las formas de los decorados y el vestuario” (1996: 19).

c Gabriel Figueroa

Estoy seguro de que si algún mérito tengo, es
saber servirme de mis ojos, que conducen a las
cámaras en la tarea de aprisionar no sólo los
colores, las luces y las sombras, sino el
movimiento que es la vida.

GABRIEL FIGUEROA


Gabriel Figueroa, 1907-1997

Gabriel Figueroa Mateos (ciudad de México, 1907-1997). Al cumplir veinte años, comienza a trabajar en un estudio fotográfico en la capital del país, donde descubre las técnicas de iluminación: el encuadre y el retoque de las imágenes. Teniendo como referencia la fotografía del cine de Hollywood de esa época, retrata a infinidad de estrellas del cine mexicano y muestra un lenguaje personal en cada toma.

En sus trabajos, Figueroa se basaba en el estilo pictorialista y el uso selectivo de la iluminación denominado retrato, al estilo del pintor Rembrandt. A partir de esta base, con el tiempo va trasladando su trabajo fotográfico al cine. Sus arriesgados acercamientos a los actores y una detallista tarea de balancear el claroscuro se convierten en una particularidad de su estilo.

En 1932, Gabriel Figueroa es contratado como fotógrafo para las películas Revolución - La sombra de Pancho Villa (de Miguel Contreras Torres) y Enemigos (de Chano Urueta). Su trabajo consiste en capturar imágenes fijas para promocionar esas cintas y registrar lo ocurrido detrás de cámaras durante el rodaje. En 1935 la empresa Cinematográfica Latinoamericana le otorga una beca para estudiar en Hollywood. Y es al año siguiente cuando tiene su primera participación como cinefotógrafo en la película Allá en el Rancho Grande (de Fernando de Fuentes), con la que consigue su primer premio: el de mejor fotografía en la Muestra Internacional de Cine de Venecia.

Gabriel Figueroa, fotograma de La perla, 1947

Entre 1934 y 1943 trabaja en más de cuarenta películas, y en 1945 fotografía La perla (de Emilio El Indio Fernández), acreedora de tres premios internacionales de fotografía: uno en la muestra de Venecia en 1948, otro en el Festival de Madrid, y el Globo de Oro por parte de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood.

En 1946 gana el premio a la mejor fotografía del Festival de Cannes por María Candelaria (1943, dirigida por Emilio El Indio Fernández). Además de codirigir el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica de la República Mexicana junto con Mario Moreno Cantinflas y Jorge Negrete, funda la primera Academia de Estudios Cinematográficos y la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de México.

En cuanto a los reconocimientos a su obra, en 1947 el Ateneo Nacional de Ciencias y Artes de México le otorga la medalla de oro. En 1964 es nominado al Óscar por la fotografía de La noche de la iguana, de John Huston. En 1971 recibe el Premio Nacional de Artes y en 1983 realiza su último trabajo en la película titulada Bajo el volcán, también de Huston. En 1987 es distinguido con el Ariel de Oro de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas.

Gabriel Figueroa participó en 235 películas como director o codirector de fotografía, muchas de ellas de la época de oro del cine mexicano. Su extenso trabajo abarca desde largometrajes hasta documentales, cada uno con un manejo de la iluminación único.



Gabriel Figueroa, fotograma de María Candelaria, 1943


Gabriel Figueroa, fotograma de Macario, 1960

c La iluminación crea el ambiente para contar una historia

La historia de la iluminación en el cine está ligada a la de la fotografía, y las dos están sujetas a la tecnología. La primera iluminación utilizada provino del fuego; con él se creaba el ambiente propicio para contar historias y aproximar a los oyentes a un mundo ficticio. La mente asocia a este elemento con la seguridad, el calor y la protección ante la naturaleza.

Este tipo de luz genera un foco visual que impide perder la atención, ya que es brillante e intermitente, y da pie a interiorizar un estado de ánimo más tranquilo. Las técnicas de iluminación utilizadas por los cinefotógrafos están enfocadas en realzar la emotividad de las tomas para comunicar un mensaje o evocar recuerdos. Para ello se emplean los adelantos tecnológicos propios de la época, pero los primeros materiales fotosensibles distaban demasiado de los que se conocen en la actualidad.

En 1827, Nicéphore Niépce realiza la primera fotografía utilizando una cámara oscura y betún de Judea, el cual se expuso a la luz unas catorce horas. En 1839, Louis Daguerre fija la imagen sobre una plancha sensible de cobre (daguerrotipo) luego de treinta minutos de exposición. En 1840, William F. Talbot inventa el calotipo y ya emplea solamente dos minutos. Y en 1851, F. Scott Archer, usando colodión húmedo, hace posible la instantánea, que sólo tarda unos pocos segundos. Entre 1855 y 1868 se experimenta y comercializa el celuloide, y a partir de 1880 se cuenta con un producto mucho más estable que el colodión húmedo: la gelatina-bromuro. Con ello quedaba el camino abierto para la fotografía en movimiento (Sánchez, 1997: 12).

En un comienzo, casi todas las películas eran rodadas en exteriores, y el cine recurría únicamente a la iluminación de la luz del día, hasta que en 1892 Thomas Edison construyó un estudio fotográfico, en el que se podía controlar el adecuado uso de la luz para las filmaciones. En dicho estudio, el tejado y las paredes eran de cristal y se empleaban cortinas para controlar el paso de la luz. Con los avances tecnológicos, las lámparas de iluminación sustituyeron a la luz natural, y las películas cobraron mayor sensibilidad para grabar con poca luz, lo cual proporciona una amplia paleta de posibilidades a los directores de fotografía.


En 1892 Thomas Edison construyó un estudio fotográfico, en el que se podía controlar el adecuado uso de la luz para las filmaciones

c Néstor Almendros

En el arte cinematográfico, la habilidad del director
de fotografía se mide por su capacidad para
aclarar
una imagen […]. Obtener una buena composición
dentro de un encuadre cinematográfico es […]
organizar sus distintos elementos visuales de
manera que el todo sea […] útil a la narración.

NÉSTOR ALMENDROS


Néstor Almendros (Barcelona, 1930 - Nueva York, 1992). Como hijo del notable pedagogo español Herminio Almendros, exiliado a consecuencia de la guerra civil española, Néstor pasa una parte de su infancia en Cuba, hasta la obtención de su licenciatura en Filosofía y Letras. En 1955 comienza su carrera como director de fotografía, y ese mismo año se va a Nueva York a estudiar cine en el New York City College. Tiempo después parte a Roma para integrarse al Centro Sperimentale di Cinematografía. Tras el triunfo de la revolución cubana, participa en diversos documentales para el Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográficos; por ejemplo, graba el documental Gente en la playa en 1961. Al surgir desacuerdos con el gobierno, abandona Cuba al año siguiente para dirigirse a Francia, donde participa en películas como El pequeño salvaje (1969) y La historia de Adèle (1975), ambas dirigidas por François Truffaut, y en las cintas realizadas por Éric Rohmer entre 1966 y 1976, como La coleccionista y Mi noche con Maud, entre otras.


Néstor Almendros, 1930-1992


Al dejar este país, Almendros se traslada a los Estados Unidos, donde colabora en la película Días del cielo, bajo la dirección de Terrence Malick, y por la que obtiene el Óscar a la mejor fotografía en 1978. Participa asimismo en Kramer contra Kramer (1979), trabajo por el que es nominado al Óscar, y luego en Bajo sospecha (1982) y Billy Bathgate (1991), las tres películas dirigidas por Robert Benton. Su trabajo en La decisión de Sophie (1982) también merece una nominación al Óscar.

En 1980 publica su autobiografía: Días de una cámara. Human Rights Watch y la Film Society del Lincoln Center de Nueva York crearon el Nestor Almendros Price, que reconoce el compromiso con los derechos humanos en la realización de una película. El Istituto Cinematografico dell’Aquila y la AIC (asociación italiana de directores de fotografía) crearon el Nestor Almendros Award para directores de fotografía jóvenes.



Néstor Almendros, fotograma de Días del cielo, 1978



Néstor Almendros, fotograma de Kramer contra Kramer, 1979



Néstor Almendros, fotograma de Bajo sospecha, 1982

c El trabajo de fotocineasta

El encuadre es la porción de la realidad seleccionada por el fotógrafo y depende de la sensibilidad que éste posea para colocar en un ángulo propicio la cámara y transmitir una emoción. La variación de ese ángulo afecta la percepción de la realidad. Cada director de fotografía está encargado de la composición de las tomas que se ven a cuadro, utilizando diversos colores y contrastes de luz, así como el movimiento de los actores y la escenografía, los fondos y paisajes para realzar el dramatismo de cada escena.

El director de fotografía es uno de los principales colaboradores del director de la película, y juntos dirigen la estética de la obra. Pero el director de fotografía es responsable de toda la iluminación y también del equipo fotográfico; además, visita las posibles locaciones donde se llevará a cabo el rodaje, realiza un presupuesto de los medios técnicos, controla los ajustes de la cámara en el momento del rodaje, decide los encuadres, coordina el equipo de cámara y luces y, por último, revisa el estado final de la película. En palabras del Sven Nykvist:

…la colaboración es fundamental en un rodaje, con el director, con los actores para que no les moleste el trabajo del iluminador ni les den los focos en los ojos, con los maquilladores, con los escenógrafos y sus intenciones en lo que respecta a la elección del color y disposición de materiales, en dos palabras con todos los engranajes de esa maquinaria de aportaciones laborales que componen una película (1997: 49).

c Sven Nykvist

La técnica ha de ser la servidora de la creatividad;
de lo que se trata es de dirigir la técnica
de manera que el resultado final sea artístico.

SVEN NYKVIST


Sven Nykvist, 1922-2006

Sven Nykvist (Moheda, 1922 - Estocolmo, 2006) tiene su primer contacto con el cine y la fotografía gracias a la influencia de su padre, quien adquiere una cámara de cine manual y arma un improvisado laboratorio de revelado en el baño de la casa. La tía de Sven le regala su primera cámara fotográfica y lo introduce en un laboratorio para que experimente en el revelado de las fotografías. A los quince años le regalan su primera cámara de cine de 8 mm, marca Keystone, y con el tiempo decide estudiar fotografía en la escuela municipal de Estocolmo.

Es hasta 1941 cuando Nykvist tiene la oportunidad de hacer una prueba para uno de los estudios y al pasarla con éxito es contratado por la casa productora Sandrews como ayudante de cámara. En 1945 trabaja como director de fotografía en la película Barnen Fran Frostmofjallet de Rolf Husbert, y en el resto de la década dirige varias películas de bajo presupuesto.

Al principio de los años cincuenta, Nykvist realiza algunos documentales en el Congo, con lo cual se gana el respeto de su familia, que hasta entonces dudaba de su profesión. En 1953 tiene la oportunidad de trabajar con el director sueco Ingmar Bergman en la cinta Noche de circo, y a partir de ese momento se integra al equipo técnico de Bergman. Poco a poco, Nykvist va definiendo una estética que sería identificada en todo el mundo por su realismo y sencillez.

Debido al éxito internacional de las películas del director Ingmar Bergman, Nykvist obtiene el Óscar por la fotografía de Gritos y susurros en 1972, y en 1982, el mismo galardón por Fanny y Alexander, además del premio BAFTA (premio de cine de la Academia Británica de Arte Cinematográfico y Televisión).

Sven Nykvist trabajó a lo largo de su vida con directores de la talla de John Huston, Woody Allen, Louis Malle y Andréi Tarkovski. Entre su filmografía se encuentran Celebrity (1998, Woody Allen), Chaplin (1992, Richard Attenborough), La insoportable levedad del ser (1988, Philip Kaufman), Sacrificio (1986, Andréi Tarkovski), El cartero siempre llama dos veces (1981, Bob Rafelson), De la vida de las marionetas (1980, Ingmar Bergman), El quimérico inquilino (1976, Roman Polanski).



Sven Nykvist, fotograma de Gritos y susurros, 1972



Sven Nykvist, fotograma de Fanny y Alexander, 1982



Sven Nykvist, fotograma de Sacrificio, 1986

c Conclusión

En el cine, la tarea de dirección de fotografía está comprometida con mostrar a cuadro una emoción, una estética personal y un visión única de la vida, utilizando para ello luz, filtros y reflectores a fin de modelar la realidad frente a la cámara y dar lugar a una obra que sólo el arte consigue obtener.

Los directores de fotografía son incansables buscadores de la ambientación perfecta, en su intento de comunicar en cada toma la esencia de las emociones humanas, transmitir mediante vastos paisajes la grandeza de la naturaleza y reflejar en los pequeños interiores la intimidad de los sentimientos humanos. Logran así revelar las emociones guardadas en cada uno de nosotros, usando como medio la fotografía, que trae a la luz los oscuros recuerdos de la infancia o las intensas emociones de la juventud, todo puesto frente al lente de una cámara para ser iluminado con maestría. Gracias a su talento, nos hacen contemplar su obra desde una visión única y personal del arte y de la vida.

c Referencias

ALEMENDROS, N. (1996). Días de una cámara. Barcelona: Seix Barral.

SÁNCHEZ, V. (1997). Historia del cine. Madrid: Alianza Editorial.

NYKVIST, S. (1997). Culto a la luz. Madrid: Ediciones del Imán.

Notas

* Licenciado en Artes Visuales, Orientación Fotografía. Profesor del taller de fotografía en la Universidad de Guadalajara (U. de G).

c Créditos fotográficos

- Imagen inicial: twitter.com/andregrupo

- Foto 1: www.ecured.cu

- Foto 2: literaturacinemusica.blogspot.com

- Foto 3: ivacto.com

- Foto 4: anahuacalli.tumblr.com

- Foto 5: Shutterstock

- Foto 6: bibliotecanestoralmendros.blogspot.com

- Foto 7: www.indiewire.com

- Foto 8: www.filmaffinity.com

- Foto 9: filmovizia.blogspot.com

- Foto 10: www.ingmarbergman.s

- Foto 11: www.imdb.com

- Foto 12: ozu-teapot.tumblr.com

- Foto 13: www.tumbral.com

CORREO del MAESTRO • núm. 288 • mayo 2020