De historiadores, pedagogos Y LIBROS ESCOLARES ![]() Historiadores, pedagogos y libros escolares: su contribución a la educación del mexicano fue concebido con la intención de llegar principalmente a los maestros y maestras de educación básica de nuestro país, que en este momento histórico debaten sobre el sentido de su actividad profesional y social. Estos lectores encontrarán, en la historia de la cultura escrita en México, el germen de una tradición que los maestros decimonónicos y del siglo XX desarrollaron a lo largo de su ejercicio profesional: ser escritores de libros escolares para niños y adolescentes, que contribuyeran a la formación de la identidad de los mexicanos. ▼ De historiadores, pedagogos y libros escolares
Este libro se nutre de diversas tradiciones de investigación: desde la historia de la educación, la pedagogía, la historia y la literatura. Sus colaboradores provienen de diversas instituciones como son la UNAM, la UAEMéx, la Universidad de Colima, la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Toluca, y comparten la pasión por la docencia en los diferentes niveles educativos. La idea sobre este libro nació de la experiencia que se tuvo en seminarios sobre textos escolares, por ejemplo, el taller coordinado por la doctora Luz Elena Galván, que trabajó durante varios años en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) de la ciudad de México, en busca de redes de investigadores en el campo de la historia social y cultural así como de la enseñanza de la historia, alimentada por una nueva generación de investigadores egresados de los programas de especialización y maestría en Enseñanza de las Humanidades, y la apertura en 2009 del seminario Textos Escolares y Educación Histórica en la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Toluca. Esta generación de jóvenes investigadores renueva el acercamiento al contenido y uso de los textos escolares, al estar en el ejercicio docente en escuelas primarias, secundarias y preparatorias. Este libro colectivo analiza las biografías de diez pedagogos, educadores e historiadores, ordenadas bajo un criterio cronológico que recoge sus trayectorias como escritores de libros escolares desde la segunda mitad del siglo XIX hasta finales del siglo XX. Todos ellos son autores especialistas en sus campos científicos, que participaron en los proyectos educativos y en la enseñanza de las disciplinas escolares. Comparten, además, que la producción y divulgación de sus libros escolares tuvieron y tienen una amplia presencia en las aulas mexicanas: Antonio García Cubas, Enrique Laubscher Berr, José Rosas Moreno, Justo Sierra Méndez, Gregorio Torres Quintero, Ezequiel A. Chávez, Luis Chávez Orozco, Josefina Zoraida Vázquez, Enrique Florescano y Pablo Escalante Gonzalbo. Los autores de los trabajos que integran este libro colectivo los elaboraron desde la perspectiva de la historia de la cultura escrita, donde las categorías de autor y obra son los ejes centrales de estudio; sin olvidar el contexto histórico social en el que surgen, metodológicamente hablando, las categorías de redes y de biografía social e intelectual, que son las que ayudaron en los análisis realizados por los autores de este libro. ![]() Antonio García Cubas En este recorrido histórico, María Esther Aguirre Lora, en el capítulo “Formar una nueva sensibilidad en los mexicanos. La apuesta de Antonio García Cubas (1832-1912)”, se propuso hacer una biografía intelectual del autor, reconocido como “el geógrafo del Porfiriato”. La doctora Aguirre aborda sus propias crisis personales, su desempeño en la esfera pública, sus compañeros de estudio y de trabajo, amistades y maestros, así como su vasta producción geográfica que permitió que la imagen de México, especialmente a través de su Atlas metódico para la enseñanza de la geografía de la República Mexicana, circulara de una manera increíble para esos tiempos y que ayudara a la construcción identitaria de los mexicanos. “La actividad profesional de AGC, el geógrafo del Porfiriato, recayó en la exploración del territorio nacional que realizaba con las Comisiones exploradoras y los viajes de estudio que realizaba en el Ministerio de Fomento y a través de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, de lo cual daban cuenta los informes y las obras que publicaba”. En este capítulo se analiza el libro antes mencionado y otros más del mismo autor. Al final se incluye un cuadro con las obras del autor y los datos bibliográficos de cada una. La trascendencia de maestros de otras latitudes es un tema abordado por Irma Leticia Moreno Gutiérrez, quien escribe “Tras las huellas de Enrique Laubscher Berr: de Baviera a México (1837-1890)”. La autora ubica en el contexto porfiriano a Enrique Laubscher y aborda su trayectoria académica resaltando su carácter de maestro extranjero llegado a México a finales del siglo XIX, impulsor de la modernización educativa. Constituye una biografía social, el recorrido del personaje por diversas ciudades del país, su influencia en la fundación de escuelas modernas como la Escuela Modelo de Orizaba, su participación en la revista La Enseñanza Objetiva a través de diversos artículos pedagógicos. En este estudio sobre el inmigrante alemán, se registran sus relaciones con otros pedagogos de la época, influencias recibidas, estudios, su trabajo como docente, su paso por diversos lugares del país –en especial por Veracruz–, las escuelas fundadas y el trabajo académico docente desarrollado en ellas, su estancia en la ciudad de México –en particular su desempeño en la Escuela Normal de Profesores al frente de la escuela primaria anexa–, su paso por Chihuahua y su labor como autor de libros escolares y artículos pedagógicos –como el libro Escribe y lee publicado en 1884 y donde desarrolla los principios pedagógicos del método simultáneo para la enseñanza de la escritura y la lectura. ![]() José Rosas Moreno A partir del papel que la enseñanza de la llamada urbanidad ha tenido en los programas escolares, especialmente en el siglo XIX, con el propósito de formar hombres educados y buenos ciudadanos, Alberto Ramírez González, en el capítulo “La urbanidad en la obra de José Rosas Moreno (1838-1883)”, analiza los manuales de urbanidad que circularon en las escuelas y en los lugares de la época. Revisa la obra de José Rosas Moreno, reconocido como “el poeta de los niños”, pues a ellos dedicó una buena parte de su obra escrita. Destaca su vida política, que se inicia como regidor en el Ayuntamiento de León, Guanajuato, en 1862; Rosas Moreno, liberal convencido, produjo poesía, fábula, artículos periodísticos y estuvo de paso por el Estado de México como visitador de las escuelas públicas del municipio de Toluca. En este trabajo se analiza de manera especial el libro de Rosas Moreno Nuevo manual de urbanidad y buenas maneras. “En esas primeras ideas expresadas destaca la importancia de la sociedad, entendida ésta como un conjunto de individuos establecidos en un espacio definido, con una serie de reglas que permitan su convivencia civilizada y que en su relación les facilite satisfacer sus diversas necesidades”. ![]() Elvia Montes de Oca Navas escribe “Justo Sierra Méndez, maestro y autor de libros de historia (1848-1912)”. A partir de una biografía social, la autora aborda diversos aspectos de la vida y obra de Justo Sierra: su vida, formación profesional y desempeño público; sus ideas centrales sobre la sociedad, concebida por Sierra como un “superorganismo” a la manera de Spencer y el funcionalismo social; Sierra, defensor de la paz como camino para llegar al progreso, seguidor del positivismo más como una herramienta para entender la evolución humana que como un método científico. Se resalta el grupo de “los científicos”, al que Sierra perteneció y en el cual estableció múltiples relaciones con escritores, periodistas, políticos, docentes y toda la pléyade de intelectuales importantes de la época, hasta llegar a ser secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, antes de partir a Europa y morir en España en 1912. En el documento se citan los diversos libros escolares de historia que escribió este autor, para diferentes niveles escolares, y se analiza uno de ellos: Historia patria. Para Sierra: “El estudio de la historia haría que los estudiantes se dieran cuenta de la formación progresiva de la cultura humana”. ![]() Gregorio Torres Quintero María de los Ángeles Rodríguez Álvarez y María del Carmen Zamora Chávez son autoras de “Gregorio Torres Quintero y su método onomatopéyico (1866-1934)”. A partir de la biografía de este personaje, las autoras narran la formación académica de Torres Quintero, así como su desempeño como profesor desde muy joven: tenía 18 años y ya era director de la escuela pública oficial de Manzanillo, Colima. Se relata su traslado a la ciudad de México y su formación como profesor normalista, su desempeño en los congresos pedagógicos, las obras pedagógicas que escribe en combinación con su labor como maestro, hasta llegar a la producción de su método de aprendizaje de la lecto-escritura y los libros que escribió para su difusión en las escuelas elementales mexicanas; las características del método onomatopéyico, fundamentos teóricos, contenidos y aplicación; las múltiples ediciones del libro Método onomatopéyico. Para la enseñanza de la lectura y la escritura, del cual se incluye al final del trabajo un cuadro con las numerosas ediciones del libro a partir de 1904 y hasta 1992, así como de la Guía del método onomatopéyico. ![]() Ezequiel A. Chávez Ángel Arturo Salgado de la Rosa escribe “Evolucionismo y moral. Resumen sintético de los principios de moral de Herbert Spencer de Ezequiel A. Chávez (1868-1946)”. El autor analiza la vida y obra de Ezequiel Adeodato Chávez Lavista, un todólogo del siglo XIX, cuya obra producida abarca desde la psicología, la historia, la geografía y el civismo hasta la poesía. Su libro Resumen sintético de los principios de moral de Herbert Spencer y su antecedente, Síntesis del principio moral de Herbert Spencer, son el núcleo de esta investigación. Estos libros fueron utilizados como textos escolares por los estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria en la asignatura de moral. Se aborda la formación académica del autor; las influencias recibidas, especialmente la de Ignacio Manuel Altamirano; sus contemporáneos; lecturas, principalmente las obras de Spencer; hasta llegar al análisis de los libros antes mencionados y el peso que tuvieron las ideas del filósofo inglés Herbert Spencer en el pensamiento de Chávez. “La moral ha evolucionado, señala el filósofo inglés, puesto que las ideas y los sentimientos de igual forma son producto de la evolución”. ![]() María Guadalupe Mendoza Ramírez es autora de “Luis Chávez Orozco, autor clásico de libros de texto de historia económica de México (1901-1966)”. La autora analiza la vida y la producción de textos de historia económica de Luis Chávez Orozco; aborda el contexto histórico en el que nació este autor, formación académica, participación en la vida pública del país, influencias recibidas, especialmente de la teoría marxista que le sirvió en la interpretación que hace de la historia de México y que transmite en sus textos escolares. “En esta nueva Secretaría [Secretaría de Economía Nacional] Chávez Orozco capitaliza enseñanzas y acuña un nuevo término y aspiración para el quehacer de las ciencias sociales en México, ya no la historia diplomática sino, ahora: la historia económica”. A manera de cuadro-resumen, la autora presenta diversos temas de interés de los historiadores de la época, y quiénes se dedicaron a su estudio, todos relacionados con Chávez Orozco y sus grupos de desarrollo académico e intelectual; su desempeño en el campo del indigenismo interamericano, su vasta producción de libros escolares, hasta llegar al análisis de Historia económica y social de México (1938), “dedicada a una variedad de temas que iban desde el análisis de la cultura maya hasta los primeros pasos industriales del México decimonónico”. Se abordan otros libros más y el análisis se centra en Historia de México, obra escrita para los jóvenes de secundaria. La autora rescata los aportes que Chávez Orozco hizo a la enseñanza de la historia, a través de los libros escolares de los que fue autor. ![]() Diana G. Flores Millán y Jenaro Reynoso Jaime escriben “La enseñanza de la historia en Nacionalismo y educación en México de Josefina Zoraida Vázquez (1932- )”. Los autores analizan el “libro clásico” de la historiadora Josefina Zoraida Vázquez: Nacionalismo y educación en México, las búsquedas e indicios que siguió la autora para la producción de su obra, calificada por los autores de este capítulo como “uno de los primeros textos representativos de la ciencia histórica profesional, cuyo enfoque, estructura y contenido lo ubican como un estudio distinto a los realizados antes y después de su publicación al entrelazar nacionalismo, educación y enseñanza de la historia”. Se narra la formación académica de la historiadora, las influencias recibidas en ese proceso de formación, su participación en la elaboración de libros escolares y libros de historia, hasta llegar al análisis de Nacionalismo y educación en México. Se hace hincapié en la importancia que alcanza la enseñanza de la historia en las escuelas a partir de la aparición de este libro, sus aportes al conocimiento y el aprendizaje de esta disciplina con base en la investigación profesional de la misma. ![]() Enrique Florescano Mayet Ana Isabel Lara Calvario escribe “Enrique Florescano Mayet. Renovador de la producción y la divulgación de la historia escolar para la formación de la ciudadanía (1937- )”. La autora aborda la vida y producción histórica de Enrique Florescano, calificado por ella misma como “uno de los intelectuales contemporáneos más interesados en la enseñanza de la historia de México”. El trabajo se inicia con la formación académica y el contexto en el que se desarrolló el historiador, los espacios donde ha hecho su trabajo como autor de libros de historia, así como las propuestas y gestiones realizadas en la colección SepSetentas y en otras instituciones más. El análisis se centra en una de sus obras: Arma la historia, coordinado por Enrique Florescano y editado por la Secretaría de Educación Pública para conmemorar el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana. “Este texto es un ejemplo del esfuerzo de su coordinador por mostrar, desde otras perspectivas y metodologías, la configuración y evolución histórica de las formas de vida, ideologías e identidades en diferentes periodos de la historia de México, lo cual resulta sobresaliente en el contexto de la globalidad, donde el reconocimiento de la multiculturalidad es fundamental para definir las identidades presentes”. ![]() Pablo Escalante Gonzalbo Rosalía Pérez Valencia escribe “Pablo Escalante Gonzalbo y la enseñanza de la vida cotidiana en la historia escolar (1963- )”. Pérez Valencia analiza la obra de Pablo Escalante Gonzalbo, quien es autor de libros de texto para secundaria que contienen una clara intención pedagógica, a través de nuevas propuestas historiográficas que permiten a los lectores otras vetas de reflexión. El trabajo parte de la biografía del historiador, su formación académica y el medio en el que se desenvolvió. Hijo de una importante historiadora de la vida cotidiana, Pilar Gonzalbo Aizpuru, quien influyó en su tarea como historiador, como autor de libros escolares y como participante activo en las redes creadas con otros intelectuales contemporáneos. En este capítulo se analizan los libros Historia uno e Historia dos, escritos por Pablo Escalante y Estela Roselló Soberón, Fausta Gantús y Thalía Iglesias. “Los autores llaman la atención sobre el hecho de que este sentido de pertenencia se aprende cuando se estudia el pasado para comprender el presente, por lo que la historia no es ajena a ellos [los alumnos], sino que es el devenir de su propia vida”. Rosalía Pérez, autora de este ensayo afirma que los estudiantes se reconocen como parte de la historia en estos libros; asimismo analiza otros libros de Pablo Escalante como Biblioteca juvenil ilustrada. La civilización mesoamericana. “Este libro es un ejemplo claro de la historia de la vida cotidiana del mundo mesoamericano, narra sucesos que en otros libros son poco tratados y estudiados”. Los trabajos que integran este libro permitirán a los lectores comprender mejor el contexto actual de la reforma educativa y en particular de la reforma integral de la educación básica (RIEB), que obliga a revisar históricamente el papel de los docentes como escritores de textos en la construcción de una pedagogía que genere prácticas educativas innovadoras. Las polémicas sobre los libros de texto de Historia diseñados para la educación primaria y secundaria, que han acompañado cada reforma educativa, resurgen en el año 2009 en el marco de la RIEB. Con base en ésta se reformuló la enseñanza de la historia y se elaboraron los nuevos libros de texto de Historia de México, que en su etapa piloto fueron cuestionados por la comunidad de educadores e historiadores. El debate sobre el diseño de los nuevos libros de texto se centró en la reducción del contenido de la historia prehispánica, la introducción del modelo por competencias y la discusión sobre la “utilidad” de las humanidades frente a las materias prioritarias como la Matemática y la Educación Tecnológica. La educación histórica y humanística en el marco de las políticas neoliberales está actualmente a debate. Como bien lo señala el historiador Carlos Barros, el desarrollo de un nuevo paradigma educativo requiere del análisis de tres ejes: 1) una educación en competencias en el manejo de las fuentes históricas, 2) una educación basada en valores universales desde la historia, y 3) una educación crítica y plural de las historias nacionales y la mundial. La necesidad de revisar la función social de la historia en la escuela primaria, secundaria y preparatoria se liga necesariamente con el análisis de los discursos y las prácticas que se desarrollan en el aula para construir el conocimiento histórico escolar (Cuesta y Mainer: 2000). En la reforma integral de la educación básica, que introduce el enfoque centrado en competencias, se modifican los contenidos y los formatos pedagógico-didácticos de los libros escolares destinados a la enseñanza de las disciplinas escolares. En esta coyuntura, los libros de texto adquieren un papel central en la enseñanza y el aprendizaje de la historia, pues se constituyen en potentes mediadores y difusores de la versión oficial de la historia, y adquieren un peso central en los procesos de construcción de estereotipos, mitos y nociones históricas (Carretero: 2007). Hoy en día, en un contexto de creciente aislamiento intelectual, el maestro prioriza su labor como instructor y deja su función como escritor de textos. La rica experiencia que los docentes tienen en el ejercicio de la docencia humanística, sobre todo en la enseñanza de la historia, la geografía, la lengua y la literatura, se fragmenta, y el diseño de los libros escolares se nutre únicamente de los especialistas y expertos curriculares. El maestro ha reducido su acción pedagógica a la implementación del programa en el aula, a pesar de que su ardua tarea cotidiana le proporciona elementos para reflexionar sobre la pertinencia del contenido y el diseño de los libros de textos. En este sentido, el maestro puede valorar el uso de los libros escolares en la educación infantil y juvenil, ya que su labor lo acerca al lector final de la obra pedagógica. Acercarse a las tradiciones de escritura que los maestros desarrollaron a lo largo de la historia de la educación de los siglos XIX y XX recobra vigencia al contrastar que, como paradoja, el modelo educativo actual inhibe la práctica docente en la producción y la divulgación de los saberes humanísticos. Este libro recupera por ello las biografías de diez maestros –autores de textos escolares– que se convirtieron en productores del conocimiento escolar en distintas etapas de la educación en México. Es interesante constatar que en los siglos XIX y XX los maestros –escritores dedicados a la educación de la infancia y la adolescencia– fueron historiadores, pedagogos y educadores que se nutrieron de las redes y relaciones académicas y educativas en los diferentes momentos que les tocó vivir. ♦ ![]() Reseña de los libros: Elvia Montes de Oca Navas, Jenaro Reynoso Jaime, María Guadalupe Mendoza Ramírez, Irma Leticia Moreno Gutiérrez (coordinadores). Historiadores, pedagogos y libros escolares: su contribución a la educación del mexicano. México: Seminario de Cultura Mexicana, 2015. ▼ Referencias
CARRETERO, M. et al. (2007). Documentos de identidad. La construcción de la memoria histórica en un mundo global. Buenos Aires: Paidós. CUESTA, R., y J. Mainer (2000). Didáctica crítica y educación histórica. Pensar, desear y actuar de otra manera. En: Cuadernos de Pedagogía, núm. 295 (octubre), pp. 62-67. NOTAS* Elvia Montes de Oca Navas es investigadora independiente. Doctora en Estudios Latinoamericanos por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México; miembro activo de la Sociedad de Historia de la Educación Latinoamericana (SHELA), y de la Sociedad Mexicana de Historia de la Educación (Somehide).María Guadalupe Mendoza Ramírez es maestra en Historia de México por la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa y doctora en Ciencias Sociales por El Colegio Mexiquense. Docente de la maestría en Enseñanza de las Humanidades en la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Toluca. ▼ Créditos fotográficos
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