Palabra, distancia, ESCUCHA Segunda parte ![]() Cuando no podemos reunirnos en un espacio común, la voz nos reúne y nos recuerda que ahí seguimos y que nuestra inteligencia y voluntad son capaces de superar escollos que sin ellas serían insalvables. Nos tocamos con la voz. Ella nos presenta y nos representa. En ella vivimos desde el primer día de vida. Ella nos acompañará hasta nuestra muerte. La voz dicha, la voz escuchada, ambas necesarias y complementarias.
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c Palabra, distancia, escucha. Segunda parte
Decir y escuchar en su justo equilibrio sería lo deseable. Sin embargo, sabemos que en cualquier grupo hay quien dice mucho y escucha poco y hay quien escucha mucho y dice poco. Cuando la presencia física no nos estaba vedada, era común entenderse también en los gestos, en las expresiones de nuestro rostro y de todo el cuerpo. Pero al suprimirse la presencia del cuerpo, nos quedan apenas los rostros, que en no pocas ocasiones se tensan en una pantalla en la que a veces no encontramos el ritmo natural de la ida y vuelta entre lo dicho y el decir, en el estar atento a la escucha y esperar la respuesta. Más allá de los límites tecnológicos y los entrenamientos necesarios para poder danzar en esas idas y vueltas en los mejores términos, sentimos que hay algo más profundo. El otro, la otra, está y no está (en lo que el estar y no estar ha significado en nuestro paso por el mundo a lo largo de miles de años) y eso no cambia ni se suprime por instrucción o decreto. A estas alturas de la reflexión, parecería que poco o nada podríamos hacer, que el panorama es oscuro y de horizontes tormentosos. Pero decíamos al principio de estas líneas que nuestra voluntad y nuestra imaginación han demostrado ser capaces de superar lo que en principio parece insuperable. En ese sentido van las propuestas que enunciamos a continuación, para resolver problemas que las nuevas circunstancias nos presentan, e incluso aprovechar este momento para abrirnos a experiencias a las que difícilmente nos hubiéramos atrevido. Arriba el telón pues. Comenzamos.
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c Entre la vista y el oído, la entrevista
La entrevista es probablemente una de las formas de escucha oral y de lectura (escucha a partir de la escritura) a la que estamos más acostumbrados. En revistas, diarios, radio y televisión escuchamos y leemos a diario entrevistas a artistas, políticos, empresarios, sindicalistas… y de vez en cuando a algún escritor o escritora. Este tipo de entrevistas se hacen a través de un medio público de difusión porque las personas entrevistadas suelen ser conocidas y reconocidas por amplios auditorios. También tenemos experiencias de entrevistas a vecinos, profesores, comerciantes, alumnos de alguna escuela, etc. Ese tipo de entrevistas circulan por canales caseros y desde luego tienen menos difusión, pues los interesados en su escucha son miembros de una comunidad específica. ![]() Julieta Fierro, astrónoma y divulgadora de la ciencia, UNAM En la situación actual, podríamos prepararnos para llevar a cabo una experiencia novedosa: pensar en entrevistar a algún personaje de trascendencia pública amparados en la imposibilidad de trasladarnos físicamente al sitio donde se encuentre. Ese personaje podría ser de cualquier ámbito de la vida social, científica o cultural, pero, lo confesamos, preferiríamos que fuera un escritor o una escritora para que en la entrevista, la lectura y la escritura tuvieran una presencia importante. Para que nadie se sienta en la obligación de elegir entre alguien del universo de las letras, podríamos pensar en trabajar en dos proyectos: uno dirigido a cualquier personaje público que nos interese y otro dirigido a un escritor o una escritora que nos interese y creamos que podría acceder a nuestra solicitud. Pero llegar al momento de la entrevista no constituye el punto de partida sino el final de un recorrido de búsquedas, debates y trabajos colectivos que nos ayuden a encuadrar la entrevista que decidamos hacer y a elaborar preguntas que en verdad den lugar a conversaciones enriquecedoras para todos. Para ello proponemos algunos pasos previos a la elaboración de las preguntas sobre las que se sustentará finalmente nuestro encuentro con la persona entrevistada. Primeros acercamientos
Acuerdos para la elección de la persona por entrevistar Este momento del proyecto es importante por varios motivos. Tendremos que lograr un equilibrio entre lo deseable y lo posible y también tomar acuerdos de mayoría. Esto último implica asumir que, si el elegido o la elegida no es la persona que hemos propuesto, seguiremos colaborando para el proyecto con todo nuestro entusiasmo y creatividad. Sugerimos a continuación algunas pautas que pueden ayudar a organizar la tarea conjunta:
La escritura de las preguntas Una vez decidido quién será la persona que se entrevistará, comienza la etapa de darle forma al esqueleto del proyecto: las preguntas sobre las que se tejerán los diálogos. Ellas serán los músculos, la piel, las articulaciones del encuentro con la palabra, por eso tendrán que construirse a partir de un trabajo de todo el grupo. Antes de comenzar su formulación, valdría la pena tener en cuenta:
Como sugerencia final, proponemos elaborar un listado amplio de preguntas que luego pasen a una comisión revisora que opine sobre cómo quedaría finalmente el cuestionario. El contacto con la potencial persona entrevistada y la concreción del encuentro Quiénes asumirán la responsabilidad de establecer contacto con la persona que se desea entrevistar no es un asunto de importancia secundaria. Por lo tanto, previamente deberán tener muy claros los motivos de la entrevista y haber formulado argumentos convincentes para lograrla. Pocas personas (no más de dos) asumirán la responsabilidad del encuentro, pero conversar sobre las motivaciones y estructurar los argumentos será trabajo de todos y todas. Lo ideal es que esas mismas personas sean quienes efectúen la entrevista, pero la persona entrevistada debe saber que representan a un grupo mucho más amplio. Producto final El material producto de la entrevista podría dar lugar a diferentes acciones posteriores. También será posible utilizarlo de modos diversos. Entre las posibles acciones están las siguientes:
En cuanto a los usos del material, es plausible considerar:
A continuación, y como cierre de este artículo, les proponemos tratar un tema que nadie ignora, pero del que no se suele hablar mucho en las aulas: qué hacer con la escritura en la escuela más allá de su uso comunicativo. El valor de la escritura como herramienta comunicativa resulta indudable en todo proyecto pedagógico, pero ¿es la escuela también un lugar donde la escritura expresiva tenga un lugar relevante? Sabemos que usualmente no es así. Este tiempo excepcional que estamos viviendo podría bien ser un tiempo de exploración de sus posibilidades.
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c La escritura creativa y su lugar en el tiempo escolar de producción de escritura
La escritura en la escuela, si no es en respuesta a una demanda de trabajos vinculados a contenidos curriculares, vive en los márgenes del tiempo escolar o está ausente. Aunque esta afirmación suena muy contundente, es producto de haber observado cómo se desarrolla esta actividad en muchos lugares a lo largo del tiempo. ![]() La escritura vive en los márgenes del tiempo escolar La alteración de las rutinas escolares cotidianas, que impide compartir el espacio del aula, tal vez ofrezca la oportunidad de darle otro lugar a la voz propia. Escribir sobre lo que nos pasa, preocuparnos por lo que deseamos decir y hacerlo por escrito, dejar los problemas de la forma para después de haber dado el paso más importante, que siempre es y será, poner en escritura lo que anda en nuestro interior y busca salir sin encontrar el momento de hacerlo ni interlocutores interesados en escucharnos. Pero es sabido también que la hoja en blanco es un lugar deseado y temido. Y el temor con frecuencia puede paralizar. ¿Qué hacer entonces para motivar la escritura personal? Básicamente, dos cosas: buscar un punto de apoyo y construir un andamiaje de puntos de partida para atrevernos a la escritura. Luego, bastante después, y sin ninguna prisa, llegará el momento de abrirnos a la escucha de nuestras escrituras y de los que consideremos los otros nuestros. Empecemos entonces. Puntos de apoyo Transcribimos dos fragmentos de diferentes textos que pueden, según nuestro punto de vista, ser útiles puntos de apoyo. ![]() ¿Cómo transcribir la Biblia al lenguaje de los pobladores del Ártico que tienen, por ejemplo, treinta palabras para decir nieve, pero ninguna para nombrar cordero, templo o árbol? En inuktitut, la lengua de los esquimales, cordero de Dios se traducía en la antigua Biblia como, esa cosa especial de Dios que se parece a la cría del caribú. Hoy, gracias a la televisión, el cordero ya es conocido y tiene su equivalente esquimal. Sin embargo, un burro sigue siendo esa cosa con grandes orejas, así como un templo es un gran iglú, y una reina es la mujer del gran jefe. Hasta hace poco, cuatro traductores se han reunido para hacer una nueva traducción de la Biblia que tome en cuenta las inclemencias del tiempo que azota a los pobladores del Ártico. Fragmento tomado del periódico ![]() San Agustín se confesaba ignorante respecto de la razón de Dios para crear moscas. Lutero resolvió más atrevidamente que habían sido creadas por el diablo para distraerlo a él cuando escribía buenos libros. Esta íntima opinión es ciertamente plausible. Bertrand Russell Algunas ideas para atrevernos a escribir a partir del fragmento de la nota periodística
Algunas ideas para atrevernos a escribir a partir de la cita de Bertrand Russell
Notas * Gerardo Daniel Cirianni es maestro. Como promotor de la lectura y la escritura desde hace más de veinticinco años en varios países de América Latina, ha coordinado diplomados e impartido cursos y talleres dirigidos a la formación de maestros de educación básica y media superior, ha sido asesor de planes nacionales de lectura y autor de numerosos libros y artículos.Pablo Langer es sociólogo por la UNAM y editor, interesado en temas de formación educativa.
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c Créditos fotográficos
- Imagen inicial: Shutterstock - Foto 1: Correo del Maestro - Foto 2: Shutterstock - Foto 3: Shutterstock - Foto 4: fromoldbooks.org CORREO del MAESTRO • núm. 293 • Octubre 2020 |