Planeta
MOSQUITO
Rodrigo Isaías León Villegas[*] ![]() Este artículo trata de responder a tres preguntas acerca de uno de los más odiados seres de la Tierra, los mosquitos: ¿qué función tienen en la naturaleza?, ¿cómo eligen a sus víctimas? y ¿qué medidas se están tomando para detener las pestes que causan? Para ampliar el conocimiento de estos insectos, se describe también su anatomía y se presentan algunos datos interesantes relativos a su reproducción, así como a los esfuerzos desplegados por la ciencia para evitar la propagación de enfermedades transmitidas por ellos.
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c ¿Qué función desempeñan los mosquitos en la naturaleza?
En la naturaleza ocurren múltiples tipos de interacciones bióticas (de plantas, animales, protozoos, hongos, bacterias y virus) y abióticas (de agua, suelo y viento). Por ejemplo, los colibríes polinizan las flores; los murciélagos, ratones y muchas especies de aves dispersan las semillas de frutos para regenerar bosques y selvas; los tiburones blancos limpian los mares comiéndose la carroña y a los animales más débiles; los árboles producen oxígeno y sombra, y además proveen de alimento y sitios donde anidar a mamíferos, aves y muchas otras especies que interactúan de alguna manera con ellos; las musarañas barbechan el suelo; hay especies de bacterias que son necesarias para la fijación de nitrógeno en el suelo y también ayudan a la digestión de una gran variedad de animales, incluyendo al ser humano. Pero ¿y los mosquitos?, ¿para qué sirven los mosquitos? ¿Cuántos tipos de mosquitos existen? ¿Desempeñan alguna función en la naturaleza o solamente están para hacernos pasar malos ratos, de mucha comezón, y, si peor nos va, calenturas, ronchas e incluso la muerte? Cuántas veces, al estar con amigos o a solas, al aire libre principalmente, el molesto piquete de un mosquito (que significa mosca pequeña) ha hecho que nos formulemos alguna de las anteriores preguntas. Pues bien, conozcamos un poco más del sui generis mundo de estos aborrecidos insectos. Los mosquitos fueron los culpables de transmitir los patógenos que generaron las dos Los mosquitos son animales que pertenecen a la clase Insecta o Hexápoda (porque todos los insectos tienen seis patas), del orden Díptera (dos alas) y de la familia Culicidae (del latín culex, mosquito). Los entomólogos (científicos que se dedican al estudio de la biología, ecología y clasificación de los insectos) han descrito aproximadamente ¡3500 especies!, que se distribuyen en todos los continentes, excepto en la Antártida. Según las estadísticas de los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, con sede en Atlanta, Estados Unidos), las enfermedades transmitidas por mosquitos han causado más muertes y enfermos que muchas guerras. Sólo el paludismo, que es la más mortífera de todas las enfermedades transmitidas por vector (insecto o garrapata que transmite un agente patógeno: virus, bacteria o protozoario que causa enfermedades) originó en el año 2012, 627 000 muertes. Además, los mosquitos son los culpables de transmitir los patógenos que generan fiebre amarilla, encefalitis LaCrosse, encefalitis de San Luis, virus del Nilo, filariasis, y las dos enfermedades más recientes en llegar a México: chikunguña y zika, entre otras. Los mosquitos causan cada año más muertes y enfermos que ningún otro animal en el mundo. Por ejemplo, el dengue, virus transmitido por mosquitos, causa aproximadamente cincuenta millones de enfermos. También se calcula que cada año son infectados con fiebre amarilla 200 000 personas, y de éstas mueren 30 000; 90 por ciento de tales víctimas ocurren en África. Ahora bien, ¿qué hace que los mosquitos generen tal cantidad de muerte, enfermedad y desolación a su paso?
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c ¿Cómo eligen los mosquitos a sus víctimas? (“olor a patas”)
La manera en la que las hembras de los mosquitos eligen a su víctima ha despertado curiosidad en la comunidad científica. En una ingeniosa y chusca investigación se descubrió que es mediante señales físicas y químicas, ya que los mosquitos prefieren alimentarse de sangre de animales y, por lo tanto, responden principalmente al CO2 (bióxido de carbono) y a un compuesto llamado octenol, que está presente en la respiración y en los excrementos. Los mosquitos que gustan más de la sangre humana responden al ácido láctico y a varios compuestos que se encuentran en el sudor y olor corporales. Mosquito Anopheles gambiae Pero ¿de qué manera se logró responder a esta pertinaz interrogante? El enigma fue resuelto y publicado en la prestigiosa revista científica PLOS One en 2013 por Renate C. Smallegange (científico de la Universidad Wageningen de Holanda) y sus colaboradores. Estos investigadores utilizaron a hembras infectadas y no infectadas del mosquito Anopheles gambiae con el parásito Plasmodium falciparum causante de la malaria para recoger el olor corporal humano. Estos ilustres científicos utilizaron una matriz de nailon de unos calcetines usados por un varón durante 20 horas un día antes de que se hiciera el experimento, para tener lo más fresco posible el olor, y como control experimental (parte del experimento sin ningún tipo de manipulación) emplearon una matriz sin ningún olor. Los investigadores comprobaron que las hembras infectadas con el parásito causante de la malaria eran atraídas por la matriz con olor a pies, al contrario de las hembras que no estaban infectadas. Los resultados de este experimento hacen pensar a los científicos que el parásito altera el sentido del olfato del mosquito orientándolo hacia olores corporales humanos como estrategia para completar su ciclo de vida. Tal vez el cambio en el sentido del olfato del mosquito se lleva a cabo mediante la alteración de las proteínas de unión a odorantes (olores), así como de los receptores olfativos de la hembra del mosquito, aunque todavía no es definitiva esta hipótesis. También, los mosquitos que siguen a las personas son atraídos a las viviendas por una variedad de compuestos químicos presentes en éstas, ya que en su interior se forman microecosistemas constituidos por olores característicos que los atraen. Como podemos notar, los mosquitos tienen una serie de especializaciones armamenticias con las cuales pueden ser altamente eficaces para cazar a su víctima.
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c ¿Qué efectos provoca la picadura de mosquitos y qué hacer si hemos sido víctimas de ellos?
Aunque existen varias enfermedades que los mosquitos transmiten al ser humano, y cada una cuenta con signos y síntomas específicos en el organismo, las señales de alerta generales son: fiebre, dolores musculares, vómito, somnolencia, irritabilidad, dolor abdominal intenso y sostenido, sangrado de mucosas, dolor de cabeza, diarrea, dolor de ojos, erupciones cutáneas, falta de apetito, dolores articulares, náuseas, escalofríos, anemia, síntomas parecidos a los de la gripa y convulsiones. Existen pruebas de diagnóstico específicas para cada una de las enfermedades transmitidas por mosquitos; sin embargo, en general se utilizan pruebas serológicas, como la llamada prueba de ELISA (de inmunoabsorción enzimática) para confirmar la existencia de anticuerpos contra las enfermedades víricas, y la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). En cuanto a las enfermedades parasitarias como la malaria, el diagnóstico se efectúa mediante un frotis de sangre.
Contra las enfermedades transmitidas por mosquitos se prescriben diferentes tratamientos: hidratación oral, aislamiento del paciente de los mosquitos mediante pabellones y/o mosquiteros (para evitar infectar a otros mosquitos que, a su vez, infecten a más personas) y paracetamol (sólo bajo prescripción médica).
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c Datos interesantes de los mosquitos
Bestias sexuales Todos los mosquitos comparten similitudes, por ejemplo, como antes apuntamos, todos son insectos o hexápodos (debido a que todos los insectos tienen seis patas) y poseen alas escamosas. Su desarrollo se conoce como de metamorfosis completa (u holometábolo), esto quiere decir que se compone de cuatro estadios (o instar, etapas de desarrollo de los insectos): huevo, larva, pupa o ninfa y adulto. Su proliferación se debe a que los mosquitos hembras llegan a poner la increíble cantidad de entre 50 y hasta 400 huevos, los cuales se desarrollan velozmente, ya que desde que la hembra los deposita en cuerpos de aguas naturales –como pantanos– y artificiales –como huecos de árboles con agua, llantas viejas e incluso en platos de agua para mascotas–, sólo pasan entre 24 y 48 horas para que se abran y salgan las ninfas. Ala de mosquito Costumbres La mayoría de las especies de mosquitos son de hábitos crepusculares y nocturnos; aunque hay algunas especies, como Aedes aegypti y Aedes albopictus –que son las especies de mosquitos vectores (transmisores) de la enfermedad de chikunguña y zika–, que se alimentan durante el día (diurnos), lo que quizá resulte en una eficacia más alta en su tasa de éxito alimentario, característica excelente para los agentes patógenos que transmiten. Etapas de desarrollo ![]() ¿Desde cuándo habitan los mosquitos en nuestro planeta? Si tratamos de explicar la presencia en el planeta de los mosquitos solamente desde un punto de vista humano, nos espera una gran desilusión, ya que los fenómenos naturales no giran alrededor del sistema solar humano. Sin embargo, si asumimos una perspectiva puramente biológica, podemos pensar que en la naturaleza son los repartidores (o vectores) de otros organismos como protozoarios y virus, si bien, muy perjudiciales y hasta mortales para las personas. La presencia de los mosquitos sobre el planeta Tierra se remonta a mucho antes de la aparición de la especie humana, ocurrida hace unos trescientos mil años. No obstante, la ciencia ha alcanzado importantes logros en su intento de combatirlos. Veamos.
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c Ciencia versus mosquitos
Durante décadas, la ciencia ha probado numerosas formas de acabar, o al menos disminuir, las poblaciones de mosquitos causantes de enfermedades. No obstante, al igual que otros tipos de insectos dañinos para el ser humano, dichos organismos han creado una resistencia en contra de los insecticidas que se han utilizado contra ellos. Ya que los mosquitos pueden tener varias generaciones de descendientes en un solo año, los niveles de resistencia también serán elevados en las posteriores generaciones de la aplicación de insecticidas. Por ejemplo, según estadísticas del CDC, hay más de 125 especies de mosquitos con resistencia comprobada a uno o más insecticidas. Otro aspecto que agrava el problema es el empleo de insecticidas en la agricultura, que incrementa la resistencia de estos organismos. Por lo tanto, los insecticidas se deben usar prudentemente a fin de no aumentar la resistencia contra aquéllos en las poblaciones de mosquitos transmisores de enfermedades. Las especies de mosquitos vectores (transmisores) de la enfermedad de chikunguña y zika se
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c Lo que viene
Los métodos químicos, como el DDT, que causan daños al ambiente al afectar la reproducción de las aves y ser bioacumulados por los seres vivos[1] no han sido efectivos para erradicar a los mosquitos, por lo que se han probado otros medios con el mismo propósito. Científicos de la Universidad de São Paulo, Brasil, liderados por el doctor André Barreto, afirman que la mejor técnica es la de manipulación genética. Por ejemplo, la que se realizó a los mosquitos Anopheles y Aedes, transmisores de diversos agentes patógenos, para hacerlos estériles mediante la técnica del “insecto estéril”, consistente en la liberación en la vida silvestre, de mosquitos machos infértiles por la aplicación de radiación. Así, cuando las hembras se aparean con estos mosquitos machos estériles se corta la reproducción de las poblaciones de mosquitos vectores. En un trabajo publicado en la revista científica de salud pública de Brasil, dichos científicos sostienen que el empleo de este método tiene varias ventajas para el ambiente, ya que no recurre al uso de agentes químicos, sino al control biológico; además, su producción es muy económica y altamente eficiente, y sólo afecta a las poblaciones de mosquitos que se desea erradicar.
Por otra parte, el conocimiento de los compuestos químicos que atraen a estos mosquitos podría emplearse en la fabricación de trampas inocuas al ser humano para capturarlos. La presencia de estos molestos insectos alados es muy antigua, por lo tanto, resulta ilusorio pensar que se acabarán las poblaciones de mosquitos y, por ende, las enfermedades que transmiten. Más bien los esfuerzos científicos y gubernamentales tienen que encaminarse a disminuir el volumen de su población, tomar todas las medidas preventivas posibles y seguir con la investigación y desarrollo de vacunas y medicamentos (para prevenir y curar, respectivamente) a fin de combatir los agentes repartidos por mosquitos que enferman a la población. ![]() Con el aumento de la temperatura global, es de esperar que las poblaciones de mosquitos transmisores de agentes patógenos migren hacia lugares originalmente templados o fríos en donde antes no habitaban. Asimismo, la farmacorresistencia contra los agentes antipalúdicos que se presenta puede agravar el problema de mortandad y morbilidad por el parásito Plasmodium transmitido por estos insectos y elevar en consecuencia el rango de distribución de las especies de mosquitos. Además, el constante intercambio de productos comerciales y el desplazamiento de personas en todo el mundo acelerarán la introducción de agentes patógenos en nuevas zonas y expondrán a personas no inmunizadas a las enfermedades transmitidas por mosquitos. También la creciente resistencia contra los insecticidas de los mosquitos podría dificultar cada vez más el combate contra éstos, por lo cual deben implementarse medidas adecuadas de aplicación de insecticidas en sitios urbanos y agrícolas y evitar el uso indiscriminado de estos agentes químicos. Por otra parte, la práctica de hábitos sencillos, como una buena higiene corporal, nos mantendrá a salvo de la picadura de los mosquitos, ya que, como vimos, el mal olor puede atraer a algunas especies de mosquitos transmisores de agentes causantes de graves enfermedades. También resulta útil la utilización de repelentes y prendas de vestir como pantalones y camisas de manga larga y de telas gruesas, así como la instalación de mosquiteros en los hogares. Por todo lo anterior, pensemos en los mosquitos como organismos dotados evolutivamente como potenciales sitios de reproducción y transmisión de gran cantidad de agentes dañinos para los seres humanos, pero que, por otra parte, han logrado permanecer sobre este planeta durante millones de años. Así que, la próxima vez que suframos el molesto piquete de un mosquito, hagamos el esfuerzo de imaginar a un organismo exitoso, dotado con una maquinaria corporal de alimentación, reproducción y supervivencia asombrosa. ♦ ![]() NOTAS* Licenciado en Biología por el Instituto Tecnológico de Altamira, Tamaulipas. Maestrante en Ciencias Biológicas en el Instituto de Biología de la UNAM, en donde investiga las interacciones ecológicas entre algunos tipos de insectos, garrapatas, ratones, murciélagos y ciertos parásitos que originan enfermedades en el ser humano.
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c Créditos fotográficos
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