El traje de charro, UN ÍCONO MEXICANO Graciela Rivera Pérez[*] ![]() El charro es una imagen ideal de la representación del héroe fuerte y valiente que encuentra un lugar auténtico en México y del cual se deriva la charrería, un deporte nacional de este país. Su origen data de la Colonia, pero es durante la Revolución cuando la imagen que tenemos de él cobra impulso. La Real Academia registra la palabra charro al menos desde 1791, con la acepción de “persona basta y rústica”, y, en su función de adjetivo, como “demasiadamente cargado de adorno y de mal gusto” (Real Academia, 1791). Sin embargo, con el tiempo su significado fue cambiando hasta adquirir el actual: “Jinete o caballista que viste traje especial compuesto de chaqueta corta, camisa blanca y sombrero de ala ancha y alta copa cónica, con pantalón ajustado para los hombres y falda larga para las mujeres” (RAE, s. f.).
▼
c El inicio de la charrería en México
Cuando pensamos en México, tenemos en el inconsciente la fiesta, el papel picado, el Día de Muertos, la música, el mariachi y por supuesto el sombrero de charro. Sin embargo, quizá desconozcamos cómo el charro se convirtió en la imagen que hoy tenemos: un jinete valiente, con sombrero de ala ancha, traje con adornos bordados, corbata de moño de vivos colores, que desarrolla un sinfín de suertes para juntar el ganado. Pero esto no fue siempre así, tan sencillo. Cuando los españoles llegaron para conquistar la gran Tenochtitlan, no sólo tenían armaduras y espadas, transportaban una bestia que a la vista de los indígenas era una deidad: el caballo. Traje de faena Maximiliano de Habsburgo vestido de charro Curiosamente, en la Nueva España, “a los indígenas les estaba prohibido montar o poseer caballos, con excepción de los tlaxcaltecas nobles y otros caciques aliados y sus descendientes” (Origen e historia del charro mexicano, s. f.). Los ganaderos preferían contratar vaqueros mestizos para estas labores de monta, con un permiso especial del hacendado. Para efectuar este trabajo, los vaqueros empleaban una vestimenta de cuero o gamuza, por lo que de manera popular se les llamó cuerudos. Al paso del tiempo fue evolucionando la forma de montar y vestir en el territorio nacional, lo que dio paso a la conformación de un nuevo estilo hípico. Estos hombres a caballo proliferaron después de la Independencia, lo que provocó que las condiciones cambiaran: indígenas y mulatos ya podían tener acceso a este estilo de vida y se les empezó a conocer como chinacos.[1] Por otra parte: Los hacendados ricos gustaban de ornamentaciones similares a las de los aristócratas y de los oficiales de caballería en trajes con un corte totalmente distinto haciendo alarde de sus riquezas, mientras que los jinetes menos acaudalados los hacían adornar con bordados de “pita” proveniente de la fibra del maguey o con grecas y calados en gamuza (Origen e historia del charro mexicano, s. f.). En el Segundo Imperio Mexicano (del 10 de abril de 1864 al 15 de mayo de 1867), cuando Maximiliano de Habsburgo (1832-1867) se coronó emperador y empezó su reinado con un político liberal (que sus partidarios conservadores y los mismos intereses de Francia no pudieron soportar), tuvo entre otras cosas un acercamiento con la población, y el propósito de fomentar la justicia y el bienestar social. Dentro del contacto que tuvo con las tradiciones mexicanas, conoció el traje de charro, que utilizaba para montar a caballo en el bosque de Chapultepec. De hecho, a él se le atribuye la modificación del pantalón de charro, aunque conservando detalles originales del diseño. Cambia también los colores terrosos de los trajes hasta entonces producidos, por el negro, lo que ennobleció la prenda, que él mismo portaba en los eventos sociales. Maximiliano estableció además puntos clave de los cascos de las haciendas de los charros con una ruta charra. En la actualidad, de acuerdo con la Federación Mexicana de Charrería existen varias categorías del traje de charro: “de faena, de media gala, de gala, de gran gala y de etiqueta” (Origen e historia…, s. f.). Édouard Manet (1832-1883), El fusilamiento de Maximiliano, 1867, óleo sobre lienzo, 252 × 305 cm, Como consigna la historia, Maximiliano fue perseguido y fusilado junto a sus generales Tomas Mejía, a su izquierda, y Miguel Miramón, en el fondo. Es de llamar la atención que, en el cuadro El fusilamiento de Maximiliano (1867), Édouard Manet[2] (1832-1883) pintó en primer plano al general Mejía, que era de origen indígena, vistiendo un pantalón con adornos que podrían ser de origen charro; y a Maximiliano lo retrató con el sombrero de charro característico, lo que da una referencia importante de que era como prefería vestirse usualmente.
▼
c La popularidad del charro
Fue el general Ignacio Zaragoza (1829-1862) quien, siendo secretario de Guerra y Marina durante la presidencia de Benito Juárez, en 1861 creó el primer Cuerpo de Rurales: “Eran jinetes muy experimentados y estaban uniformados con tajes de charro de color gris y sombrero. Sus armas las componían el machete, la reata, pistola, carabina de montar y una larga lanza” (Origen e historia…, s. f.). Estaban para proteger y servir a los transeúntes de los diversos caminos rurales que existían. Es el mismo Zaragoza quien populariza el traje de charro, con sus adornos bordados en su saco de color claro. Ya en el gobierno de Porfirio Díaz (1830-1915), los charros habían establecido su identidad y eran considerados jinetes expertos, valientes y especialistas en el uso de sus armas, dispuestos a defender a su nación, por lo que se pone de moda la expresión “con el lazo y la lanza se forjó el Charro” (Origen e historia…, s. f.). Tanto a Emiliano Zapata[3] (1879-1919) como a Benjamín Argumedo[4] (1876-1916) se les identifica con el traje de charro. Zapata es reconocido por su bigote y su traje de charro. La foto emblemática en la que aparece posando con un traje negro, escopeta en mano, es el charro de la Revolución mexicana. Por su parte, Argumedo fue inmortalizado en la película Persecución y muerte de Benjamín Argumedo, dirigida en 1980 por Mario Hernández y con Antonio Aguilar en el papel principal, donde retoman el corrido de 1935.[5] Emiliano y Eufemio Zapata Por cierto, en las fiestas del Bicentenario de la Independencia de México (2010), apareció una figura monumental llamada El Coloso, que nos recuerda a estos personajes de la mexicanidad, reconocidos por su bigote y saco característicos. Su autor, Juan Canfield, afirmó haberse basado en los rasgos de Benjamín Argumedo para su producción (El “Coloso” del Bicentenario genera controversia, 2010). Juan Canfield, El Coloso, 2010, poliuretano, 20 metros y 7 toneladas, pieza elaborada para las fiestas del
▼
c El “padre” de la charrería
El charro ha sido, es y será la representación CARLOS RINCÓN GALLARDO Carlos Rincón Gallardo (1874-1950), marqués de Guadalupe, “es considerado el padre de la charrería y es antepasado de muchos charros notables y jugadores de polo”. Promovió la organización de la charrería, la cual se dice que se originó en los estados de Jalisco y México (Origen e historia…, s. f.). Tito Guízar (1908- 1999) Carlos López Moctezuma (1909-1980) Especialmente durante la conocida como época de oro del cine mexicano (1930-1959) existen varios personajes que representan al charro mexicano, persistentemente conquistador, alegre y que enamorará a la protagonista, por lo general indefensa y necesitada de un salvador. Todos ellos tienen características de machos que están dispuestos a luchar por sus ideales, aunque las consecuencias sean catastróficas. El primer actor mexicano en representar a un charro siendo el héroe cinematográfico fue Federico Arturo Guízar Tolentino (1908-1999), mejor conocido como Tito Guízar. En su cinta Allá en el rancho grande (1936), dirigida por Fernando de Fuentes, que tiene como escenario el rancho de ganadería, se reproduce la historia del charro bueno y galán que disputa el amor de la hermosa protagonista (Esther Fernández) contra el villano malo y feo. Tal será la temática de todas las futuras películas, acompañadas de bailes, coplas y canciones. La figura espigada y de porte apuesto, así como la voz aterciopelada de Guízar, enaltecerán la estrella del género ranchero, que entrará en rivalidad con los charros, al ser considerados los primeros, simplemente como cantantes apuestos. No todos los charros serán buenos. Carlos López Moctezuma (1909-1980) tendrá una de las mejores carreras como villano. Será siempre el charro malvado por excelencia, caracterizado por su flequillo, su rostro malencarado, su voz nasal y sus ojos verdes, que complementaron su dura personalidad. Realizó más de 214 películas, en las que compartió papeles protagónicos con Domingo Soler, Pedro Armendáriz, Jorge Negrete, y Cantinflas, entre muchos otros. Es en la película Río escondido (1948), dirigida por Emilio Fernández, donde López Moctezuma lleva a cabo una de las mejores interpretaciones del cacique que enfrentará a la maestra envalentonada, interpretada por María Félix (1914-2002). Este charro malvado se la pasa sometiendo al pueblo y lo único que intenta es conquistar a la protagonista, tratando de evitar que realice su trabajo. La cinta La malquerida (1949), también dirigida por Emilio Fernández, pero en esta ocasión protagonizada por Pedro Armendáriz[7] (1912-1963) como el esposo de Dolores del Río (1905-1983) y padrastro de Columba Domínguez (1929-2014), trata de pasiones prohibidas, secretos y escándalos para la moral de la época. Sin embargo, la vestimenta emblemática del personaje de Armendáriz, con su traje negro de charro y su cinturón con municiones, así como su bigote poblado, nos recuerdan la imagen de Emiliano Zapata. Durante la película, el protagonista aparece protegiendo de manera recurrente a la hermosa actriz Dolores del Río, viuda envuelta en la ambivalencia de seguir el impulso del deseo o mantener el decoro. La fotografía de Gabriel Figueroa (1907-1997) enaltece las escenas y resalta las figuras populares de la mujer abnegada, pero sobre todo la del charro machista de la época, que sigue su instinto provocando un final catastrófico en la Hacienda de El Soto. Cartel de la película La malquerida con Pedro Armendáriz Fue Armendáriz, con su traje negro de charro, símbolo de la elegancia, con un porte pulcro, bigote y peinado bien cuidados. Pedro Infante[8] (1917-1957) será uno de los íconos de la época de oro del cine mexicano, el cual impulsa a diferentes figuras entre las que destaca la del charro. Apareció en más de sesenta películas y grabó más de trescientas canciones. La película Dos tipos de cuidado (1952), dirigida por Ismael Rodríguez y que será la única protagonizada por Negrete e Infante, para muchos críticos será la mejor comedia. En ella, los dos amigos terminan cortejando a la hermana y la prima respectivamente; y por cuestiones del destino, dejan de ser amigos, lo que provoca anécdotas con toques machistas moderados dentro de la historia. En esa cinta, Infante usó el traje de charro de distintos colores, dependiendo de su personaje y su estatus, pero de gran envergadura y sutileza. Jorge Negrete (1911-1953) y Pedro Infante (1917-1957) en la película Dos tipos de cuidado Cabe resaltar la escena de las coplas, en la que ambos personajes visten el traje de charro característico, cada uno con su personalidad, escena icónica del cine mexicano de esa época, en la que tiene lugar un pleito de voces entre el charro bueno y el charro malo.[9] En cuanto a Jorge Negrete[10] (1911-1953), éste será inmortalizado como el charro cantor, prototipo del mexicano alegre, temerario, galante y altanero, características necesarias del personaje de charro, incluyendo además su voz de barítono que se inmortaliza en la película ¡Ay Jalisco, no te rajes! (1941), bajo la dirección de Joselito Rodríguez, y en la cual conocerá a Gloria Marín (1919-1983), que lo llevó a ser ídolo dentro y fuera del país. En esta historia de venganza y amor, donde inmortaliza la canción del mismo nombre, Negrete es el perfecto charro, pulcro, con hermosos atuendos y una imagen de conquistador. Aprovechando su atlética figura, Negrete vestirá el traje de charro con gran elegancia y fomentará así el ideal del hombre mexicano por excelencia durante este periodo. Antonio Aguilar (1919-2007) Por último, Antonio Aguilar[11] (1919-2007) representó a un charro distinto, mucho más simpático y afectuoso. Debutó en la década de los cincuenta como actor, y fue relevo de Pedro Infante y Jorge Negrete; realizó más de 167 películas. Por su labor como impulsor del deporte y talento de la charrería en los ámbitos nacional e internacional, se le apoda “El Charro de México”. Con una gran simpatía y un timbre de voz privilegiado, Aguilar salía a cantar junto a sus caballos haciendo notar también sus habilidades ecuestres. En la película Los hermanos Del Hierro (1961), dirigida por Ismael Rodríguez, con la misma temática de venganza y muerte, existen una serie de asesinatos alrededor de la trama que llevan a un final trágico. Si bien no es tan guapo como sus antecesores, Antonio Aguilar sí fomenta la diversidad del traje de charro en diversos colores y con adornos tales como el zarape o el paliacate, que produjo la ambivalencia de si son charros o mariachis. Es necesario recalcar que fue gracias a la época de oro del cine mexicano que el traje de mariachi se popularizó. En ese entonces fue evidente que, al aparecer estos artistas cantando vestidos de charros, era posible dar a este traje un carácter más vistoso agregándole brillos en dorado o plateado y lentejuelas. Así es como se consiguió que los músicos de mariachi llevaran esta prenda tradicional, que a veces olvidamos proviene del traje de charro.
▼
c El largometraje animado
En 1944, producida por Walt Disney Pictures, se realizó una película animada conocida como Los tres caballeros, en la cual se retratan varias zonas geográficas de América Latina. La idea principal era brindar un mensaje de buena voluntad entre Estados Unidos y toda América Latina, con una historia donde el personaje principal, el Pato Donald, viaja junto con sus amigos José Carioca –un loro de origen brasileño– y Panchito Pistolas –un gallo de origen mexicano– a visitar distintos lugares emblemáticos. En este caso, a Panchito Pistolas[12] lo visten con un traje rojo, con algunos adornos en color amarillo, espuelas, un cinturón con un par de pistolas, y el característico sombrero de charro; además canta la canción “¡Ay Jalisco, no te rajes!” como introducción de la película. También usarán la melodía para cantar la canción oficial de Los tres caballeros, utilizando el sombrero de charro.[13] Los tres caballeros, 1944 (Panchito, Donald y José) Panchito Pistolas Para comprender mejor la influencia del personaje del charro que termina fusionándose con el de mariachi durante la época de oro del cine de México, tenemos que en 2017 Disney y Pixar realizan el largometraje Coco, donde un cantante famoso, de nombre Ernesto de la Cruz –inspirado por Pedro Infante y Jorge Negrete–, muere inesperadamente y es llevado a la Tierra de los muertos, donde se irá desenvolviendo una historia de fraude y traición para descubrir lo que representa la verdadera familia y la herencia. En Coco, el personaje de Ernesto de la Cruz es retratado con un traje azul y los elementos característicos de moño, camisa blanca, con adornos en el pantalón y un bordado en su saco, así como en su sombrero. Cuando pasa a la Tierra de los muertos, su traje será blanco, pero conserva las mismas características del charro. Sin embargo, el personaje principal de esta historia y quien realmente es el compositor de todas las canciones que hicieron famoso a Ernesto de la Cruz es Héctor Rivera, que por poco tiempo lo veremos en la historia con un traje de charro blanco.
▼
c Conclusiones
Como parte de la mexicanidad, el traje de charro, que como vimos tiene sus orígenes en la Nueva España, llegó al cine mexicano como parte de la imagen idealizada del protagonista, un hombre varonil de carácter alegre y gran cantante, que lucha contra las injusticias. La adopción del traje de charro por parte de los mariachis dio lugar a una nueva estilización de sus elementos, que lo han hecho más vistoso y lo han convertido en el mundo entero en un ícono de México. ♦ Ernesto de la Cruz, personaje de Coco, 2017
▼
c Referencias
BENJAMÍN Argumedo (s. f.). En: Wikipedia [en línea]: <es.wikipedia.org/wiki/Benjam%C3%ADn_Argumedo>. Ir al sitio El “Coloso” del Bicentenario genera controversia (2010). En: Expansión en alianza con CNN, 20 de septiembre [en línea]: <expansion.mx/bicentenario/2010/09/20/el-coloso-del-bicentenario-genera-controversia-en-mexico>. Ir al sitio EMILIANO Zapata (s. f.). En: Wikipedia [en línea]: <es.wikipedia.org/wiki/Emiliano_Zapata>. Ir al sitio Los mejores charros del cine (2012). En: Algarabía, junio 11 [en línea]: <algarabia.com/artes/los-mejores-charrosdel-cine/>. Ir al sitio ORIGEN e historia del charro mexicano (s. f.). En: Charro virtual [en línea]: <charrovirtual.wordpress.com/origen-ehistoria-del-charro-mexicano/>. Ir al sitio RAE, Real Academia Española (2019). Charro. En: Diccionario de la Lengua Española. Edición Tricentenario [en línea]: <dle.rae.es/charro?m=30_2>. Ir al sitio REAL Academia (1791). Charro. En: Diccionario de la Lengua Castellana. Madrid: impreso por la viuda de don Joaquín Ibarra, impresora de la Real Academia. Disponible en: <books.google.com.mx/books?id=RyqbspghF1wC&printsec=frontcover&dq=%22Diccionario+de+la+lengua+Castellana%22+%2B+1791&hl=es&sa=X &ved=0ahUKEwiG4KqQkurlAhVFL6wKHXm8Ds8Q6AEIKTAA#v=onepage&q=charro&f=false>. Ir al sitio TORRES, J. (2013). Carlos Gallardo, Duque de Regla, Marqués de Guadalupe. En: La Voz de la Charrería, 28 de noviembre [en línea]: <archivovozcharra.wordpress.com/2013/11/28/carlos-rincon-gallardo-duque-de-regla-marques-de-guadalupe/>. Ir al sitio Notas * Maestra en Estudios de Arte por la Universidad Iberoamericana. Cuenta con más de doce años de experiencia como docente en instituciones privadas de educación superior
▼
c Créditos fotográficos
- Imagen inicial: Shutterstock - Foto 1: Shutterstock - Foto 2: www.tumblr.com - Foto 3: Dominio público: commons.wikimedia.org - Foto 4: rosali2018.blogspot.com - Foto 5: AlejandroLinaresGarcia en: commons.wikimedia.org (CC BY-SA 3.0) - Foto 6: local.mx - Foto 7: twitter.com/carloslpezmoct1 - Foto 8: teatro.es - Foto 9: stagramer.com - Foto 10: tunebat.com - Foto 11: disney.fandom.com - Foto 12: justacarguy.blogspot.com - Foto 13: statuv.com CORREO del MAESTRO • núm. 284 • enero 2020 |