Taller de escritura
EN LAGO PUELO

Gerardo Daniel Cirianni[*]



A principios del pasado mes de noviembre, se desarrollaron en Lago Puelo, provincia de Chubut, en el sur de Argentina, tres jornadas convocadas por la Biblioteca Popular de esa localidad; la primera, de lectura en voz alta (particularmente centrada en lectura en voz alta con niños), narración oral y producción de escritura libre y espontánea. Estas líneas presentan la experiencia de la jornada dedicada a la producción de escritura y comentan algunos de los trabajos elaborados por los asistentes, cuyas producciones son parte fundamental de esta colaboración.



c Propósitos del taller

El taller de escritura tuvo los siguientes propósitos:

Uno de los propósitos del taller fue conversar respecto de la importancia de encontrar motivaciones para escribir

  • Mostrar que todas las personas alfabetizadas pueden escribir textos que, además de contar cosas de interés para otros, sean disfrutables por la belleza de las imágenes que los conforman.

  • Reflexionar acerca de qué nos pasa cuando escuchamos algo que nos gusta por lo que cuenta y por cómo lo cuenta.

  • Eliminar obstáculos relacionados con las supuestas imposibilidades que tiene la mayoría de las personas para generar escrituras que sean de interés para ellas y para otras.

  • Conversar respecto de la importancia de encontrar motivaciones para escribir.

  • Presentar algunos textos o fragmentos de textos que resulten motivadores de escrituras personales posteriores.

  • Discutir sobre la importancia de elegir los temas, los modos y los interlocutores de nuestras escrituras.

  • Acordar la mejor forma de presentar los trabajos realizados sin obligar a nadie a hacerlo y prestando mucha atención a quienes sí quieran leer voluntariamente lo que han escrito.

  • Destinar todo el tiempo que los asistentes consideren necesario para conversar sobre las escrituras producidas y proponer nuevos caminos para la creación de otras, más allá del tiempo y el espacio del taller.

  • Alentar a que los asistentes propongan nuevos textos motivadores para la escritura y nuevas consignas que ayuden a orientar o a encuadrar los procedimientos para el logro de otras.

  • Proponer que luego del encuentro puedan seguir escribiendo de manera autónoma con la lógica de trabajo compartida en el taller.

El tiempo de trabajo fue muy breve: sólo cuatro horas (que en realidad fueron más o menos tres y media dado que no inició puntualmente).

c Cómo se trabajó

Hubiera sido ideal tener un tiempo de conversación que ayudara a entender las dificultades que cada persona cree tener para escribir, y también para abordar algo de la historia personal que construyó esa percepción tan usual que se sintetiza en frases como: “Yo no sé escribir”, “No me gusta escribir”, “Lo he intentado, pero me he dado cuenta de que lo mío no es la escritura”, “La gente que escribe tiene más preparación que yo” o, simplemente, “No me gusta…”. Detrás de cada una de esas expresiones –tan comunes y universales, por cierto–, hay un cúmulo grande de prejuicios, muchos generados por malas prácticas, entre ellas, algunas escolares.

Como disponíamos nada más de cuatro horas, tuvimos que pasar casi directamente a la escritura. Para que esto se percibiera como posible, expuse algunas ideas muy usuales sin ninguna carga valorativa, y sólo dije:

  • Tal vez no nos demos cuenta de que tenemos muchas cosas importantes que contar y allí está el corazón de todo buen texto…

  • Tal vez no nos han proporcionado algunas herramientas básicas que nos sirvan de apoyo o guía para lo que cada uno desee escribir…

  • Tal vez no nos hemos reunido con otras personas que están en nuestra misma situación para, entre todas, alentarnos, escucharnos y disfrutar de lo que seguramente podremos leer en un rato más, es decir, nuestras propias escrituras.

c Procedimiento
  • Se leyeron varios fragmentos de textos de diferentes autores latinoamericanos.

  • Se dieron indicaciones breves y sencillas de qué hacer a partir de la motivación que podía generar en cada participante esa unión indisoluble entre lo que los autores nos cuentan y cómo nos lo cuentan.

  • Se dio un tiempo acotado para que cada persona, luego de escuchar esas breves líneas, escribiera a partir de lo que pensaba y sentía.

  • Se llevó a cabo una ronda de lectura en voz alta de los textos generados por los participantes.

  • Se comentó con toda libertad lo que sentían y pensaban luego de que fuera evidente que todos podían no sólo leer sino también escribir.

Lectura de varios textos de autores latinoamericanos

c Autores elegidos y modelo básico de intervención

Los autores elegidos fueron: Octavio Paz (México), Silvina Ocampo (Argentina), Luis Cardoza y Aragón (Guatemala) y Juan Joaquín Pérez Tejada (México).

La elección de los autores no fue ingenua: la idea fue que se escucharan cuatro voces latinoamericanas, tres de escritores famosos, y supuestamente inalcanzables para la mayoría de las personas, y uno mucho menos conocido, pero de indudable vuelo poético, sin nada que envidiar a los otros tres (me refiero al veracruzano Juan Joaquín Pérez Tejada).

De cada uno de ellos, se leyó en voz alta sólo un breve fragmento de un poema (en tres casos) y un párrafo de diez líneas de una novela de quinientas páginas en la última propuesta de la jornada (Guatemala, las líneas de su mano, de Luis Cardoza y Aragón).

La mecánica de trabajo sobre los cuatro autores fue igual: leer el fragmento de la obra; dar una consigna breve como punto de partida para la producción personal de escritura; leer las producciones de escritura de quienes voluntariamente quisieran hacerlo; y conversar sobre lo ocurrido. Luego, pasar a la lectura del siguiente fragmento y repetir el procedimiento.

La consigna tiene que ser breve, clara y fácil de entender por cualquier asistente; aunque todas parecen diferentes, pueden agruparse en consignas de ampliación, de reducción, de sustitución o movimiento de partes de un texto previamente leído (el texto disparador). Además, debe resultar cercana a la experiencia colectiva, por lo que cuenta y por los usos del idioma que se instalan de manera inconsciente en los modos del decir de una sociedad determinada (lo que algunos consideran lugares comunes, frases hechas, para nosotros serán herramientas valiosas, puntos de apoyo desde los cuales construiremos imágenes personales).

La consigna siempre es breve para pasar de inmediato a la producción. Las producciones son siempre incorregibles e incalificables en el mejor sentido de estos términos: compararlas sería grotesco, corregirlas sería una intromisión absurda. Por eso afirmamos que se trata de escrituras libres de riesgo.

A continuación, presento una selección de las escrituras generadas en el taller, tal como se escribieron, sin modificaciones ni ajustes (la selección sólo depende del espacio disponible para este artículo). Incluso uno de los participantes desarrolla su visión respecto de cómo se presentaron las diferentes consignas.


Lectura de varios textos de autores latinoamericanos

c Fragmentos elegidos y preguntas que ayudan a la escritura

Sueñan las casas que son barcos cuando
de noche hay viento, oscuridad y lluvia
.


Silvina Ocampo


Preguntas sugerentes:

Si las casas sueñan que son barcos, ¿cuándo sueñan los barcos que son casas?,
¿… y las casas que son viento?


La tinta verde crea jardines, selvas, prados,
follajes donde cantan las letras
.


Octavio Paz
Fragmento de “Escrito con tinta verde”


Preguntas sugerentes:

Y si la tinta verde crea jardines, selvas, follajes… ¿qué crea la tinta negra?, ¿y la roja?, ¿y la morada?, ¿y otra que tú quieras?


Juegan los crustáceos divertidos
a caminar para atrás
esconderse en los ombligos de arena
y sumergirse en el agua salada.
Crustáceos divertidos
sólo saben vivir bien.
Carcajada de mar la marejada
.


Juan Joaquín Pérez Tejada Domínguez


Preguntas sugerentes:

¿Y si cambiamos algunas palabras, pero mantenemos la misma estructura (o métrica o como quieran decirle) del poema y vemos qué sale de ese experimento? Por ejemplo, cambiemos crustáceos por potros, arena por praderas, divertidos por atrevidos, y veamos qué resulta. Pueden cambiarse versos completos, pero nunca hay que olvidar la métrica del poema del que se partió; ella constituye el corazón del poema (del escrito por Juan Joaquín y del que ustedes creen).


La tierra es eso: la infancia, los ruidos, los olores, el humo de la leña de la cocina, la respiración casi canto de la molendera arrodillada sobre la piedra, el rumor eterno, familiar de la fuente, de los zanates en la gran bola roja del naranjo lleno de fruto, la hermana menor que llora, el padre que trabaja en el escritorio, la lección de piano y el temblor de tierra que nos reúne a todos en el centro del patio mientras oscilan enfrente los muros de la catedral, la niña de nuestros sueños, la lección no aprendida y la tarea no empezada, el lápiz rojo y las estampillas de correo, la caja de colores de Amatitlán, el gato, el perro y el caballito, el barrilete, las primas […], el purgante y la cara dura del médico, el uniforme de la escuela, el olor del café tostándose, de los tamales de Nochebuena, un remordimiento, la flor escondida entre el libro de gramática, la muerte de la abuela…


Luis Cardoza y Aragón
Fragmento de Guatemala, las líneas de su mano (1955)


Cuestiones para tener en cuenta y preguntas sugerentes:

  • Leer el texto en silencio dos o tres veces.

  • Tratar de ver lo que cuentan estas imágenes (no importa que algunas no nos cuenten nada porque no conocemos a qué se refieren, con las que podamos ver alcanza).

  • Leerlo por lo menos una vez en voz alta.

  • Apartar el texto de nuestra vista, tomar una hoja y un lápiz para:

    • Escribir no más de seis o siete minutos empezando igual que Cardoza y Aragón, o sea: La tierra es eso… pero luego escribir sobre lo que venga a la mente sobre nuestra propia tierra, automáticamente, sin detenerse ni pensar si está bien o no lo que surge.

    • Tratar de que casi todo lo que se escriba se pueda ver, que sean imágenes que hablen de lugares, personas, objetos, colores, situaciones específicas.

    • No preocuparse en absoluto por si lo que se recuerda fue así o se deformó por el tiempo transcurrido.

c Trabajos de los participantes en el taller

La tinta roja crea
tangos reos
estandartes comunistas
Carmines robados en zaguanes prestados
Y dolor
La tinta negra crea
Heraldos peruanos
Cuervos arteros
Gatos maléficos
Y dolor
.


La selva
En la selva busco resguardo del sol,
el verde me llama me embriaga
y voy
.
Susurran mi nombre un millón de cigarras.
Avanzó despacio, buscando un olor
sintiendo en mi piel la humedad, los pájaros, el calor...


Mis pies se hunden
por el verde soy
un aroma a flores a orín de jaguares con notas de sol.
Avanzo, me hundo y ya no soy yo
.
A mis últimas huellas las devora su Dios.


La tierra es eso
Su mano leve, añosa, seca.
Su ritmo suave y firme
siempre presente.
Sus cantos para hacerme dormir,
sus recitados cuando la música ya no alcanzaba.
La tierra es eso, mi tierra es eso que llaman abuela.
Su amor, su paciencia,
mi madre en tierra
.


La selva

Atrapante lugar lleno de vida, de sonidos, olores y colores, aunque se imponen los distintos verdes. Allí donde predomina la oscuridad, a veces, se deslizan como caricias, derrames de luz solar que iluminan las altas copas de los árboles.

Gran parte de su suelo está formado por una mullida alfombra de hojas secas que el tiempo y las lluvias ayudarán en su descomposición.

Los aromas y colores varían constantemente por la variada y exuberante flora selvática, entre ellas las bellísimas orquídeas surgiendo entre helechos gigantes.

Zonas impenetrables, sombrías, salvajes, donde bestias dejan sus huellas pesadas marcando su presencia. Se escuchan aullidos, rumoreantes sonidos dado la gran diversidad de quienes allí habitan, sobreviviendo en tamaña adversidad […].

La diversidad de seres vivos es infinita, aves de todos tamaños y coloridos, millones de insectos y microorganismos pertenecen a la población viva de la selva compartiendo ese impenetrable sitio de nuestra tierra.

Las lluvias lavan el follaje arriba, abajo forman arroyos, caídas de agua que chisporrotean bajando apuradas en su trayecto.

Misteriosa y tenebrosa selva donde escasamente podría sobrevivir un ser humano.

Mágica, rumoreante y poderosa ofrece la diversidad de vida y es sin duda el mayor aporte de oxígeno para el planeta.


La tierra es eso…

Es prenderse a la teta, conectarse con sus miradas, madre e hija, sonreírse, dejar aflorar una sonrisa y ver fluir ese vital líquido blanco, tibio, que nutre y retomar la succión con deleite.

Es dar los primeros pasos, los primeros tropiezos y caídas.

Es sorprenderse sobre la bicicleta, antes de los tres añitos ¡y salir andando sin rueditas!

Es cómo competías con el sueño para que siga a tu lado contándote cuentos.

Es aquel jardín donde un día vino una suplente y les dijo que tendría que ir conociéndolos, y saltó esa vocecita diciendo…. Claro… porque vos sos nuevita.

Es la otra escuela donde comenzaste en sala de tres años y continuaste la primaria hasta la mudanza. Cuántas actividades y amiguitas/os dejaste allí.

Es esa tarea del papá de despertarte, prepararte el desayuno, lidiar hasta que aprendió a peinarte con las dos colitas y ayudarte a ponerte la jumper azul.

Es la intoxicación en un cumple con chizitos, nunca más los volverías a probar.

Es la ventanita que dejaban los dientes al caer.

Es la alegría de ver llegar del trabajo a la mamá. ¡¡¡Cuánto la necesitabas!!! […]

Es cómo por fin te enamoraste del lugar y comenzaste a trepar los cerros y disfrutar del lago.

Es eso de tu primer amor y las lágrimas por él ocasionadas.

Es ver cómo quedó atrás la niña y surgía la hermosa, tierna y valiente mujer.


¿Sueñan?

¿Sueñan las casas que son barcos?

Sí, la casa del barrio San Julián sueña que es un barco.

Sueña que, en la inmensidad del océano, allí donde el cielo se une con el mar se encuentra Galeano, el barco de bandera argentina.

Sueña que es un barco donde existe todo lo necesario para vivir.

Sueña albergar allí con calidez a quienes lo necesiten.

Sueña brindarles las caricias de los primeros rayos de sol y sus diversos e intensos rojos atardeceres.

Sueña regalar un tapiz de espumas de olas plateadas.

Sueña ser regado con gotas saladas.

Sueña impactar con un cielo cubierto de negras nubes desplazándose cercanas.

Sueña embriagar con el sonido grave de las olas y del mar rugiendo en las profundidades.

Sueña ser acunado con bríos por ráfagas de vientos y dormirse feliz.


Sueñan los barcos ser casa.

Sueñan en cada puerto que son casas, sienten que sus anclas se convierten en cimientos. Sueñan que los viajeros y tripulación son inquilinos, que se van de paseo y regresan cuando lo desean. Los sueña alegres con andar ligero y seguro. Con rostros que manifiestan alivio. Unos borrachos de bebida, otros simplemente de alegría. Sueñan que el bullicio llega de una plaza cercana, la música se escucha a cualquier hora […].

Sueñan al viento susurrar entre los árboles, musicales sonidos que penetran a través de las ventanas abiertas arrullándolo.

Al amanecer, el sueño se apresta a despertar.


  • De la propuesta de cambiar una o más palabras del texto presentado

“Juegan los crustáceos divertidos
a caminar para atrás,
esconderse en los ombligos de arena
y sumergirse en el agua salada.
Crustáceos divertidos,
sólo saben vivir bien.
Carcajadas de mar, la marejada.”

Juegan los grillos divertidos
a cantar al compás,
esconderse en los rincones oscuros
y camuflarse en la hierba.
Grillos divertidos
que sólo saben chillar bien.
Carcajada de grillos, heridas de oídos
.


“La tinta verde crea jardines, selvas,
prados, follajes donde cantan las letras.”

La tinta roja crea semáforos
descompuestos, banderas, mártires,
médicos sin fronteras y la mitad
de mi anhelo
.

La tinta negra, crea la noche a pesar
de las rebeldes estrellas, la bandera
de Morgan, los agujeros de Stephen
Hopkins y la otra mitad de mi anhelo
.


  • Trabajo a partir de la lectura de un fragmento de novela escrita por Luis Cardoza y Aragón (Guatemala).

En la tórrida penumbra de la enmarañada vegetación, los sonidos se aplacan lentamente.

Alguna mariposa se esfuerza en su húmedo vuelo, buscando la senda que le permita el descanso. El enjambre de orquídeas conocido la orienta y evita así el extravío. De pronto, un sonido de ramas secas llama su atención. El paso ingrávido de un tigre.

Se eleva más y el oleaje de resinas le resulta vivificante.


c Comentario final

De la lectura de los trabajos de esa jornada, no sólo queda un agradable sabor de boca: queda un material valioso para disfrutar, analizar e incluso utilizar como punto de partida para nuevas escrituras. Su lectura también permite sacar algunas conclusiones y realizar algunas sugerencias:

  • Si en un encuentro de cuatro horas se generaron todos esos textos, lo que se puede lograr en un proyecto sostenido en el tiempo es muy grande en calidad y cantidad.

  • No hay obras literarias para expertos y escrituras para principiantes; o, por lo menos, esto no es cierto en su gran mayoría. En el modo de acercamiento a la obra, reside el éxito o el fracaso de los vínculos que se puedan establecer con ella.

  • El diseño de los talleres de escritura libre de riesgo tiene dos momentos clave: la selección de los fragmentos de las obras a partir de las cuales la escritura podría fluir más fácilmente, y el diseño de las consignas que ayuden a encuadrar la producción.

  • El tiempo del que se disponga para la producción es relevante; es conveniente que no sea prolongado para hacer evidente que la escritura puede surgir de inmediato, pues luego siempre habrá tiempo para ampliar, reducir o modificar todo lo que cada uno desee.

  • Los tiempos de conversación posteriores a la producción también son muy valiosos. Por lo general, en ellos se descubre que la sonoridad de lo escrito y las imágenes visuales que pueden generar aportan una cuota de interés que es inexplicable si no se advierte desde la producción y la lectura de los productos. En la sonoridad, las metáforas y las imágenes que se provoquen reside la esencia de lo que solemos llamar literatura.

  • La diversidad de edades, trayectorias y experiencias de los participantes enriqueció el encuentro. Vidas diversas generan voces diversas. La homogeneidad de los grupos en cuanto a edades y formación lectora puede aportar en el plano de la reflexión sobre las escrituras que produce, pero no necesariamente en su calidad.

NOTAS

* Maestro y, desde hace más de veinticinco años, formador de maestros en varios países de América Latina. Reside en Argentina, donde dicta seminarios y conferencias. Pasa algunos meses del año en México dando charlas y talleres a maestros, profesores de educación media y educadoras de nivel preescolar.

c Créditos fotográficos

- Imagen inicial: i.pinimg.com

- Foto 1: Equipo de biblioteca popular Lago Puelo

- Foto 2: Equipo de biblioteca popular Lago Puelo

- Foto 3: Equipo de biblioteca popular Lago Puelo

- Foto 4: Equipo de biblioteca popular Lago Puelo