Conocer para proteger nuestra salud: LOS VIRUS ![]() A lo largo de la historia de la humanidad, se han presentado severas infecciones causadas por microorganismos. Desde hace ya tiempo, gracias al conocimiento resultante del avance de la ciencia y la tecnología, se ha logrado combatir o aminorar los efectos negativos que algunos de aquéllos causan a los organismos que infectan. Tal es el caso de algunas bacterias y virus que se combaten con vacunas o cuyo contagio se reduce mediante el lavado de manos o la aplicación de geles que contengan alcohol. En este artículo trataremos el tema de los virus, ya que el conocimiento sobre algunos de ellos nos permite proteger nuestra salud.
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c Conocer para proteger nuestra salud: los virus
Si bien el primer virus descubierto fue el del mosaico del tabaco, en 1887, por el microbiólogo ruso Dimitri Ivanovski, en la actualidad, y de acuerdo con el Comité Internacional de Taxonomía Viral, existe un registro de más de dos mil especies de virus en todo el mundo, los cuales se encuentran clasificados en 128 familias y 567 géneros.[1] El Comité Internacional de Taxonomía Viral, en su lista de 2020, consigna que la familia Coronaviridae está formada por la subfamilia Orthocoronaviridae, que a su vez contiene cuatro géneros: Alfacoronavirus, Betacoronavirus, Gamacoronavirus y Deltacoronavirus, con 38 especies de virus.
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c Pero ¿qué son los virus?
Los virus son agentes acelulares que por lo regular infectan a otros organismos, ya sea a un huésped específico –como arqueas, bacterias, hongos, algas, protozoarios, plantas, animales como los humanos– o a distintos huéspedes. Independientemente de a quién infecten, el hecho más importante es que los virus necesitan parasitar a un organismo para poder reproducirse utilizando las células de éste, ya que son incapaces de hacerlo por sí solos. Los virus son como paquetes que en su interior contienen genes con la información para producir más copias. Por lo general, el paquete está formado por una estructura externa, compuesta por proteínas, a la que se le da el nombre de capsómero y puede tener diferentes formas. En el interior del capsómero se encuentra la información genética (ácido nucleico). También hay algunos virus que presentan un envoltorio que les ayuda a protegerse y algunas estructuras accesorias que les posibilitan infectar a sus huéspedes (véase imagen). ![]()
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c ¿Cómo son los virus?
Los virus pueden tener diferente tamaño, material genético, forma y envoltura dependiendo de su especie y el huésped que infectan. Veamos cada una de ellas. Tamaño El tamaño aproximado de los virus puede ser de 18 hasta 2000 nanómetros (nm), lo que representa una quinta parte del tamaño de una bacteria, por lo que sólo pueden verse utilizando un microscopio electrónico. Entre las familias de los virus, éstos varían de tamaño dependiendo de la especie, como se puede apreciar en la siguiente tabla.
Material genético Los virus pueden tener uno de estos dos tipos de material genético: ARN (ácido ribonucleico) o ADN (ácido desoxirribonucleico). Las características de sus ácidos nucleicos, de acuerdo con el sistema de clasificación de Baltimore (Shaffer, 2019), permiten clasificar a los virus según el tipo de cadena que forma su material genético, el cual puede ser de cadena sencilla o de cadena doble.
Forma La forma del virus está determinada por la forma de su cápside, que puede ser muy variada, pero generalmente corresponde a una de cuatro formas: poliédrica, esférica, filamentosa o helicoidal, y compleja (con cabeza y cola). En los virus, los poliedros más comunes son los que presentan 20 caras (icosaedro), pero también hay algunos virus cuya cápside presenta 12 caras (dodecaedro).
Formas geométricas que puede presentar la cápside de algunos virus Envoltura Algunos virus pueden presentar una envoltura compuesta por lípidos, se trata de una capa de grasa que los protege (estos virus generalmente son esféricos y filamentosos). Esta envoltura la adquieren al ser liberados de la célula que infectan. Tal característica es muy importante, ya que facilita la eliminación del virus a través del uso de agua y jabón o de geles que contengan entre 60 y 90 por ciento de alcohol. Los virus de influenza y los coronavirus presentan una envoltura lípida, por lo que la desinfección de las manos o superficies en que se encuentran es más sencilla y fácil en comparación con los virus no envueltos. Estos últimos requieren sustancias que cambien el pH ácido a alcalino o viceversa para poder así alterar a la cápside.
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c El agua y el jabón en acción
El secreto está en la combinación de agua, jabón y tiempo, ya que el agua por sí sola no es capaz de eliminar a los virus con capa grasosa (lipídica). Veamos cómo funciona esta combinación. El jabón está formado por dos tipos de moléculas:
Las moléculas del jabón que atrapan o se pegan a la grasas se une a la envoltura grasosa del virus de tal forma que lo encapsulan de la misma forma como encapsulan a la grasa presente en nuestras manos. Mientras tanto, las moléculas del jabón que son afines al agua quedan afuera, expuestas al agua que utilizamos al enjuagarnos las manos, y son arrastradas por la corriente de agua. Las moléculas del jabón que atrapan o se pegan a la grasa se unen a la envoltura grasosa del virus de modo que lo encapsulan de la misma manera como encapsulan a la grasa de nuestras manos. Entretanto, las moléculas del jabón que son afines al agua quedan afuera, expuestas y arrastradas por el agua que utilizamos al enjuagarnos las manos. El efecto del jabón también radica en la capacidad que tienen sus moléculas para alterar los enlaces que mantienen unidos a los lípidos, proteínas y material genético (ARN) desarmando, por así decirlo, al virus. ![]() Es importante tomar en cuenta que, para que el jabón surta efecto, se requiere que esté en contacto con las manos durante determinado tiempo. Por ello, la Organización Mundial de la Salud recomienda que este proceso de lavado dure al menos veinte segundos. Para facilitar este cálculo a niños y niñas, se recomienda que canten alguna canción infantil al lavarse las manos. ![]()
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c Gel con alcohol
Los únicos geles que resultan efectivos para inactivar a los virus son los que contienen una concentración de alcohol de entre 60 y 90 por ciento, pero deben usarse por al menos 20 segundos y acompañarse de frotación de las manos por ambos lados, así como las uñas y entre los dedos. ♦
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c Referencias
SHAFFER, C. (2019). The Baltimore Classification System. En: News Medical Life Sciences, 26 de febrero [en línea]: <www.news-medical.net/life-sciences/The-Baltimore-Classification-System.aspx>. Ir al sitio Notas * Gary García-Espinosa es doctor en Ciencias Veterinarias (Inmunología aviar). Trabaja en el Departamento de Medicina y Zootecnia Aviar de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, donde es profesor titular.Alejandra Alvarado Zink es maestra en Ciencias. Responsable del Área de Educación y Comunicación Ambiental, Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM.
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c Créditos fotográficos
- Imagen inicial: Shutterstock - Foto 1: Imagen tomada de: userscontent2.emaze.com/images/8a30d720-f958-4bfc-86b3-a7466989321d/ 737c4f07-4a3b-42be-a18d-68290b7be4d4.png - Foto 2: Shutterstock - Foto 3: Alejandra Alvarado Zink - Foto 4: Correo del Maestro a partir de www.who.int/csr/resources/publications/swineflu/gpsc_5may_How_To_HandWash_Poster_es.pdf CORREO del MAESTRO • núm. 288 • mayo 2020 |