Cuestión de TIEMPO

Claudia Hernández García[*]

Si tenemos que pesar un camión lleno de arena, de poca utilidad nos será la báscula con que nos pesamos en el baño; tampoco nos será de utilidad dicha báscula para saber si la carta que enviaremos llevará uno o dos timbres. Un ‘metro’ es de utilidad para medir centímetros, pero no nos servirá para medir con precisión el grueso de una lente de contacto. Además, si queremos comprar un tornillo con un diámetro de 5/16 de pulgada y en la tlapalería sólo tienen un ‘metro’, el dependiente tendrá que hacer un poco de aritmética antes de poder surtir nuestro pedido; su escala es diferente a la de nosotros. La masa y la longitud se pueden dividir en pedazos de cualquier tamaño predeterminado que uno quiera; algunos tamaños serán mucho más prácticos que otros y son aquellos que se vuelven más comunes y usuales. El punto importante es que todos los involucrados se pongan de acuerdo en la escala que se utilizará; el litro de jugo de jitomate medido de acuerdo con la escala de la compañía que lo produce, puede ser muy distinto del litro de gasolina medido de acuerdo con la bomba de la gasolinera. También el tiempo se mide usando una escala. Por razones prácticas, la escala existente fijada por el giro de la Tierra sobre su eje [el día] y por su rotación alrededor del Sol [el año], constituye la escala básica a partir de la cual las otras se han derivado

ANTONIO FERNANDO SARMIENTO GALÁN

Tomado de Antonio Sarmiento (2016). El fantasma cuyo andar deja huella. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica (Colección La ciencia para todos, 103), pp. 26-27.

Antonio Fernando Sarmiento Galán estudió Física y Matemáticas en la Facultad de Ciencias de la UNAM y el doctorado en Matemáticas aplicadas en el Queen Mary’s College de la Universidad de Londres en el Reino Unido. En la actualidad es investigador del Instituto de Matemáticas de la UNAM en la Unidad Cuernavaca, Morelos. En 2014 se integró al equipo de asesores del proyecto de restauración del Museo de la Luz de la UNAM.

Actividad
Actividad
En esta ocasión les proponemos una actividad relacionada con nuestra manera de medir y concebir el tiempo. Traten de compartir sus reflexiones con alguien más para conocer sus diversas experiencias.
  1. Piensa en al menos 10 unidades que usemos para medir el tiempo.


  1. El siguiente es un típico acertijo sobre relojes. Supón que tienes dos únicos relojes: uno que se atrasa a razón de 1 minuto por hora y otro que no tiene pila. El reloj que no tiene pila nos da la hora correcta dos veces al día, a la hora que marcó justo antes de detenerse. El otro, en cambio, no nos da la hora correcta en todo el día porque constantemente se atrasa. ¿Si tienes que escoger uno de los dos para salir, cuál elegirías y por qué?


  1. Si el tiempo se congelara y luego se descongelara, ¿cuál es el tiempo máximo que podría pasar congelado?




  1. Existen dos posturas filosóficas sobre el concepto del tiempo: Newton afirmó que el tiempo es una dimensión que transcurre uniformemente sin importar lo que pase en el universo; como una cinta trasportadora infinita en la que van ocurriendo eventos. Leibniz y Kant, por su parte, sostuvieron que el tiempo no es una entidad que pueda fluir ni un contenedor de eventos, sino la manera en la que secuenciamos y comparamos eventos. Para ellos el tiempo no es un evento o una cosa y, por lo tanto, no podemos medirlo ni viajar a través de él. ¿Con cuál de las dos visiones estás más de acuerdo?


Soluciones
  1. El tiempo se puede medir en décimas de segundo, segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años, lustros, siglos y eras geológicas, entre otras unidades.

  2. Uno podría pensar que señalar dos veces la hora correcta es mejor que nunca señalar la hora correcta. Sí, pero en la práctica, el reloj que se atrasa es la mejor opción porque nos da una hora aproximada a la exacta durante todo el día y eso es más útil que tener la hora correcta sólo dos veces al día. Si se atrasa a razón de 1 minuto por hora, a lo largo de una jornada de 18 horas se habrá atrasado sólo 18 minutos; tener la hora con unos minutos de retraso puede ser más útil que no tener ni la menor idea de la hora que es a lo largo de todo el día.

  3. Nada, porque mientras el tiempo está congelado, el tiempo no pasa.

NOTAS

* Técnica académica de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM.
Créditos fotográficos

- Imagen inicial: Correo del Maestro

- Portada del libro El fantasma cuyo andar deja huella: Digitalización del original

- Foto 1: Shutterstock

- Foto 2: blogatu.ro

- Foto 3: Shutterstock

- Ilustraciones de Newton: cienciasexactaslicqui.blogspot.com; Leibniz: lurkmore.to; Kant: a2.ec-images.myspacecdn.com