El misterio detrás del PUSH THE BUTTON[1] Alejandra González Dávila[*] ![]() Las matemáticas tienen una carga social sumamente negativa, que los medios refuerzan continuamente. Muchos líderes de opinión y personajes públicos expresan con frecuencia que en sus años escolares “fueron muy malos en matemáticas”, lo cual vincula a esta disciplina con algo abstracto e inalcanzable y genera un cierto rechazo a su aprendizaje. El misterio detrás del push the button
A esta situación, que ocurre en muchos países, se suma un problema adicional asociado con el género. Diversos estudios indican que los niños muestran mayor interés en las matemáticas que las niñas y que ellas prefieren la lectura. Los resultados de las pruebas de PISA (OCDE, 2012) reportan que, en 6 de cada 10 países, los niños tienen mejor desempeño en matemáticas que las niñas, pero en todos los países, ellas sobrepasan –por mucho– a los niños en sus habilidades de lectura. Aun las niñas que obtienen buenos resultados declaran tener menor confianza que los niños para aprender matemáticas. Existen muchos datos interesantes relacionados con el género en esta prueba; por ejemplo, en materia de desempeño, 60 por ciento del puntaje más bajo de los estudiantes de 15 años corresponde a los chicos, y 40 por ciento, a las chicas. Un misterio detrás del interés por saber cuáles son las secuencias de instrucciones que hacen que funcione un programa, cuál es la causa y el efecto implícito de una acción codificada, también puede resolverse si escudriñamos en las expectativas familiares. Las encuestas aplicadas a padres de familia de tres países (Chile, Hungría y Portugal) revelan que 50 por ciento de los padres de familia esperan que sus hijos estudien una profesión vinculada con ciencias básicas, ingeniería, matemáticas, informática o computación, mientras que sólo 20 por ciento esperan que sus hijas lo hagan. Es necesario incrementar el pensamiento matemático entre la población y especialmente en las niñas, más allá de los egresados o estudiantes de carreras del área STEM,[2] en virtud de que este tipo de pensamiento implica una serie de habilidades importantes para comprender la vida cotidiana, inmersa en un mundo de imágenes digitales, de símbolos que contienen información vastísima y de representaciones que requieren ser interpretadas para tomar decisiones de distinta índole. Aunque la gente no lo sepa, hay modelos matemáticos en muchas de sus actividades. Los datos actuales muestran un incremento de la demanda de profesionales que tengan habilidades matemáticas en diferentes industrias y áreas de conocimiento. La necesidad de tener un pensamiento matemático es indiscutible, y ciertas formas de uso de la tecnología pueden ser grandes aliadas en esta labor. Frente a los detractores del aprendizaje de las matemáticas mediante la tecnología, que consideran que ésta hace que los alumnos no piensen, la doctora Celia Hoyles replica con una sencilla pregunta: ¿los libros de papel y el pizarrón hacen que el aprendizaje sea mejor? ▼ ¿Qué hay en la caja negra?
¿Cómo atender el reto de revertir esta situación negativa de la caja negra en matemáticas y convertirla en área de oportunidad? La doctora Hoyles participa en proyectos para el London Knowledge Lab, en colaboración con Richard Noss, codirector del laboratorio. Ambos son partidarios de fomentar el pensamiento matemático a través de la programación, frente a otros usos de la tecnología empleados en la enseñanza de las matemáticas (o en disciplinas STEM). Desde luego que el empleo de recursos digitales como las representaciones dinámicas e interactivas puede ser muy útil para aprender matemáticas, pero Hoyles y Noss apuestan por la computación para desarrollar el pensamiento matemático que las genera. En la actualidad, ambos trabajan en un programa piloto[3] en escuelas de educación básica con el propósito de que los niños aprendan matemáticas a través del software Scratch,[4] una aplicación creada para fomentar el pensamiento creativo, el razonamiento sistemático y la colaboración entre pares. Los niños aprenden a programar para hacer juegos, animaciones y robótica. La investigación de Hoyles y Noss surge a partir de la premisa de que el proceso de programación emplea códigos que deben escribirse en cierto orden para lograr las secuencias de instrucciones que los niños desean. De esta manera, se desarrolla en ellos la representación, el pensamiento lógico, la relación causa-efecto, entre otras operaciones mentales que van tornándose más complejas conforme los niños avanzan. Se espera que con los resultados del programa piloto se incorpore la asignatura de Ciencias Computacionales en la educación básica de Inglaterra (no aplica para Escocia). Se emplearía Scratch mediante un diseño curricular de enfoque constructivista que facilite la participación activa de alumnos y maestros, y que vaya de lo simple a lo complejo para construir la lógica que subyace en el push the button. ![]() ![]() Aplicación de descarga gratuita y compatible Guía de inicio ![]() Códigos para crear juegos, animaciones y robótica ![]() ![]() ![]() Bibliotecas de objetos y fondos ![]() Ejemplo de un proyecto terminado Para más información: - Hoyles, C. (2012). Retos y reflexiones sobre la educación matemática. En: Teoría, crítica y práctica de la educación matemática, pp. 135-152. Núria Planas (coord.). Barcelona: Graó. Disponible en: <pagines.uab.cat/nuria_planas/sites - Universidad de Valladolid. Programando matemáticas con Scratch. Guías MATCH [en línea]: <scratch.infor.uva.es/match/> [consultado: 8 de agosto de 2016]. Ir al sitio ![]() A diferencia de otros enfoques, la incorporación de la programación como una asignatura del currículo a través del proyecto ScratchMaths tiene el propósito de que tanto maestros como alumnos participen activamente, creando ellos mismos la secuencia de instrucciones que deben codificarse para llevar a cabo lo que se espera que una máquina realice. Aprender el lenguaje de la programación permite escudriñar la lógica detrás de la acción y anticipar lo que debe suceder creando un algoritmo. La caja negra que encierra el misterio detrás del push the button se abre para mostrar que es posible aprender matemáticas desarrollando las estructuras mentales que éstas requieren y sin la carga social que refuerza su ignorancia. ♦ ▼ Referencias
OCDE (2012). The ABC of Gener Equality in Education [en línea]: <www.oecd.org/pisa/keyfindings/ENG-PISA-infographic-gender.pdf> [consultado: diciembre de 2015]. Ir al sitio NOTAS* Maestra en Ciencias con especialidad en Investigación Educativa. Coordinadora de evaluación y académica presencial y en línea del Programa La ciencia en tu escuela de la Academia Mexicana de Ciencias. Investigadora sobre uso de tecnología.
▼ Créditos fotográficos
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