En esta ocasión hablaremos de nuestros ancestros en su etapa evolutiva como mamíferos. Proponemos este trabajo principalmente para los alumnos que cursan la escuela secundaria. En otras oportunidades abarcaremos su faceta evolutiva como reptiles, anfibios, peces, hasta llegar a la vida como organismos unicelulares.

Invitamos a estimular las inteligencias múltiples (Howard Gardner, Paidós, 2011) de los estudiantes con la elaboración de un móvil hecho con su propia silueta. Las inteligencias que están en juego son la lógica matemática, con el contenido de este artículo; la inteligencia visual espacial, concretada en la elaboración del móvil; y la inteligencia emocional, con la ayuda del maestro para sensibilizar a los jóvenes en el aprecio de la evolución y el estudio del origen de la vida, desde las propuestas de Darwin y la conciencia de ser todos parte del mismo tronco común de nuestra especie.

1. Cada alumno se acuesta sobre papel cartoncillo o doble cartulina y solicita el apoyo de un compañero para trazar la silueta de todo su cuerpo. Luego, recorta el contorno.

2. El alumno dibuja su cara o bien puede pegar una fotografía de su rostro; si es posible, una fotocopia al tamaño real.

3. Divide el cuerpo en nueve secciones:

   3.1. Homo sapiens.

   3.2. Homo erectus.

   3.3. Homo habilis.

   3.4. Australopithecus.

   3.5. Dryopithecus.

   3.6. Proconsul.

   3.7. Eosimias.

   3.8. Eomaia.

   3.9. Morganucodon.

Escoge la parte corporal de acuerdo con el número de secuencia, que corresponde de los años más recientes a los años más antiguos. En la parte frontal va el dibujo o foto del ancestro y en la parte posterior algunas características distintivas del mismo.

4. El alumno echa mano de su imaginación para ilustrar su móvil.

5. Corta cada sección de la figura humana y hace un agujero en la parte superior, en donde anuda un hilo, estambre o cordón y ata una varilla (cartón, madera, popote).

La vida que conocemos como tal está en la Tierra, específicamente en la biosfera; es el hábitat de los organismos vivos, nuestra casa desde que se originó la vida, en su forma más simple, como organismos unicelulares. Organismos que fueron evolucionando, junto con la biosfera, hasta tener más y más células, para convertirse en organismos pluricelulares. De esos organismos, la transformación pasó por muchas etapas que comprenden millones de años, con varias ramificaciones que parten del mismo tronco común del origen de la vida.

Como seres humanos pertenecemos a la rama del Homo sapiens, del género Homo y especie sapiens. Clase: mamífero. Orden: primate. Familia: hominidae.

Nuestra especie sapiens nos distingue de los demás homos que existieron, y de los que tenemos noticia gracias a las investigaciones de los restos fósiles.

Nos centraremos en los homos de los que provenimos en línea vertical.

Durante los últimos 250 mil o 300 mil años:

• Posee un cráneo considerablemente mayor que el de sus ancestros (1800 cm³).

• Camina erecto sobre sus dos miembros inferiores.

• Tiene capacidad para vivir y colaborar en grupo.

• Elabora planes de ataque de animales para conseguir alimento.

Posteriormente:

• Desarrolló métodos de autoalimentación: la agricultura.

• Produce obras artísticas; de ello hay evidencia en Francia (el llamado “hombre de Cromagnon”), así como en Altamira, España.

• Crea religiones.

• Reflexiona sobre su propia existencia.

• Hace ciencia y tecnología.

Los Homo sapiens y los Homo neanderthalensis coexistieron en Medio Oriente y en Europa Oriental. Sin embargo, las causas de la extinción del segundo todavía se desconocen. La investigación está abierta a la posibilidad de que ambas especies se hayan cruzado sexualmente, aunque queda por descubrirse si su descendencia hubiera podido ser fértil.

Hace entre 300 mil y 2.5 millones de años:

• Específicamente el Homo erectus que salió del continente africano a colonizar parte de Euroasia y el sureste asiático y por tanto con capacidad de dispersión.

• Menor capacidad craneal que el Homo sapiens (de 600 a 1000 cm³).

• De complexión fuerte: 1.75-1.80 m de altura y 70 kg de peso.

• Fabricó herramientas de obsidiana y pedernal, con filo y mangos de madera, que manipuló con destreza.

• Utilizó el fuego.

• Se alimentó de raíces, frutas, semillas y carne.

• Llegó a ser caníbal.

Hace entre 1.6 y 2.4 millones de años:

• Posiblemente sea la primera especie del género Homo.

• Capacidad craneal de entre 590 y 650 cm³.

• Alcanzó 1.20-1.50 m de altura y 45 kg de peso.

• Pequeño.

• Brazos desproporcionadamente largos.

• Se alimentó de raíces, frutas, semillas y a veces carne.

• Postura erecta (antes que el Homo erectus).

• Fabricó y manipuló herramientas primitivas de pedernal y obsidiana.

• Se sabe que existieron al menos dos especies de Homo habilis y que convivieron con el Homo erectus.

Hace entre 2.5 y 4 millones de años:

• Es el homínido más antiguo. No entra en las especies del Homo. Los paleoantropólogos suponen que el Australopithecus afarensis conocido como Lucy fue nuestro ancestro. Aquí se deslinda de otros homínidos, sus parientes más cercanos: orangutanes, gorilas, bonobos y chimpancés. De este último, nos separamos hace 6 o 7 millones de años, de ahí que el parecido bioquímico entre el hombre y el chimpancé es de 98 por ciento.

• Capacidad craneal de entre 430 y 550 cm³.

• Alcanzó entre 1.20 y 1.50 m de altura y 50 kg de peso.

• Postura semierecta.

• Extremidades superiores más largas que las inferiores.

• Pasaba más tiempo en los árboles que en las llanuras.

• Utilizó ocasionalmente rocas y trozos de madera, sin logar modificarlas como herramientas.

• Omnívoro.

• Habitó en la sabana.

• Inicia el ensanchamiento de la pelvis de las hembras para tener crías con mayor capacidad craneal.

Hace entre 13 y 15 millones de años:

• Fue un prehomínido, antepasado de los homínidos.

• Capacidad craneal no mayor de 400 cm³.

• Alcanzó 1.20 m de altura y 35 kg de peso.

• Postura casi cuadrúpeda.

• Los brazos tanto o más largos que las piernas. Morfología apta para habitar en los árboles.

• Articulación de su primera vértebra lumbar (el atlas) con el cráneo impedía que su posición fuera erecta.

• No figura la bipedación como característica, como tampoco para los demás homínidos.

• Dientes caninos largos y prominente hocico.

• Fue frugívoro y habitó en la selva.

• Sin cola.

Hace unos 25 millones de años:

• Son simios (sin cola) agrupados en el género llamado Proconsul, después de la separación de los monos (con cola).

• Muy similares en aspecto físico y en costumbres a los chimpancés actuales de talla mediana.

Hace unos 40-45 millones de años:

• Llegó a 15 cm de altura y 300 g de peso.

• Primate.

• Larga cola.

• Vivió en las ramas de los árboles casi toda su existencia.

• Visión estereoscópica, es decir, ojos situados hacia el frente.

• Extremidades planas y con uñas.

• Dedos pulgares oponibles.

• Caminó en cuatro patas.

• Habitó en el bosque.

• Insectívoro y frugívoro.

Hace 125 millones de años:

• Mamífero que probablemente está en la línea de evolución del hombre por el encuentro de fósiles con presencia de pelo.

• Talla no mayor a la de una ardilla.

• Insectívoro.

• Homeotermo.

• Quizás el primer mamífero placentario.

Hace 205-210 millones de años:

• Convivió con los dinosaurios.

• Llegó a medir 10 cm y pesar 27 g (no más grande que un ratón contemporáneo).

• Hábitos de vida nocturna para escapar de los depredadores y buscar alimento.

• Homeotermo.

• Cuadrúpedo cubierto por pelo.

• Insectívoro.

• Habitó en la selva.

• Se desconoce su mecanismo reproductor (si fue ovíparo, ovovivíparo, marsupial o placentario).

• Sobrevivió a la tercera extinción masiva en importancia durante nuestra marcha evolutiva, que se atribuye a un cambio climático.

Este retroceso en el tiempo nos ha llevado a reseñar someramente varias características de algunos de nuestros ancestros mamíferos. En otra ocasión, incursionaremos en la descripción de ancestros todavía más lejanos en el tiempo; pudiera hablarse de ellos como nuestros ancestros en las etapas de reptiles, anfibios, peces, y más allá hacia la génesis de nuestros propios orígenes como la vida misma.♦