Cambianúmeros

Claudia Hernández García[*]

Sentado en la biblioteca de la calle Milton había un niño de diez años con la mirada fija en el problema matemático más perverso de cuantos existen. Con frecuencia, la mitad de la dificultad de un problema matemático radica en comprender de qué se trata, pero en este caso la cuestión era sencilla. Consistía en probar que x n + y n = z n no tiene solución con números enteros cuando n es mayor que 2. A Andrew no le intimidó saber que los genios más brillantes del planeta habían fracasado en la búsqueda de la demostración. Se puso a trabajar de inmediato utilizando todas las técnicas de su libro de texto para intentar la demostración y rehacerla. Quizá podría encontrar algo que todos los demás, excepto Fermat, hubieran pasado por alto. Soñaba con sorprender al mundo.

Treinta años más tarde, Andrew Wiles estaba preparado. Frente al auditorio del Isaac Newton Institute garabateaba la pizarra cuando, de pronto, esforzándose por contener la alegría, miró fijamente al auditorio. […]

Con la tiza en mano, se volvió a la pizarra por última vez. Unas pocas líneas finales de lógica completaron la prueba. […] Wiles escribió el enunciado del último teorema de Fermat, se volvió hacia el auditorio y dijo con modestia: «Creo que lo dejaré aquí».

Doscientos matemáticos aplaudieron y vitorearon para celebrarlo. Incluso aquellos que habían anticipado el resultado se sostenían incrédulos. Después de tres décadas, Andrew Wiles creía al fin haber alcanzado su sueño y, tras siete años de reclusión, ya pudo develar su cálculo secreto. Sin embargo, mientras la euforia se extendía por el Newton Institute, la tragedia estaba a punto de saltar. Wiles disfrutaba del momento, pero ni él ni nadie dentro de aquella habitación eran conscientes de los horrores que iban a llegar.”

SIMON SINGH


Tomado de Simon Singh (2019). El enigma de Fermat. Ciudad de México: Booket Paidós, pp. 50-51.

Simon Lehna Singh es doctor en física de partículas y divulgador de la ciencia de origen inglés. En esta obra Singh hace un recuento detallado –y accesible para todo público– de la historia del último teorema de Fermat, uno que tardó más de 350 años en demostrarse.

c Actividad
Actividad

La actividad que se propone en esta ocasión se sugiere para estudiantes de segundo de primaria en adelante.


Primer reto. Tomar los siete segmentos de línea que conforman el número 8 para formar otros números. No hay restricción de cómo formarlos.



Segundo reto. Mover uno de los segmentos que forman los dígitos del número 289 para formar:

a) Un número menor.

b) Un número mayor.



(Para adaptar este reto a niñas y niños prescolares, se pueden usar números de menos cifras, o bien, presentarles dos números cuya diferencia sea sólo la posición de un segmento, por ejemplo: 289 y 280, para que identifiquen qué segmento se movió a fin de llegar de uno a otro.)


c Soluciones

Soluciones


Estos retos tienen varias soluciones, aquí presentamos algunas. Sin embargo, quizá lo más relevante de actividades como ésta es que las y los estudiantes se den cuenta de que hay varias formas de resolver un problema y de que pueden verificar la validez de su solución.

Primer reto. Con dos segmentos, por ejemplo, se pueden construir el 1, el 7 y el 11.



Otra posibilidad: con seis segmentos, se pueden construir el 6 y el 14.



Segundo reto. Dos posibles soluciones para cada inciso:



Notas

* Maestra en Filosofía de la Ciencia. Técnica académica de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM.

c Créditos fotográficos

- Imagen inicial: Shutterstock

- Portada del libro El enigma de Fermat: Digitalización del original

CORREO del MAESTRO • núm. 295 • Diciembre 2020