Las funciones
DE LA SEMILLA
Bárbara Peisajovich[*] ![]() La biología considera ser vivo a todo organismo en el que ocurren procesos de gran complejidad, como la posibilidad de autoperpetuarse, crecer y diferenciarse, intercambiar con el ambiente y transformar materia y energía, responder a estímulos, autorregularse, evolucionar. Entonces, ¿cómo visibilizar esta unidad de funciones en la enorme diversidad de seres vivos que hay? ¿Qué decisiones y modelos de seres vivos tomar a la hora de planificar trayectos de actividades que permitan construir estos saberes? He aquí una propuesta para trabajar en el primer ciclo de educación primaria.
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c Las funciones de la semilla
Con frecuencia, los niños de temprana edad consideran seres vivos a los organismos no humanos con los que más se relacionan: las mascotas. Esta asociación persiste durante muchos años y eventualmente es reforzada por los medios de comunicación, que ilustran a los seres vivos con animales vertebrados, y casi exclusivamente, con mamíferos. ![]() En este contexto, al no tener mayor interacción con las plantas, éstas prácticamente no son percibidas como seres vivos sino hasta que se entra en contacto con el clásico dispositivo de germinado de un frijol que, salvo que algo resulte mal, fascina prácticamente a todos con la maravilla de la aparición de las diferentes partes. ![]() Algunos maestros centran la actividad de los germinados en el registro de la aparición y el desarrollo de algunas estructuras; a veces promueven la reflexión en torno a las condiciones que hacen posible la germinación, por ejemplo, la luz o el agua; pero raramente plantean la propuesta de pensar en la germinación como una de las funciones que permiten visibilizar y definir a las plantas como seres vivos: la función de reproducción.
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c Propiedades de los seres vivos
Existe consenso en la comunidad científica de que son las funciones, y no los materiales de los que están formados, lo que permite denominar seres vivos a determinados organismos y no a otros. Por ello, el concepto de ser vivo es quizá uno de los más complejos de construir, puesto que no se trata ya de reconocer esa condición en la diversidad de seres, sino de distinguir cómo esa diversidad de seres llevan a cabo determinadas funciones que permiten atribuirles la condición de seres vivos. Sin duda, las plantas son un grupo privilegiado para comenzar la construcción de estos saberes, ya que están presentes en diferentes momentos de la vida de los niños, desde la alimentación hasta en las calles, plazas y parques por los que circulan. Cualquiera de esas instancias resulta óptima para formular recortes didácticos en los cuales no sólo problematizar y conocer la gran diversidad de vegetales, sino también visibilizar algunas de las funciones propias de los seres vivos, como la reproducción y la adaptación a los diferentes medios. Además, las plantas constituyen un excelente modelo para trabajar en la escuela primaria, ya que es posible manipularlas haciendo cortes o tinciones, y observarlas con lupa o microscopio. Profundizando en su estudio, es posible interpretar distintos fenómenos como el crecimiento, la reproducción y la adaptación de diferentes estructuras. ![]() “Sólo una tercera parte de los niños de 6 años consideran a las plantas como seres vivos, idea que sólo aumenta hasta las tres cuartas partes a los 15 años” (Bell, 1981 apud Barberá et al.).
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c La semilla, un buen modelo para trabajar la función de la reproducción en los seres vivos
Una de las funciones que mayormente se reconocen como propias de los seres vivos es la de reproducción, y la mayoría de los niños identifican a la semilla como la responsable de iniciar este proceso. Sin embargo, no resulta tan evidente qué partes de la planta podrían ser semillas. La siguiente secuencia didáctica está pensada para trabajar la función de las semillas en los primeros años de la escuela primaria. Actividad 1 Presentación de la actividad y planteamiento del problema Se presentan platos con mandarinas y manzanas enteras y partidas. A continuación, se alienta a los niños a comerlas y se les pregunta: ¿Cómo podemos hacer para obtener más frutas como estas? ![]() ![]() Algunos afirmarán que se consiguen en el supermercado, pero se repregunta: ¿Y cómo llegaron al supermercado?, ¿dónde crecen? Cuando mencionan que es posible plantarlas, el docente recuerda de manera general el ciclo de vida de un árbol de mandarina y les interroga: ¿Y qué parte de la fruta nos permite hacer más árboles de mandarina? Luego los invita a separar las partes con las que crean que es posible hacer crecer más árboles de mandarina y manzana. Se espera que los niños separen las semillas de las frutas que se les presenten y las coloquen aparte. En ocasiones, algunos niños separan los cabitos de los frutos e incluso fragmentos de las cáscaras, en cuyo caso es preciso también separarlas e incluirlas con las semillas. Actividad 2 ¿Cómo podemos saber si las semillas “hacen crecer” nuevas plantas? Los niños proponen sembrar las partes que separaron y se procede a hacerlo. Se plantea que es preciso rotular los contenedores indicando qué parte y a qué planta corresponde cada una. ![]() ![]() Actividad 3 Anticipación, ¿qué hay en el interior de una semilla? ¿Qué esperan que suceda con las semillas? Se pide a los niños que dibujen lo que creen que ocurrirá con las semillas al cabo de un tiempo, que indiquen qué fenómenos esperan observar en el desarrollo de las plantas y cómo las semillas participan de este proceso. ![]() A partir de esas anticipaciones, se reflexiona con los alumnos sobre el hecho de que las estructuras salen de la semilla. En función de ello, se les pide que dibujen lo que creen que hay en el interior de una semilla. (Generalmente, los niños creen que las partes adultas de las plantas están preformadas en la semilla y con frecuencia las representan así en sus esquemas.) Actividad 4 Observación cuidadosa del interior de una semilla En esta actividad se pretende dirigir y orientar la información hacia las características internas de las semillas. Para ello, se utilizan lupas y semillas de frijol. ![]() Es importante brindar instrucciones precisas acerca del uso de las lupas: colocar la lente a la altura de los ojos y acercarla y alejarla del objeto observado hasta obtener una imagen nítida. A esa distancia, se le conoce como punto de foco, y al área que cubre, área focal. Además, los niños aprenden a registrar lo observado y compararlo con un esquema general intentando reconocer algunas de las estructuras del dibujo en las semillas que se les brindan. ![]() Finalmente, los alumnos comparan los esquemas que resultan de la observación con las anticipaciones que formularon. Con preguntas tales como ¿en qué se parecen los dibujos que hicieron al principio con las observaciones que hicieron con lupa?, ¿en qué son diferentes?, se les alienta a establecer criterios para comparar sus creencias iniciales con lo que efectivamente observaron con la lupa. Para ampliar la información, intentarán identificar y reconocer las partes de las semillas que observaron con esquemas como el siguiente: ![]() Actividad 5 Exploración de las semillas de otras plantas y salida de campo para Esta actividad puede realizarse en cualquier espacio en el que crezcan y se desarrollen plantas; basta con que haya hierbas y arbustos en los cuales los niños puedan seleccionar y eventualmente recoger lo que ellos consideren semillas. ![]() Antes de la salida ¿Cómo se reproducen las plantas que vemos en las plazas y en los parques?, ¿qué partes de esas plantas son semillas? Se explica que esta salida consiste en recolectar las partes de las plantas que se crea que son semillas, para lo cual hay que cortar o tomar las partes que se considere que permiten que la planta se reproduzca. ![]() Durante la salida Durante la actividad de recolección es preciso mostrar a los niños cómo tomar partes de las plantas sin dañarlas. Deben llevar pinzas o tijeras para cortar las partes que consideren necesario, así como papel absorbente para envolverlas y una bolsa para guardarlas. También hay que rotular las bolsas con el nombre común de la planta. Actividad 6 Análisis y organización de lo recolectado en la salida de campo Después de la recolección, de vuelta en el aula, se pone a discusión entre todos, cuáles son, a su entender, semillas y no semillas. Se les pide que justifiquen sus afirmaciones con lo observado previamente y se les alienta a clasificar el material recolectado en esos dos grupos. En esta instancia, sólo se pretende que los niños elaboren una primera clasificación en una tabla de dos columnas. ![]() Al armarla, surgirán debates acerca de dónde colocar cada estructura y el docente planteará las preguntas: ¿Cómo podemos saber si la pieza que tomaron es una semilla o no lo es? ¿Cómo podemos saber si algo es o no es una semilla? También es útil preguntar a los alumnos: ¿Qué ocurriría si sembramos todas las semillas juntas? ¿En qué condiciones tenemos que sembrarlas para garantizar que germinen? En esta instancia, se les pedirá que anoten una experiencia en la que describan las condiciones de siembra y que anticipen los resultados. ¿Qué resultados esperan obtener? ¿Cómo los interpretarán? Se espera que concluyan que si brota o germina es una semilla. Una posibilidad es armar dos maceteros, en uno se colocan todas las clasificadas como semillas y, en el otro, las no semillas. Se les pedirá que las distribuyan según su criterio. Es conveniente colocar arena en lugar de tierra, ya que ésta podría contener semillas de antemano. ![]() ![]() Actividad 7 Registro y análisis de los resultados Los alumnos podrían registrar lo observado en una tabla como la siguiente:
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c A modo de cierre…
Retomamos el problema: ¿Cómo podemos hacer para obtener más frutas como las mandarinas o las manzanas? Se espera que los alumnos respondan haciendo referencia a las funciones de las semillas. ![]() ![]() Luego se profundiza en las características de las semillas, en lo que anticiparon y lo que finalmente observaron que hay en el interior de las semillas. Repasan el uso y la función de las lupas y su importancia para observar más de cerca las cosas pequeñas. Al analizar los datos de la tabla, se podrá concluir que todo lo que germinó proviene de una semilla. No obstante, se plantean las siguientes cuestiones: ¿Podemos estar seguros de que todo lo que no germinó es porque no se trata de una semilla? ¿Habrán germinado todas las semillas?, ¿qué podría haber ocurrido? Podrán investigar en libros de texto o páginas de Internet previamente seleccionadas para arribar a conclusiones generales, por ejemplo: al igual que el resto de los seres vivos, las plantas se reproducen. Para ello, se valen de unas estructuras a las que llamamos semillas y que en su interior contienen el embrión que dará origen a una nueva planta. Las semillas se forman en las flores que luego dan lugar a diferentes frutos, como la manzana o la mandarina. ♦
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c Referencias
BARBERÁ;, E., A. Bolívar, J. R. Calvo et al. (2017). El constructivismo en la práctica. Madrid: Laboratorio Educativo, Barcelona: Grao. NOTAS* Bárbara Peisajovich es profesora de Enseñanza Primaria, profesora de Ciencias Naturales y especialista en didáctica de las Ciencias Naturales. Titular de la cátedra Enseñanza de las Ciencias Naturales en el Instituto Superior del Profesorado en Educación Especial (ISPEE), en Buenos Aires, Argentina.
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c Créditos fotográficos
- Imagen inicial: Shutterstock - Foto 1: www.educando.edu.do - Foto 2: mariapazdocente.blogspot.com - Foto 3: www.montessoriencasa.es - Foto 4: Shutterstock - Foto 5: Shutterstock - Foto 6: huertoginesmorata.blogspot.com - Foto 7: ceipsebastianmartin.blogspot.com - Foto 8: www.imagui.com - Foto 9: modulodecienciayambiente.blogspot.com - Foto 10: natalieteachperu.blogspot.com - Foto 11: Shutterstock - Foto 12: morriscountynj.gov - Foto 13: Shutterstock - Foto 14: modulodecienciayambiente.blogspot.com - Foto 15: viaorganica.org - Foto 16: Shutterstock - Foto 17: www.imagenesmy.com/imagenes/ciclo-de-la-vida-manzano-33.html |