Concepciones del maestro:
TIC Y CALIDAD DE LA EDUCACIÓN*

Isabel Cristina Aristizabal Zuluaga Claudia María Mesa Torres
Edwin Mauricio Santa Jiménez[**]


El siguiente estudio de caso, con un enfoque cualitativo, describe las concepciones sobre las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que se implementan en el aula. Se trata de un trabajo que es producto de análisis documental, encuesta y entrevista, para resaltar asuntos relevantes que evidencian las perspectivas sobre uso, mediación y apropiación de TIC, concebidas como parte de procesos ciberculturales y de inclusión digital que repercuten sobre la gestión educativa y la calidad de la educación.



c Introducción

En la actualidad se conjuga el encuentro de las generaciones de emigrantes y nativos digitales, en donde el ser, el saber y el hacer se forjan con diferentes formas de participación y apropiación del conocimiento, con eco en la política educativa. Ésta abarca el desarrollo de acciones que integran TIC e innovación como estrategia de transformación de las prácticas pedagógicas que promueven la calidad de la educación.

Hoy se asiste a la democratización del acceso a las TIC con miras a la inserción de la población en la sociedad del conocimiento (Cabero, 2013); al mismo tiempo, conceptos como tiempo y espacio se transforman, al igual que la educación, en una sociedad de aprender a aprender.


c Fundamentación teórica

Cibercultura

Sobre la cibercultura, desde la propuesta de Suaza y Rueda (2011) –quienes citan a Lévy, (1999 y 2007), Escobar (2005) y Martín-Barbero (2005)–, se entiende que:

… este cambio tecnosocial está ligado a las transformaciones de la sensibilidad, la ritualidad, las relaciones sociales, las narrativas culturales y las instituciones políticas, que están produciendo una novedosa relación entre movimientos y colectivos sociales y tecnologías de la información y la comunicación (TIC), entre unos saberes locales y una acción política que no pasa –exclusivamente– por las instituciones tradicionales, ni por sus estrategias, programas y políticas de acción, sino por una comunicación en red, por dispositivos digitales y móviles, blogs, y, en general, por los espacios de interacción en Internet (Suaza y Rueda, 2011: 24).

Por tanto, la cibercultura se puede entender como el conjunto de interacciones que suceden en las comunidades en inmediaciones de la tecnología, que se tornan autóctonas, se automatizan y se convierten en un hábito. Esto se puede comprender como una acción transversal a los momentos que se viven en la escuela. El aprendizaje adquiere sentido en la medida en que existe relación con lo otro y con el otro, donde el ser se moldea a diario por el saber y el hacer, se condiciona por múltiples factores que le proporciona el entorno y que implican la modificación de comportamientos, conceptos, imaginarios y, en definitiva, la toma de decisiones en función de lo político, cultural y social.


Calidad de la educación

Cuando la educación promueve sujetos pensantes, ellos pueden contribuir a la construcción y el afianzamiento de nuevos enfoques para el conocimiento de la realidad.

La calidad de la educación es un asunto inmerso en la gestión educativa, la cual se puede definir como el conjunto de procesos, decisiones y acciones para desarrollar, ejecutar y evaluar las prácticas pedagógicas. En dicha gestión, los responsables de las instituciones formulan programas de formación docente que se enfocan en criterios pertinentes de calidad, para que, durante su desempeño, formen estudiantes con capacidad de entender la realidad de forma racional, crítica y autónoma (Botero, 2009).

Dentro de la gestión educativa se incorporan asuntos que propenden al mejoramiento continuo, por ejemplo, la evaluación como proceso sistémico, dialógico y holístico que logra la construcción de estructuras cognitivas, valorativas, de acción y de gestión. Asimismo, la gestión educativa promueve la confluencia de voluntades y determina responsabilidades para apuntalar la institución en la comunidad con suficiente versatilidad y asimilar los cambios a los cuales se debe someter y posicionar en el entorno social; además, se preocupa por la cualificación docente desde una perspectiva ética, científica y académica, que también depende del colectivo al replantear el compromiso institucional que incluye la responsabilidad de padres, estudiantes, docentes y directivos en la búsqueda de la calidad de la educación.


TIC e inclusión digital

En el panorama de la innovación tecnológica educativa, se presenta un efecto de inclusión digital mediante la apropiación de TIC, lo que también conlleva identificar la existencia de una exclusión digital que, para Ortoll, Casacuberta y Collado (2007), tiene su origen en la falta de conexión por el déficit de recursos físicos, en la falta de contenidos por la carencia de recursos digitales, en la falta de capacitación por la escasez de talento humano, en la falta de confianza por la insuficiencia de recursos sociales o comunitarios y en la falta de sostenibilidad de los procesos.

La diferencia entre inclusión y exclusión refleja una brecha digital (Serrano y Martínez, 2003), que se vincula a las limitantes de los sujetos con respecto a las TIC: en donde existe desmotivación, el aprendizaje se segrega, la conectividad es discontinua y los contenidos son desiguales; por ello, pese a la expansión de las TIC, no se garantiza la inclusión digital de forma completa.

Con el propósito de mitigar el efecto de la brecha digital, se acude a estrategias para que emigrantes y nativos digitales que no cuentan con los recursos de acceso y conectividad (Prensky, 2001) participen en proyectos de alfabetización digital (Ortoll, Casacuberta y Collado, 2007), a fin de que potencien su autonomía en la sociedad de la información y adquieran habilidades que los sitúen en diferentes niveles de competencia.

Las escuelas contemporáneas son consumidoras masivas de TIC y pueden innovar con este tipo de tecnología para su propio empleo (De Acuña y Agenjo, 2005). Asimismo, para la inclusión digital se requiere el desarrollo de competencias que den cuenta de nuevas formas de comunicación. Ha de tenerse en cuenta que las TIC por sí solas no trascienden en el quehacer educativo, a no ser que exista el acompañamiento docente o la formación académica idónea para el desarrollo de los contenidos (Sutton, 2012). Además, la construcción de los aprendizajes y la didáctica se deben dar a partir de una postura sociocultural (Peláez, 2011).

c Resultados

Sobre inclusión digital

La aplicabilidad que los docentes proporcionan a las herramientas tecnológicas para las sesiones de clase convierte a los estudiantes en actores dinámicos, expectantes y creativos; asimismo les concede una visión amplia del mundo y la capacidad de incrementar sus conocimientos sobre los sucesos que ocurren en él desde diversos ángulos: sociales, culturales, políticos, entre otros. También tienen la oportunidad de desarrollar acciones que les permiten crear nuevas ideas, modificar comportamientos, establecer relaciones entre conceptos, interactuar con miembros afines y de diferentes contextos socioculturales para construir conocimiento y desarrollar competencias. En este sentido, uno de los docentes de nuestro estudio refleja cómo dicha mutación permite a los estudiantes adquirir cierto nivel de independencia:

Hay mucho tipo de conocimiento que ha permitido que los estudiantes se vuelvan más preguntones de las cosas, pero también el docente ha querido cambiar el rol de omnipotente conocedor de lo humano que no se las sabe todas, sino que es un rol de, “listo, no me las sé, averigüemos”, y a los pelaos les encanta que los pongan a averiguar cosas (Entrevista 9, 26 de noviembre de 2014).


Sobre interacción

Los procesos cognitivos y tecnológicos son productos sociales no acabados porque no satisfacen toda la curiosidad del ser humano; por el contrario, plantean preguntas que se resuelven en la construcción de ideas que describen hechos, explican fenómenos, desarrollan habilidades y argumentan relaciones o reglas ya existentes; y, como consecuencia, se da la interacción como enfoque de proceso colaborativo. Por tal razón, potenciar la docencia a través de la interacción digital es llevarla a las aulas y entregarla a los estudiantes para que naveguen y construyan conocimiento.

La interacción define el intercambio cultural y social como elemento central de las actividades de educación con TIC; además, requiere un lenguaje universal y eficiente para la comunicación entre quienes comparten la intención de construir conocimiento acerca de un universo de procesos. El medio tradicional ha sido el docente, el libro, el pizarrón, es decir, herramientas análogas que hoy vale la pena considerar de forma pragmática, dinámica y pertinente:

Voy a permitir que el estudiante se vaya solo, sin tener la posibilidad de comunicarse, o le voy a ayudar a crear un universo de comunicación, de interacción, de exploración de sus posiciones, [para] entender que puede aprender de este otro. [Esto] tiene que ver con ese enfoque sociocultural vigotskiano de entender cómo yo tengo la responsabilidad de construir conciencia con el otro (Entrevista 4, 28 de noviembre de 2014).

La tecnología es la herramienta en la interacción digital, porque en la acción de aprender y conocer, se cautiva al estudiante con los sentidos dirigidos a la construcción de aprendizajes. El intercambio de información con sujetos, cultura y saberes previos se potencia como producto de la interacción, gracias al manejo de la información de forma colaborativa. Al entender la interacción digital como una estrategia que fortalece la acción de aprender, recrear, crear y conocer, la actividad docente no puede dar la espalda a ello, sino que es necesario asumirla para brindar calidad a la educación.


Sobre la construcción de conocimiento

El desarrollo del pensamiento cognitivo y de competencias para el desempeño en un mundo que se impregna de tecnología, comunicación e información es uno de los fines de la educación. En este sentido, en la formación académica con un enfoque en el qué se aprende, cómo se aprende y para qué se aprende, se da cuenta de procesos metacognitivos en relación con las TIC:

Las TIC son como esa herramienta dinamizadora de todos los procesos de formación; yo considero que incluso es como la columna transversal de un proceso exitoso de formación… concibo las TIC como todas esas herramientas, esos recursos que me permiten transformar mi ambiente de aprendizaje en un ambiente diferente al real, que motive el aprendizaje del estudiante (Entrevista 15, 14 de noviembre de 2014).

Se desarrollan procesos de pensamiento con participación de recursos didácticos que constituyen estructuras mentales básicas para intercambiar o interactuar en la construcción del conocimiento desde un trabajo colaborativo. Sin embargo, la proliferación de organizaciones sociales y grupos fragmenta la esencia del individuo por los diversos referentes que de manera continua modifican la condición social, moral y cultural y tocan las fronteras de la identidad con el afán de satisfacer las demandas que llevan a las personas a vivir con levedad, en función de ser vistas y dejar al descubierto su intimidad. De igual forma, la modorra, el desgano y la pereza por el hacer, efecto de la tecnología, desplazan el deseo de conocer, crear e innovar, y apaciguan el compromiso con la comunidad y el planeta. La ausencia de utopías, la saturación de deseos satisfechos por la sociedad de consumo, los homogeniza, los conforma sin interés por intervenir en políticas sociales y de estado.

Hoy, el tiempo de los estudiantes se invierte en la interacción a través de videojuegos, redes sociales, páginas web sin restricciones, lo que provoca una saturación de información que desborda los límites de comprensión de su madurez intelectual. Por ello, conocer las características propias del estudiante brinda claridad frente a las acciones pedagógicas que se deben implementar en la escuela para hacer de la educación un ejercicio pertinente, eficiente y eficaz y, por tanto, con calidad. Para llegar a este panorama, se requiere que los docentes se actualicen y busquen estrategias pedagógicas pertinentes para la implementación de las políticas públicas educativas que tienen el fin básico de formar de manera integral al individuo y, a su vez, responder a las necesidades que presenta la sociedad.

Las TIC evolucionan y se transforman a diario, son transversales a las áreas del saber y su uso en las clases desplaza la presencialidad; sin embargo, las estrategias de orientación, seguimiento y evaluación de la clase magistral y tradicional deben permanecer.


Los estudiantes se convierten en actores dinámicos, expectantes y creativos cuando los docentes proporcionan las herramientas tecnológicas en las clases


Sobre la calidad de la educación

La relación de la educación con las TIC representa un parámetro de calidad en el proceso de aprendizaje y enseñanza, en donde los docentes reconocen su presencia en las actividades del quehacer educativo. Ellos plantean la necesidad de un cambio sistemático dentro del currículo, donde se incluya una metodología pedagógica experiencial con uso de herramientas pedagógicas y tecnológicas que generen calidad en el desarrollo de las clases por su pertinencia y coherencia con la realidad.

Las TIC en educación son “un esfuerzo por dar a conocer cómo la utilización de los recursos electrónicos se ha incorporado en las diferentes prácticas pedagógicas y para el uso y apropiación de las mismas tanto de los docentes como de los estudiantes” (Ramas, Ruiz, García, López y Martínez, 2015: 10). Los docentes consideran que las TIC son una pauta para generar calidad en los procesos metodológicos y de enseñanza en la clase, y que, según su uso, pueden desencadenar un aprendizaje significativo que se refleje en la acción de los estudiantes.

La tecnología genera cambios en el papel de los estudiantes y docentes desde el momento en que transforma los medios para aprender; por ejemplo, cuando el uso de Internet desplaza a los libros, porque aquél, además de tener el mismo contenido en medio digital, ofrece imágenes, clases dirigidas, simuladores, entrevistas, entre otros; los cuadernos ahora son los blogs, allí se puede interactuar con las propuestas y comprensiones de otros compañeros de clase, sin límites de tiempo ni de espacio. La participación y la moderación en los ambientes virtuales de aprendizaje propician el desarrollo de otras formas de lenguaje y escritura, donde ocurren actos propositivos frente a la realidad y su significación. Hay referenciación a razón de las redes que se generan y hay actos reflexivos donde se transforma la imagen que se tiene del mundo.

En la virtualidad se está inmerso en redes sociales que desde la academia deben generar aprendizaje y construcción de conocimiento colectivo, e involucrar los saberes previos, la cultura, el contexto y las condiciones de cada participante. Hoy el estudiante y el docente son creadores, participan de redes y comparten intereses sin limitaciones sobre asuntos cotidianos; el estudiante es activo y líder, responsable de los niveles de aprendizaje que puede alcanzar, y en ello radica su calidad educativa. Asimismo, el aula también debe cambiar: ese espacio estándar, cerrado, aislado y de fiel copia e instrucción es análogo al tiempo actual.

El papel del docente en materia de calidad de la educación es fundamental para orientar, acompañar y guiar a los estudiantes en la construcción del conocimiento, en el proceso de apropiación de su entorno y de reconocimiento de sí mismos como agentes activos de una sociedad, en la interiorización de saberes significativos que los lleven al cambio sociocultural para la toma de decisiones. Se hace necesario entonces que el docente disponga de las herramientas básicas que le permitan desarrollar actividades dirigidas al mejoramiento de la calidad de la educación en los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Otro aspecto para que haya calidad en la educación es la transversalización de las TIC en el currículo como apoyo en los procesos de formación y socialización, tanto para el aprendizaje de sus usos como para profundizar en los contenidos de las áreas del conocimiento. Al parecer, la mayor acción que los docentes sienten como indicativa de calidad en la educación al realizar las clases con TIC, tiene que ver con la motivación de los estudiantes por la comunicación rápida y su cobertura. Las TIC permiten innovar, problematizar, interactuar con padres, docentes y estudiantes; además, influyen de manera positiva en el aprovechamiento académico por las formas de presentación visual y de intervención frente a la construcción del conocimiento entre pares.

En la actualidad, la educación sufre una transformación en el saber pedagógico. La apropiación del aprendizaje ya no es memorística, y el conocimiento no es del dominio exclusivo del docente. Se debe trabajar en forma integral la historia, la epistemología, el entorno sociocultural y las TIC. Estas últimas deben ser los medios para construir conocimiento, con trabajo cooperativo, donde prevalecen las relaciones entre sujetos para codificar la información, organizarla y categorizarla en un sistema cognoscitivo global y coherente. Aquí el sujeto debe ser capaz de resolver problemas, elaborar discursos que respondan a preguntas problematizadoras, efectuar actividades distintas a las del pasado y concebir nuevas pautas de comportamiento y conducta social.


Las TIC deben ser los medios para construir conocimiento con trabajo cooperativo

c Conclusiones

Cada generación de docentes que se forman en asuntos relacionados con las TIC resulta tener menos experiencia en el manejo de éstas en comparación con los estudiantes, quienes, al ser nativos digitales, permanecen a la vanguardia en el manejo de las herramientas tecnológicas. En este sentido, los docentes de educación primaria se deben formar con mayor intensidad en estos asuntos, ya que ellos orientan a los estudiantes que nacen en el auge de la tecnología, de la información y la comunicación. Por supuesto, en la secundaria debe continuar la formación con acciones más allá del uso meramente instrumental de las herramientas y los lenguajes de programación.

Los docentes son conscientes de la relevancia que han adquirido las TIC en el terreno de la educación, donde generan a su profesión docente y a las instituciones educativas un mayor prestigio y productividad, ya que les permiten brindar un servicio integral que, a su vez, exige revisión de forma permanente y continua para su mejoramiento.

A pesar del entusiasmo e interés de los docentes por implementar TIC en sus acciones de clase, proyectos y dinámicas de trabajo, su relación con dichas herramientas se sujeta más que a la mediación e interacción al uso e instrumentación. Con este propósito, se hace necesaria la formación y actualización en el campo para ofrecer un mejor servicio a los estudiantes.

Las TIC son herramientas que, en relación con el ser, facilitan la construcción de conocimiento en diferentes esferas del aprendizaje y también favorecen las relaciones padres-docentes, padres-hijos y docentes-estudiantes en cuanto implican ciertas formas de interacción, donde los roles de los participantes varían en función de la información que dinamiza la participación, la moderación y la forma de evaluar.

Existe calidad en la educación en la medida que se presenta una relación con las TIC en función del aprendizaje, trabajo colaborativo y todo aquello que, con su intervención, pueda hacer para transformar la gestión directiva, administrativa, pedagógica y los asuntos de la propia comunidad.

c Referencias

BOTERO, C. (2009). Cinco tendencias de la gestión educativa. En: Revista Iberoamericana de Educación, vol. 49, núm. 2 [en línea]: <www.rieoei.org/deloslectores/2811Botero.pdf> [consultado: 28 de septiembre de 2014]. Ir al sitio

CABERO, J. (2013). La formación en la sociedad del conocimiento. En: Indivisa: Boletín de Estudios e Investigación, núm. 10, pp. 13-48. [en línea]: <www.elprofesionaldelainformacion.com/contenidos/2005/noviembre/2.pdf>. Ir al sitio

DE ACUÑA, M.J. y X. Agenjo (2005). Archivos en la era digital: problema (y solución) de los recursos electrónicos. En: El profesional de la información, vol. 14, núm. 6, pp. 407-413.

MESA, C., M. Santa, e I. Aristizabal (2016). Efectos en las prácticas pedagógicas de los docentes que han desarrollado experiencias significativas con inclusión digital postuladas al “Premio Ciudad de Medellín a la Calidad de la Educación” 2010-2013. Repositorio UPB. Tesis de maestría. Universidad Pontificia Bolivariana.

ORTOLL, E., D. Casacuberta y A. Collado (2007). La alfabetización digital en los procesos de inclusión social. Barcelona: UOC.

PELÁEZ, A. (2011). Los recursos didácticos digitales y su interacción para la construcción de los aprendizajes. En: Monográfico Maestría en Educación UPB, vol. 6, pp. 219-233. Medellín: Universidad Pontificia Bolivariana.

PRENSKY, M. (2001). Digital Natives, Digital Immigrants. En: On the Horizon, vol. 9, núm. 5, pp. 1-6.

RAMAS, F., A. Ruiz, M. García, R. López, y M. Martínez (2015). TIC en educación: escenarios y experiencias. México: Díaz de Santos.

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SUAZA, L., y R. Rueda (2011). Cibercultura, género y política: Hacia una emergente creatividad social y educativa. En: Educació i Cultura, núm. 22, pp. 21-36.

SUTTON, W. (2012). Aprendizaje y educación en la era digital: ¿una primavera estudiantil? En: Chasqui, Revista Latinoamericana de Comunicación, núm. 117, pp. 41-47.


Otras referencias


Entrevista 4 (28 de noviembre de 2014).

Entrevista 9 (26 de noviembre de 2014).

Entrevista 15 (14 de noviembre de 2014).

NOTAS

* El antecedente de este texto es la tesis de maestría “Efectos en las prácticas pedagógicas de los docentes que han desarrollado experiencias significativas con inclusión digital postuladas al ‘Premio Ciudad de Medellín a la Calidad de la Educación’ 2010-2013”.
** Isabel Cristina Aristizabal Zuluaga: profesional en Mercadeo de la Universidad Cooperativa de Colombia; magister en Educación de la Universidad Pontificia Bolivariana; y docente de la Institución Educativa Román Gómez (las tres instituciones, en Colombia).
Claudia María Mesa Torres: licenciada en Educación, Biología y Química por la Universidad de Antioquia; magister en Educación por la Universidad Pontificia Bolivariana; y docente de la Universidad de Medellín (las tres instituciones, en Colombia).
Edwin Mauricio Santa Jiménez: licenciado en Educación Física por la Universidad de Antioquia; magister en Educación por la Universidad Pontificia Bolivariana; y docente de la Universidad de Antioquia (las tres instituciones, en Colombia).


c Créditos fotográficos

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