Leer, comunicarse y aprender
en línea y a distancia

ESTRATEGIAS E INICIATIVAS
A PARTIR DE LA PANDEMIA[*]


Verónica Camacho Trejo Anna Pi i Murugó[**]



En este artículo describimos los retos, dificultades y cambios que han tenido que sortear los padres, madres, tutores y alumnos de educación básica a causa del cierre de las escuelas por la pandemia de Covid-19 y cómo han afrontado el tema de la educación en el hogar. A partir de diversos testimonios, pretendemos ilustrar y rescatar de estas prácticas, cuáles han sido los distintos contextos, los problemas que han enfrentado y cómo los han resuelto, y –sobre todo y más importante– la experiencia que ello nos deja para el futuro. También abordamos las repercusiones de la educación en línea y a distancia, y cómo el acceso a la tecnología y el acompañamiento familiar han incidido en niños, niñas y jóvenes que cursan la educación básica.



c Las escuelas se vacían a causa de la pandemia

Cuando el Covid-19 llegó a México, nadie se imaginó la magnitud de la crisis que sobrevendría, y un día, de pronto, los parques, las salas de cine, los centros comerciales, las calles, las oficinas públicas y privadas y por supuesto las escuelas se vaciaron. Así, 1.5 millones de maestros y 30.7 millones de niñas, niños y jóvenes tuvieron que continuar la escuela desde casa. Esta vez en otro contexto, en otro formato, lejos de sus compañeros, algunos en soledad y sin el acompañamiento de madres, padres o tutores. En ocasiones, con una sola computadora en casa –con suerte– y con el agravante de tener que compartirla entre las actividades escolares y las laborales de los adultos. Muchas veces, sin un espacio definido para llevar a cabo las tareas en el día a día, con una televisión para todos, algunos sin internet, con familias saturadas por las actividades laborales, escolares y del hogar, con poco diálogo con los profesores y en ocasiones con dificultades para comprender y manejar las plataformas digitales requeridas, así como seguir la programación de Aprende en Casa (a partir del 8 de junio sustituida por el programa Verano divertido) que la Secretaría de Educación Pública (SEP) implementó en esta etapa de confinamiento. Todo ello, a veces en contextos de violencia intrafamiliar, en hogares sin agua u otros servicios esenciales, con familias en las cuales el cansancio, estrés, tristeza y angustia hacen mella. De estas experiencias debemos recuperar sus efectos para enfrentar un nuevo reto: el futuro educativo del país (INEE, 2019).

Las escuelas, conjuntamente con los maestros, han implementado distintas acciones y metodologías para seguir el programa educativo del ciclo escolar 2019-2020, especialmente a través de la educación en línea o a distancia, la cual era para muchos un ámbito nuevo y desconocido muy diferente a la educación presencial en las escuelas de educación básica. Ante esta situación, debido a la emergencia sanitaria, y para no interrumpir el ciclo escolar, la SEP inició la programación de Aprende en Casa para intentar llegar a todos los estudiantes del país. Se transmite a través de la televisión abierta y de paga en toda la República, así como por internet –desde la plataforma digital Google for Education– y radio –en 15 lenguas indígenas–, y también abarca materiales impresos. La programación de plataforma multimodal tiene como eje rector los planes y programas de estudio para educación básica y los libros de texto gratuitos con los que cuentan los niños, niñas y jóvenes escolarizados del país. La pretensión es llegar a toda la población estudiantil tomando como base los aprendizajes fundamentales de cada grado escolar para garantizar la continuidad de la educación.


c Cobertura educativa y conectividad

La cobertura educativa en México varía según el nivel educativo, socioeconómico y el contexto (urbano, rural, indígena) de los alumnos y sus familias. Así, la cobertura de primaria es casi universal, pero la asistencia en secundaria y en niveles superiores disminuye a causa de la vulnerabilidad de la población y el contexto, entre otros factores.

La infraestructura de las escuelas ubicadas en localidades rurales y municipios con alto rezago social es, asimismo, la más deficitaria. De las escuelas de educación básica, 45 por ciento carecen de drenaje, 20 por ciento no tienen agua potable y 5 por ciento carecen de energía eléctrica. La conectividad y el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) igualmente tienen variantes, y los datos señalan que en preescolar y primaria, menos de la mitad de las escuelas disponen de computadoras para sus estudiantes (28.4 y 43.1 por ciento, respectivamente). Estos déficits se agudizan en las zonas rurales, indígenas y urbanas pobres debido a la falta de infraestructura tecnológica.

La pandemia originada por el Covid-19 puede recrudecer y aumentar las brechas que ya existen, pues la implementación de las medidas de seguridad sanitaria obligó a cerrar las escuelas y a que los niños, niñas y jóvenes se confinaran en sus hogares, donde se espera que las familias apoyen su educación.

Si bien es temprano para saber exactamente qué consecuencias tendrá en la educación y en el desarrollo vital de los estudiantes el cierre de los centros escolares, hay diversos aspectos que podemos referir sobre posibles impactos de la situación para pensar en el próximo retorno a clases (OEI, 2020; Mejoredu, 2020).

El impacto del confinamiento y del cierre de las escuelas variará según los distintos niveles educativos y los contextos social, económico y cultural de las familias y los estudiantes. Otro aspecto importante es que, en esta etapa de emergencia sanitaria, en la cual niños y niñas deben quedarse en casa, son las personas adultas principalmente (madres, padres y tutores) quienes deben asumir el compromiso de la formación de sus hijos y supervisar y apoyar de manera determinante la realización de las actividades escolares que se les indican a los alumnos, además de velar por la convivencia, respeto y desarrollo armonioso de la vida en el hogar. A todo ello hay que añadir que la educación a distancia o en línea exige a los estudiantes un alto grado de compromiso y disciplina individual, al que no están acostumbrados.


c El acceso a las TIC

En la actualidad existen grandes diferencias entre la infraestructura educativa que tienen las escuelas (privadas, públicas, rurales, urbanas, indígenas, etc.), lo mismo que en los métodos de estudio, diferencias que se extienden entre familias y hogares. No todos los estudiantes, sean de escuela privada o pública, disponen de conexión a internet en sus hogares, o cuentan con computadora, televisión, tableta o celular, herramientas indispensables para el estudio a distancia o en línea.

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2019 (ENDUTIH 2019), en México se contabilizan 20.1 millones de hogares que disponen de internet (56.4 por ciento), ya sea mediante una conexión fija o móvil. En cambio, en el nivel de usuario, la encuesta reporta 80.6 millones de usuarios de internet, que representan 70.1 por ciento de la población de seis años o más; sin embargo, estudiar en línea usando una conexión de telefonía móvil resulta costoso.

Esta encuesta revela que los tres principales medios para la conexión de los usuarios fueron: smartphone, con 95.3 por ciento; computadora portátil, con 33.2; y computadora de escritorio, con 28.9. En cuanto a las principales actividades de los usuarios en la red, 91.5 por ciento correspondieron a entretenimiento, 90.7 a obtención de información, y 90.6 a comunicación.

Respecto a los hogares con televisión, la ENDUTIH 2019 señala que en México, 92.5 por ciento de los hogares cuentan con televisión; respecto al tipo de televisor disponible en ellos, 76.5 por ciento cuentan con al menos uno de tipo digital y 96.0 por ciento de los hogares del país reciben señal de televisión digital a partir de televisor digital, señal de televisión de paga o decodificador, lo que da cuenta de una cobertura casi total del territorio. Los datos y cifras que aquí se reportan, obviamente, tienen una distinta expresión en cada hogar y en cada alumno (INEGI, 2019).

c Diversidad educativa y escolar

La oferta educativa es basta y abarca una gran diversidad de modelos pedagógicos, actividades extracurriculares, instalaciones, etcétera.

Es necesario señalar que, en general, y lamentablemente, los estudiantes de contextos más desfavorecidos reciben menos apoyo de sus familias que aquellos con mejor situación económica y social. Asimismo, los alumnos más rezagados en esta situación de contingencia, en especial en contextos de vulnerabilidad, no pueden recibir una educación individualizada como requieren. La delicada situación económica y laboral de las familias más pobres se agudiza por la emergencia sanitaria, y ello influye de manera determinante en los niños, niñas y jóvenes y en su capacidad de concentración y dedicación al estudio. A lo anterior, hay que añadir que estas familias, en la mayoría de los casos, no tienen acceso a internet ni a dispositivos móviles (computadoras, tabletas, celulares, etc.). En contextos rurales, en comunidades indígenas y para los alumnos con alguna discapacidad, estas situaciones se agravan.

Por ello, distintos especialistas y organizaciones del ámbito de la educación alertan sobre el posible acrecentamiento de las brechas educativas luego del necesario cierre de las escuelas, ante lo cual, los países deben prepararse e ir delimitando estrategias políticas y educativas que impidan esta ampliación de la desigualdad.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) advierte de la brecha existente respecto a la asistencia escolar entre los hogares que se ubican por encima de la línea de pobreza por ingresos (73 por ciento en preescolar, 86.6 en secundaria y 68 en media superior) y los hogares que están por debajo de la línea de pobreza por ingresos (69.5, 79.6 y 51.5 por ciento, respectivamente). Lo mismo ocurre respecto a la población que se encuentra en el decil I de ingresos: 30.8 por ciento presenta rezago educativo, y 15.7 por ciento, analfabetismo, en comparación con la población del decil X: 3.6 por ciento presenta rezago, y 1 por ciento, analfabetismo. ¿Cómo la pandemia incrementará esta brecha?

Otro aspecto que no debemos olvidar es que la violencia intrafamiliar y de género aumenta con el confinamiento en los hogares, derivado, entre otros factores, de la precariedad económica que se padece, del también llamado estrés económico, y de la difícil convivencia en espacios reducidos, carentes de servicios básicos, a veces insalubres, espacios en los que hoy en día varios miembros de la familia tienen que llevar a cabo las actividades que solían hacer fuera de casa.

c Adaptar la escuela en casa: las familias y los estudiantes, juntos en la educación

Adaptar la escuela en casa no ha sido fácil, pues se han enfrentado diversos retos, como adaptar los espacios, tener acceso a las tecnologías y a las plataformas de comunicación, disponer de libros de consulta, contar con el acompañamiento de los padres, madres o tutores, así como sobreponerse al estrés y ansiedad por cumplir con nuevas rutinas.

Durante este periodo de aislamiento, madres, padres y tutores han sido el eje vertebral de la educación de los alumnos. En esta tarea, el nivel educativo, social, económico, la disposición de tiempo para apoyar a los hijos y, sobre todo, el acceso a las tecnologías y la comprensión y manejo de entornos virtuales de aprendizaje han sido fundamentales. Lo cierto es que, en México, no todos los padres y madres se encuentran presentes en casa: ya sea porque se dedican a alguna de las actividades clasificadas como esenciales durante el confinamiento (en el ámbito de la salud o de la seguridad, por ejemplo); o porque necesitan conseguir el sustento diario al carecer de un sueldo fijo o de ahorros; otros más, aunque estén en casa, requieren dedicar mucho tiempo al teletrabajo; y ¿qué sucede si alguno de los padres o madres es docente y tiene hijos a quienes debe guiar y acompañar en la clase virtual, al mismo tiempo que atiende a sus alumnos?

Distintos estudios y especialistas abordan la importancia del involucramiento de las familias en la educación de los hijos. No obstante, es preciso reconocer que los estudiantes de los estratos socioeconómicos bajos tienen escasas probabilidades de tener el apoyo académico de sus familias y de recibir la asesoría individualizada que requieren de parte de la escuela y los docentes.

La pandemia por Covid-19 tomó al mundo por sorpresa, de modo que, docentes, alumnos y familias, de un día a otro tuvieron que cambiar de escenario y de método de estudio. A continuación, recogemos experiencias de cómo se han vivido estos cambios.

c Testimonios sobre el rol de las familias en la educación

Ángeles,[*] madre de Bruno, estudiante de preescolar, platica que en un inicio[2] los maestros consideraron que era importante enviar evidencias de los ejercicios realizados y de la tarea. Sin embargo, pasados tantos días de confinamiento, expresa:


Ahora ya no es tan importante esto, es suficiente con que estén conectados y atiendan la clase en línea y las actividades. Como madre prefiero eso porque para los niños es muy pesado estar atentos y no todos llevan el mismo ritmo. Además, Bruno tiene las tardes libres y puede jugar y hacer otras actividades que igual son significativas. En general, las maestras han hecho un buen trabajo, porque no es nada fácil llevar las clases en línea con niños de cinco años. Si presencialmente no es fácil, en línea menos. Por ejemplo, tuvieron una clase de Desarrollo Humano que fue muy emotiva porque los niños expresaron sus emociones sobre lo que los hace felices o los pone tristes y algunos expresaron tristeza porque no ven a sus amigos y otros porque sus papás están enojados.


Esta mamá también comenta:


Para trabajar, las maestras de Inglés y Español nos envían un cronograma de las actividades del libro que van a realizar y así es más fácil llevar un seguimiento, que nos ayuda mucho para apoyar las clases, porque hay lecciones en las que considero que puedo yo dedicarme a mi trabajo o a actividades de la casa. Respecto a los aprendizajes, Bruno ya sabe las letras del alfabeto, pero la lectoescritura le cuesta mucho y es ahí donde veo que el proceso de aprendizaje se interrumpió y, por mucho esfuerzo que hagan las maestras, dependerá de los padres y de los alumnos.



Cinthia,[3] familiar de Romina y Matías, a quienes apoya en su proceso educativo, y que trabaja en una dependencia de gobierno, comenta que el primer día de clases fue caótico para los dos estudiantes, de tercer y primer grado, respectivamente, y tuvo que seguir las instrucciones de los docentes para los dos grados al mismo tiempo. Romina (de 8 años) y Matías (de 7) estudian en una escuela particular del Estado de México, ambos toman clase mediante las aplicaciones Zoom o Google Meet y apoyan sus actividades con UNOi.[4] De manera general, el proceso para tomar la clase en línea –describe Cinthia– inicia con el pase de lista; luego, repaso de temas y participación de cada uno de los alumnos; enseguida, se dan las instrucciones para realizar las tareas, que deben complementarse con videos como evidencia, donde los alumnos explican el tema visto en clase.



Érika,[5] ama de casa y madre de Santiago (de 11 años), alumno de sexto de primaria en una escuela pública de Ciudad de México, comenta que para ella no ha sido difícil apoyar las actividades escolares de su hijo. Ella lo expresa así:


En casa no tenemos un espacio definido y por lo regular Santiago estudia en el comedor o la sala, donde su papá desarrolla sus actividades laborales. A veces me saturo entre los quehaceres de la casa y el acompañamiento en las clases de mi hijo. Mi esposo también labora en casa y cuando no tiene reuniones virtuales toma la batuta, pero no siempre es así. Santiago lleva la clase con las actividades de Aprende en Casa, aunque cuando mi esposo tiene que atender alguna junta, seguimos la clase en la habitación y muchas veces el hilo se pierde. No podemos tener el control de las juntas de mi esposo, pues casi siempre salen de manera improvisada y por lo regular se extienden en horario.


Érika considera que Aprende en Casa, con sus fallos y problemas, “es una buena iniciativa para que los alumnos no pierdan el ciclo escolar. Hay que rescatar algo positivo de todo esto y no todo debe ser queja”.

Lucero, madre de familia y docente de sexto grado de primaria, que reside en Delicias, Chihuahua, también describe su experiencia como madre y maestra en tiempos de confinamiento, saturada de trabajo y que no comparte como quisiera el tiempo con sus hijos. En el texto que ella escribió menciona que por fin sus dos hijos han descubierto un punto de encuentro entre ambos, tal vez por la ausencia de ella y por el encierro. También apunta que su hija menor le solicitó tiempo para hacer algo juntas, ya que las labores del hogar y su profesión se lo impiden, hecho que la hizo sentir mal. Retomamos aquí parte de la descripción que ella hace de sus experiencias:


…a partir de HOY … A la inversa de los tiempos «normales» como mamá, decido destinar SOLO determinado tiempo de «calidad» para hacer actividades escolares. Nos enfocaremos más a aquellas que fomenten la convivencia, reflexión, desarrollo de habilidades o valores. El resto del tiempo lo invertiremos en la familia. En disfrutarnos. Sé que no soy la única por eso lo comparto, porque tal vez nos sirva para darle el justo valor e importancia a lo que verdaderamente lo tiene (Navarrete, 2020).


Armando,[6] quien es viudo, nos cuenta que en su casa sólo tiene una computadora de escritorio, que comparten sus dos hijos: Alyssa, que estudia tercero de primaria, y Joaquín, que cursa tercero de secundaria. “Para ellos es más fácil descargar los contenidos de Aprende en Casa desde la página de YouTube y tomarse el tiempo para atender la clase.” Armando comenta:


Como yo no estoy en casa, porque hay ocasiones en las que tengo que salir a trabajar, Joaquín ayuda a Alyssa a sus tareas y aclara las dudas que tenga. Y cuando no voy a trabajar estoy atento de que los dos hagan la tarea, pero siempre estoy pendiente de que hayan atendido la clase.

En estos días nos hemos ido acoplando a esta nueva forma de ir a la escuela, el inconveniente de seguir el programa en tiempo real es que no hay tiempo suficiente para que los niños anoten las preguntas que deben contestar en su cuaderno, por eso ellos atienden sus horarios de clase y posteriormente vuelven a consultar el programa en línea. Otro inconveniente es que se juntan dos grados en Aprende en Casa, y Alyssa, que cursa el tercero, tiene que ver temas de cuarto. Además no hay mucha sincronía con los contenidos de los libros de texto y eso es confuso para ellos.

También contamos con el apoyo del maestro, que nos manda los ejercicios de cada tema por WhatsApp, y como padres creemos que es mejor porque son tareas que tienen que ver con las materias que llevan en la escuela y no con el programa de televisión.

c Niñas, niños y jóvenes cuentan sus experiencias

Mientras que en gran parte de las escuelas, cada estudiante dispone de un pupitre y silla para realizar sus labores escolares o tiene la biblioteca de aula y puede desplazarse a otro salón donde se ubica el centro de cómputo y un poco más alejadas se encuentran las canchas deportivas para realizar las actividades de activación física, el hogar no dispone de todo ello. Con la cuarentena, el estudio y trabajo desde casa requieren de libros de consulta al alcance, computadora o tableta, teléfono celular, acceso a internet, cuadernos y material de papelería básico, así como televisión y un espacio definido para la actividad escolar que cuente, además, con buena luz y ventilación. Pero ¿qué pasa si no se tiene un espacio así en casa o si éste se debe compartir con más miembros de la familia?, ¿y si no se dispone del equipo suficiente o si la conectividad a internet no es óptima o no existe?

Romina y Matías en su pequeño estudio

En casa de Romina y Matías hay un pequeño estudio, que se volvió insuficiente. “Ese estudio, además de aula, también se convirtió en mi centro de trabajo, que amplié usando una mesa plegable en la que instalé las dos computadoras móviles, impresora, una tableta y mi teléfono para buscar alguna información que las maestras pedían. Además, allí está todo el material: libros, cuadernos, lápices, pizarrón, carteles didácticos y el espacio se encuentra alejado del ruido de la calle”, expresa Cinthia, la encargada de apoyar a ambos en las clases.

Santiago, de sexto grado, comenta que su única preocupación es realizar el examen para la secundaria. “Aún no sabemos cómo será, dónde será y cuándo será. Mientras, yo sigo las clases de Aprende en Casa y algunas actividades extra que nos mandan los maestros por WhatsApp, pero la llevo bien en casa con mis papás, aunque extraño a algunos compañeros, no a todos”.

Romina expresa que siente temor por el coronavirus, pero le gusta llevar sus clases en línea porque no se siente abandonada, pues su familia la apoya para hacer sus tareas y los videos que tiene que entregar como evidencia. No obstante, expresa que es mejor tomar las clases en la escuela, con todos sus maestros y amigos. “La maestra nos hace divertido el momento de la clase porque todos participamos y nos divertimos cuando alguno de mis compañeros está distraído y la maestra le llama la atención, pero los extraño a todos.”

Vanessa,[7] estudiante de sexto año en una escuela pública del Estado de México, comenta, entre risas, que se aburre mucho con las tareas porque casi todo lo que están viendo en Aprende en Casa ya lo sabe. “Ella es muy lista –comenta Tania, su mamá–. Toma clase en dos horarios: de 11:00 a 12:00 y de 14:00 a 15:00; y después de la sesión tiene una hora para enviar el resultado de sus actividades.” Vanessa tiene un hermano, Marco, de 5 años, quien todos los días a las 8:00 está listo para tomar su clase en Aprende en Casa y, aunque estudia en una escuela privada, se apoya del contenido de la plataforma de la SEP. Marco y Vanessa comparten la computadora, la televisión y la sala, que es el espacio donde realizan sus actividades escolares.

Valeria,[8] estudiante de sexto grado en una escuela privada de Ciudad de México, cuenta que lleva la clase en línea mediante una plataforma en la que se alojan todos los contenidos que se abordarán. Aunque se siente contenta, extraña a sus amigas, la escuela y a sus maestros, el recreo y las actividades deportivas (forma parte del equipo de voleibol de su escuela).

Alyssa, quien cursa tercer año en una escuela pública, extraña a sus amigas y el trayecto de su casa a la escuela, pues le gusta salir a la calle; además, comenta que le desespera tomar las clases en video porque van muy rápido y tiene que pausarlo, así que le consumen más tiempo.


Iniciativas creadas para apoyar el estudio y confinamiento en casa


La contingencia que vivimos a causa de la pandemia de Covid-19 ha dado lugar a ejemplos de solidaridad plasmados en iniciativas que intentan romper con las desigualdades mencionadas. Si bien el confinamiento ha golpeado fuertemente a todos los sectores, entre ellos a la industria editorial y a los museos, también ha habido importantes proyectos que buscan responder puntualmente a las inquietudes creadas por esta situación en los más pequeños de casa, y otros cuya intención es brindar oportunidades de acceso a la cultura y el arte durante el aislamiento. Aunque son múltiples y diversas las iniciativas que se han sucedido, destacamos aquí algunas de las que nos parecen más interesantes para nuestros lectores.

Coronavirus. Un libro para niños y niñas, de Elizabeth Jenner, Kate Wilson y Nia Roberts, con ilustraciones de Axel Scheffler, es un libro publicado por la editorial TimunMas (24 pp.) que se puede descargar gratuitamente.[9] Se trata de un texto escrito con sustento científico y un lenguaje claro y directo, e ilustrado con gran calidad, que explica la situación extraordinaria actual. Para dar una idea más precisa de su contenido, referimos aquí las interrogantes que responde en sus apartados: ¿qué es el coronavirus?, ¿cómo se contagia?, ¿qué sucede si enfermas por el virus?, ¿por qué todo el mundo está tan preocupado?, ¿hay alguna cura para el coronavirus?, ¿por qué los sitios adonde vamos normalmente están cerrados?, ¿cómo es estar en casa todo el día?, ¿qué puedo hacer para ayudar?, ¿y después, qué? Si bien es una obra dirigida al público infantil, también es adecuada para leer en familia.




Mi héroe eres tú. ¡Cómo pueden los niños luchar contra la COVID-19!, libro publicado por IASC (22 pp.), también de descarga gratuita,[10] es, como afirman los responsables del proyecto, una historia desarrollada por y para los niños de todo el mundo. La preparación del material que dio lugar a este texto siguió un camino peculiar, relatado así en sus páginas preliminares:


Este libro fue un proyecto desarrollado por el Grupo de Referencia del Comité Permanente entre Organismos sobre Salud Mental y Apoyo Psicosocial en Situaciones de Emergencia (GR IASC SMAPS). El proyecto contó con el apoyo de expertos mundiales, regionales y nacionales de los Organismos Miembros del GR IASC SMAPS, además de padres, cuidadores, profesores y niños de 104 países. Se distribuyó una encuesta mundial en árabe, inglés, italiano, francés y español para evaluar la salud mental y las necesidades psicosociales de los niños durante el brote de COVID-19. Con los resultados de la encuesta se elaboró un marco de temas que se abordarán en la historia. El libro fue compartido a través de cuentos a niños de varios países afectados por COVID-19. La retroalimentación de los niños, padres y cuidadores se usó luego para revisar y actualizar la historia.


La obra ofrece apoyo para abordar temas relacionados con esta enfermedad. Con ilustraciones y diálogos, y en forma de cuento para los pequeños de la casa, nos aproxima a la realidad de la pandemia, a cómo evitar el contagio y afrontar distintas situaciones que pueden suceder durante el confinamiento. Su lectura da pie para que los niños expresen sus sentimientos y emociones al respecto.



Del ámbito cultural de México, a continuación reseñamos otras iniciativas:

  • La Secretaría de Cultura, mediante su sitio web Contigo en la distancia. Cultura desde casa,[11] ofrece recorridos virtuales de museos y zonas arqueológicas de todo el país; recitales y conciertos, cursos y talleres, juegos y material didáctico, cortometrajes, obras de teatro y una infinidad de actividades tanto para público infantil y juvenil como adulto.

  • Alas y Raíces, además de brindar acceso a las cápsulas de sus tradicionales programas de radio (por ejemplo, Las travesuras de la ciencia, Cantos de amor y de sueños, Alas de colibrí / Música y tradición con los niños de México, o Ripios, garabatos y jitanjáforas), para estos días de confinamiento pone a disposición del público infantil y juvenil, cerca de doscientas dosis de Vitamina Sé,[12] consistentes en videos de narraciones orales, canciones, música, talleres de elaboración de juegos o construcción de objetos sonoros, entre muchas otras actividades (con edad recomendada para cada una), creados por artistas de México.

  • El Fondo de Cultura Económica (FCE), a través del proyecto Lectura Gratuita,[13] apoya el fomento a la lectura en esta etapa de cuarentena y ha puesto a disposición del público, por tiempo determinado, algunos de sus títulos para descarga gratuita y otros para lectura en línea. Así, se puede acceder a los títulos de distintas colecciones para adultos, jóvenes y para niñas y niños. Igualmente, desde su página en Instagram Obras para Niños y Jóvenes FCE, todos los días lleva a cabo actividades de lectura.

  • La Secretaría de Educación Pública también ha dispuesto la descarga gratuita de la Biblioteca Digital Infantil y Juvenil Tripulantes de la Lectura,[14] con obras tanto del género literario como informativo, graduadas por nivel de desarrollo lector (3-6, 7-9 y 10-12 años), donde es posible acceder a los libros publicados por el Consejo Nacional de Fomento Educativo. En el mismo sitio web se ofrecen algunas estrategias lectoras dirigidas a padres, madres y docentes.

  • La Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), en la sección de su sitio web denominada La Construcción de Nuestra Historia,[15] da acceso a seis obras del Fondo de Cultura Económica y una guía escrita especialmente para el colectivo docente: La construcción de nuestra historia. Leer y dialogar entre maestros.

  • Ediciones El Naranjo ofrece libros para niños y jóvenes, y también puso a disposición de sus lectores, de manera gratuita, algunos títulos infantiles y juveniles de su acervo en la plataforma Issuu.[16]

  • La periodista cultural Gina Jaramillo creó la iniciativa #CuéntanosUnCuento[17] en la que diversos personajes leen cuentos para niños y jóvenes; además, ella difunde en sus redes sociales actividades para hacer durante estos días de confinamiento y entrevistas con responsables de proyectos solidarios para que los niños se queden en casa.

  • Diversos museos de México y el mundo han abierto sus puertas virtuales para ser visitados desde casa. En otra vertiente, El Papalote Museo del Niño, de Ciudad de México, por ejemplo, ha creado un portal de acceso libre, Papalote en casa,[18] con un blog, actividades y recomendaciones alusivas a este tiempo especial (con tres secciones: Para maestros, Primera infancia, Toda la familia).

Los anteriores son apenas algunos ejemplos de las múltiples iniciativas que han surgido con el propósito de apoyar tanto el estudio como el entretenimiento desde casa durante el confinamiento al que ha obligado la pandemia de Covid-19, a niños, niñas y jóvenes, y a sus familias.




c Reflexiones para la educación en tiempos de aislamiento

El cierre de escuelas nos situó frente a un reto mayúsculo: la enseñanza no presencial y la adaptación a una nueva rutina que, para muchos docentes, padres y madres de familia y tutores, así como alumnos, significó asumir de una nueva manera las responsabilidades habituales. Ello, aunado al miedo al contagio, a la necesidad de implementar correctamente nuevas medidas sanitarias y de seguridad, así como confinarse en casa por un periodo de tiempo indeterminado, etc. Estos abruptos cambios han provocado estrés, ansiedad y miedo ante una pandemia que no habíamos experimentado.

En las actividades profesionales de las personas adultas, hubo que enfrentarse a un escenario con nuevos horarios, tareas, responsabilidades, y multiplicidad de actividades en el hogar, además de compartir equipos (computadoras, tabletas, teléfonos celulares, televisores, etc.), dedicar más tiempo al cuidado de los hijos y ejercer como guía en sus estudios.

Cuando padres o tutores han necesitado salir de casa para desarrollar sus actividades laborales, muchos estudiantes han tenido que seguir sus estudios sin el acompañamiento familiar. Así, han debido adaptarse a una nueva disciplina, sin el apoyo directo de los docentes, y sin poder convivir, trabajar y jugar con sus compañeros del salón de la manera tradicional.

Sin lugar a dudas, este proceso significó para todas y todos aprender, modificar hábitos y desaprender otros.

Los estudiantes, tal como se desprende de las entrevistas que extractamos, refieren de manera reiterada que extrañan a sus compañeros, las actividades físicas que realizaban en la escuela –o en otros espacios– y también, por supuesto, a sus docentes. Asimismo, los testimonios recabados mencionan que gracias a la relación con el maestro o la maestra, sea cual sea la vía –celular, correo electrónico, visitas en casos extremos, etc.–, el alumno se siente acompañado y ve que sus actividades son valoradas.

La nueva disciplina que implica la educación a distancia es mencionada como un aspecto difícil de concretar por parte de los estudiantes y de las familias. Las actividades y relaciones que pueden realizar en casa los niños, niñas y jóvenes –ayudar en la cocina, en la limpieza, convivir más tiempo con los hermanos y abuelos– deben ser potenciadas y valoradas, además de compartirse entre todos los miembros de la unidad familiar que coexisten en el hogar.

Las familias señalan también la dificultad de apoyar adecuadamente a sus hijos en el proceso de estudio y seguimiento de las clases que desde las escuelas se impulsa, y de manera amplia aprecian y reconocen el trabajo de los docentes. Destaca que, si bien en un primer momento se pensó que lo más importante era no perder el curso en cuanto al seguimiento del programa de estudio y cumplir con las tareas, la experiencia del confinamiento hace que las familias consideren más importante la convivencia en casa entre todos los miembros y el poder jugar y dedicar tiempo para estar con los hijos, apoyándolos en sus estudios o en actividades recreativas.

El confinamiento en casa y la educación en línea o a distancia han visibilizado la desigualdad que existe en las familias en términos de tecnología y conectividad para atender las clases, disponibilidad de espacios y ambientes adecuados para desarrollar las tareas escolares y el estudio, y el acompañamiento necesario para atender las clases. A ello hay que añadir cómo influyen los distintos contextos y situaciones económicas y culturales en los avances y aprendizajes de los niños y niñas y cómo ello puede incidir en su futuro y crear una mayor desigualdad social.

La pandemia ha planteado un nuevo escenario que nos obliga a repensar cómo cerrar esas brechas existentes y abrir el debate para transitar hacia la construcción de una escuela no sólo formadora, sino socializadora, que considere y dé prioridad a este necesario vínculo, que cada vez debe ser más dialogante, con las familias y la comunidad.

c Referencias

CONEVAL, Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (2018). Principales retos en el ejercicio del derecho a la educación [en línea]: <www.coneval.org.mx/Evaluacion/IEPSM/Documents/Derechos_Sociales/Dosieres_Derechos_Sociales/Retos_Derecho_Edu.pdf>. Ir al sitio

IASC, Inter-Agency Standing Committee (2020). Mi héroe eres tú. ¡Cómo pueden los niños luchar contra la COVID-19! [en línea]: <www.unicef.org/mexico/media/3326/file/Mi%20h%C3%A9roe%20eres%20t%C3%BA.pdf>. Ir al sitio

INEE, Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (2019). La educación obligatoria en México. Informe 2019. México: INEE [en línea]: <www.inee.edu.mx/ wp-content/uploads/2019/04/P1I245.pdf>. Ir al sitio

INEGI, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2019). En México hay 80.6 millones de usuarios de internet y 86.5 millones de usuarios de teléfonos celulares: ENDUTIH 2019. Comunicado de prensa núm. 103/20 [en línea]: <www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2020/OtrTemEcon/ENDUTIH_2019.pdf>. Ir al sitio

JENNER, E., K. Wilson y N. Roberts (2020). Coronavirus. Un libro para niños y niñas. Ilustrado por Axel Scheffler. Nosy Crow-Timun Mas [en línea]: <www.planetadelibros.com.mx/pdf/Coronavirus_CAST-WEB_small.pdf>. Ir al sitio

MEJOREDU, Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (2020). 10 sugerencias para la educación durante la emergencia por Covid-19, México, 13 de abril [en línea]: <www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/546270/mejoredu_covid-19.pdf>. Ir al sitio

NAVARRETE, L. (2020). Un verdadero aprendizaje en casa. En: Educación Futura, México, 3 de mayo [en línea]: <www.educacionfutura.org/un-verdadero-aprendizaje-en-casa/>. Ir al sitio

OEI, Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (2020). Un informe de la OEI analiza cómo afectará el cierre de colegios por la crisis del coronavirus, 30 de marzo [en línea]: <www.oei.es/Ciencia/Noticia/oei-analiza-como-afectara-el-cierre-colegios-coronavirus>. Ir al sitio

Notas

* Agradecemos a Tania, Armando, Cinthia, Érika, Ángeles, Valeria, Vanessa, Bruno, Santiago y Alyssa por sus testimonios y disposición de apoyarnos para realizar este artículo, así como por aportar las fotos y autorizar su publicación.
** Verónica Camacho Trejo es licenciada en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM, editora, redactora y correctora de estilo.
Anna Pi i Murugó es doctora en Ciencias Antropológicas por la Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Iztapalapa, especialista en temas de educación.
  1. Entrevista realizada el 6 de mayo de 2020.
  2. Cabe recordar que las clases en línea comenzaron el 23 de marzo de 2020.
  3. Entrevista realizada el 29 de abril de 2020.
  4. Una plataforma de estudio que ha implementado la escuela donde estudian Matías y Romina.
  5. Entrevista realizada el 2 de mayo de 2020.
  6. Entrevista realizada el 15 de mayo de 2020.
  7. Entrevista realizada el 4 de mayo de 2020.
  8. Entrevista realizada el 4 de mayo de 2020.
  9. www.planetadelibros.com.mx/pdf/Coronavirus_CAST-WEB_small.pd Ir al sitio
  10. www.unicef.org/mexico/media/3326/file/Mi héroe eres tú.pdf Ir al sitio
  11. contigoenladistancia.cultura.gob.mx Ir al sitio
  12. www.alasyraices.gob.mx/vitaminase.html Ir al sitio
  13. www.fondodeculturaeconomica.com/gratuita Ir al sitio
  14. www.tripulantes.sep.gob.mx Ir al sitio
  15. www.conaliteg.sep.gob.mx/historia.html Ir al sitio
  16. issuu.com/elnaranjo Ir al sitio
  17. www.instagram.com/cuentanosuncuento Ir al sitio
  18. ww.papaloteencasa.org Ir al sitio
c Créditos fotográficos

- Imagen inicial: Proporcionada por los padres de familia

- Foto 1: notigram.com

- Foto 2: twitter.com/summa_edu?lang=es

- Foto 3 a 9: Proporcionada por los padres de familia

CORREO del MAESTRO • núm. 290 • julio 2020