Los niños huaves
LA RAÍZ DE UN FUTURO INCIERTO

Laura Montesi Guillermo Hernández Santana[*]

¿Siempre hablas en español?
—Sí. A mí no me gusta el huave.
—¿A poco? ¿Y eso por qué?
—No sé... suena feo.

    Este fragmento de conversación lo tuvimos con una joven durante una calurosa tarde en San Dionisio del Mar, comunidad huave de Oaxaca.

Huaves, ¿quiénes son?

Los huaves conforman una minoría etnolingüística de Oaxaca, asentada cerca de las lagunas del istmo de Tehuantepec. Su estrecha relación con el mar los convierte en una población de pescadores, guardianes de conocimientos y sabidurías únicos en el panorama indígena. Su historia es un enigma, ya que pocas son las fuentes coloniales que hablan de ellos. Sin embargo, hay que señalar que recientes estudios hechos por historiadores y etnólogos (Bailón Vásquez 2001, Castaneira Yee Ben 2008, Oudijk 2000) han arrojado importante información respecto a su desenvolvimiento histórico y cultural. Existen algunas hipótesis sobre su origen alóctono, pero sigue siendo desconocida su filiación lingüística. Hasta la fecha, al huave se le considera una familia lingüística aislada, y el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali, 2008) enlista dos variantes: el ombeyajts (huave del este) y el ombeayiüts (huave del oeste), aunque, según nuestra experiencia en el campo, los hablantes de San Dionisio se refieren a su propia lengua con el nombre de umbeyajts.[1]

La actitud monolingüe de la joven que prefiere el español a la lengua de los huaves nos pareció extremadamente asombrosa y al mismo tiempo triste y preocupante.[2] Cabe preguntarse cuándo y cómo ocurrió que la forma de percibir, juzgar y definir el idioma fuera “feo”. La consecuencia de este pensamiento va más allá del simple hecho de calificar un idioma. En realidad, implica dejar en el abandono –quizás irreversible– las palabras, los pensamientos ancestrales y una cosmovisión irrepetible. Somos testigos del “lingüicidio” (Phillipson, 2003) cada vez más común no sólo en México, sino en el mundo.

Lingüicidio, una herencia de siglos

El lingüicidio, término acuñado y utilizado por lingüistas en los últimos años, implica un proceso de pérdida de identidad lingüística. En el caso particular de los huaves, esto es posible en la medida en la que un sistema de dominación desarrollado a lo largo de siglos se ha estructurado con el fin –entre otros muchos– de acabar con el multilingüismo característico de sociedades indígenas. Por ejemplo, la riviera maya se ha caracterizado por la existencia de comunidades con alto grado de poliglotismo. Un hablante nativo de maya yucateco también puede ser hablante de chol o tzeltal, ya que desde hace siglos ha habido lazos culturales y estas lenguas pertenecen a la misma familia lingüística. Recordemos el caso de La Malinche, personaje histórico hablante de náhuatl y maya, que posteriormente aprendió castellano y que a todas luces fue multilingüe.

En Oaxaca, uno de los estados mexicanos con mayor diversidad lingüística, se habla sobre todo zapoteco y mixteco. En realidad, se trata no sólo de lenguas, sino de familias lingüísticas que incluyen muchos más idiomas que las lenguas romances en la actualidad.[3], [4]

La ideología que se ha forjado a partir de la Conquista y a través de los siglos ha sido de desprestigio hacia la otredad, útil para poder llevar a cabo el proyecto de construcción de un “México imaginario”, como lo definió Guillermo Bonfil Batalla (1987) pensado como un país culturalmente homogéneo y occidental, por lo cual se ha excluido sistemáticamente a la gran mayoría de sus pobladores indígenas. De hecho, esta ideología ha incidido en que muchos hablantes de lenguas indígenas del país dejen de hablar su idioma originario.

Si bien no hay un dato real acerca de la cantidad de lenguas que se han dejado de hablar desde la llegada de los españoles, es claro que ya no contamos con ese patrimonio lingüístico y cultural. Ejemplos de lenguas de las que ya no existen hablantes son el ópata en el estado de Sonora y el coahuilteco en el estado de Coahuila. Por otra parte, entre las lenguas vernáculas en peligro de extinción están el kiliwa en Baja California y el ocuilteco en el Estado de México. Lamentablemente, el lingüicidio se ha acelerado por el fenómeno de la globalización, con resultados homogeneizadores en la cultura material y en el patrimonio cultural intangible.

Hegemonía e interiorización del racismo

La violencia que la dominación ejerce para fundamentarse y persistir tiene un rostro multifacético y se reproduce tanto a través de las instituciones (políticas, económicas, militares), como en el sistema de valores que llega a penetrar el día a día. El sociólogo Michael Billig, por ejemplo, demostró cómo el nacionalismo se perpetúa de manera banal en los “hábitos ideológicos” (1995: 6) de nuestro vivir cotidiano: en la bandera que cuelga fuera de una escuela, silenciosa parte del paisaje. Esto es a lo que Antonio Gramsci (1971) denominó “hegemonía cultural”. Para que ciertas culturas se vuelvan hegemónicas en detrimento de otras (Vargas, 2011: 18), es necesario que la dominación se interiorice y pierda su rostro expresamente coercitivo, entrando en hábitos a merced de una ideología vertical tanto de los “de arriba” como de los “de abajo”.

En la comunidad de San Dionisio, como en otras, se vive una interiorización del racismo muy lamentable, escondida en las palabras de la joven con la cual hemos tenido este pequeño diálogo sobre su lengua indígena. Desde luego, surgen diferentes preguntas en torno a las posibilidades de que la cultura mantenga su estatus como lengua originaria y permanezcan las ‘palabras’ indígenas.




También surge la necesidad de abrir una puerta para descubrir la riqueza que encierra una cultura tan particular: ¿Cuál es el papel de la lengua llamada umbeyajts en el concierto de la humanidad? Y, sobre todo, cabe preguntarse: ¿Cuál será la utilidad de un programa de revitalización lingüística del huave de San Dionisio? Por supuesto, las preguntas no sólo nos conducen a un campo de acción, sino también a hablar de la muerte de las lenguas (Flores, 2003: 1), las cuales representan el patrimonio cultural intangible que, por su estatus muy poco valorado en términos políticos, podría verse reflejado en un potencial letargo hacia el exterminio.

El presente artículo, más que alarmar acerca de un problema que nos concierne a todos, refleja un campo de acción de diversos actores de la comunidad lingüística. El tema nos involucra tanto a profesionales de las ciencias sociales como a personas de la comunidad en la aplicación de estrategias, cuyo nido bien podría darse en las escuelas. De hecho, las escuelas rurales han demostrado ser semilleros del conocimiento local.

Lengua, patrimonio biocultural

Como marco de referencia, podemos aseverar que la muerte de una lengua o cultura está estrechamente relacionada con la muerte de la naturaleza. Ciertas especies de plantas y animales que sólo eran conocidas por los ancestros (Evans, 2001: 251) podrían morir en la medida en que se dejan de utilizar y nombrar. Hay una relación intrínseca entre el nombre y la existencia de la especie.

Por ejemplo, los seris del estado de Sonora, en épocas extremas de calor, extraían líquido de un tipo particular de cactus, lo cual fue crucial para la supervivencia en el desierto. Este conocimiento está ligado directamente a la utilización de la especie de cactus siiml , llamado así en lengua seri. En otros idiomas, dicha especie no se nombra. Por ejemplo, en español sólo la conocemos como biznaga, un término general. Debido al poco contacto con esta especie, los hispanos y otros hablantes de lenguas europeas no sabríamos discriminar entre la especie exacta de la que se extrae dicho líquido y otras similares.

Por su parte, el umbeyajts es una lengua cuyo territorio está circunscrito por la cultura zapoteca de un lado y por el océano Pacífico del otro. La importancia de su estudio radica en descubrir su especificidad y todo lo que puede ofrecer en términos culturales a la humanidad.

Específicamente, la lengua huave de San Dionisio es reflejo del gran conocimiento del ambiente local. Por ejemplo, en una sola tarde de trabajo con un hablante huave, pudimos completar un listado de 31 peces del mar, 11 peces de agua dulce y 42 aves, además de datos relevantes de su hábitat y relaciones con otras especies. Esto refleja el amplio conocimiento acerca del entorno. Sin embargo, el deterioro del ecosistema lagunar y los cambios en las actividades pesqueras están poniendo en riesgo dicho acervo biocultural.

Es un hecho que el destino de las lenguas está fuertemente vinculado al destino del entorno natural y viceversa. Según estudios, la mayor diversidad lingüística en el mundo se localiza en los lugares más ricos en biodiversidad del planeta (Gorenflo et al., 2012; Kinver, 2012).

Umbeyajts: ¿una lengua en declive?

De acuerdo con datos de la misma comunidad, el huave cuenta con cuatro variantes lingüísticas; además, se enmarca en las lenguas con un número de hablantes inferior a los veinte mil. En el censo de 2005, formaban parte de esta comunidad lingüística 15 993 personas (Inegi, 2005).

En San Dionisio del Mar todavía hay muchos hablantes de umbeyajts, pero se trata sobre todo de ancianos y adultos. Los jóvenes tendencialmente lo comprenden (lo cual significa que han sido expuestos al idioma materno), pero no son capaces (o no desean) utilizar esta lengua,[5] lo cual sugiere que hay un problema de transmisión intergeneracional.

Los niños raramente lo hablan y muchos ya son totalmente monolingües en español a pesar de la existencia de una escuela primaria bilingüe. Paseando por las calles de este pueblo hemos encontrado niños que corren y juegan o que ayudan a los papás en los mandados cotidianos, pero raramente los hemos escuchado interactuar en la lengua nativa. Por ejemplo, para despedirse, los niños dicen “Adiós, ya me voy”, mientras que los ancianos responden “Lasamb”, haciendo uso de sus expresiones originarias. Como ya se ha dicho, esta situación se debe a múltiples factores –entre ellos, los de tipo económico y social, en los que no profundizaremos aquí–, pero también se relaciona con la labor que se ha hecho en todo México, sobre todo después de la Revolución, para que las lenguas nativas fueran discriminadas e inferiorizadas (Vargas, 2011).

Revitalización lingüística: revertir el camino del racismo

Como ya comentamos, más que poner de relieve el bajo índice de hablantes y el peor escenario, que sería la muerte de una lengua indígena (no sólo del huave, sino de algunas otras ya mencionadas), en realidad se trata de sacar a la luz el trabajo de revitalización lingüística que se ha realizado en la comunidad. De hecho, este escenario se enciende cuando logramos reconocer que cada ideología, por fuerte y hegemónica que sea, es una construcción y como tal es también deconstruible. Esto es lo que maestros y miembros del municipio están tratando de hacer en San Dionisio del Mar con el apoyo de antropólogos y lingüistas, quienes conjuntamente participan para ofrecer más oportunidades de desarrollo para esta lengua indígena.

Al respecto, es importante resaltar que el papel de los profesores de la escuela primaria es primordial para la conservación de la lengua, ya que se trata de un sistema bilingüe en que el papel y el conocimiento del profesor de grupo es muy importante. Si los maestros no hablaran la lengua huave, sería imposible que pudieran transmitir este conocimiento a los alumnos, pero San Dionisio del Mar es de uno de los pueblos donde los maestros son miembros de la comunidad y hablantes de la lengua indígena.[6]

A pesar de que históricamente las escuelas jugaron un papel discriminatorio, imponiendo la castellanización y prohibiendo el uso de la lengua indígena con humillaciones e incluso castigos físicos, hoy en día algunas se están convirtiendo en espacios de educación autónoma. Sin embargo, los desafíos siguen siendo múltiples, y abarcan desde la falta de presupuesto hasta la imposición del currículo nacional, con pocos espacios para el cultivo de estrategias educativas que respondan a las necesidades locales.

Portada y ejemplo de uno de los cuentos del libro Pequeña
antología del niño Ikojts


El primer paso en la dirección de la revitalización lingüística se dio con el trabajo de los maestros bilingües, quienes están empeñados en la transmisión de la lengua y en el desarrollo de técnicas educativas de tipo inductivo. Un segundo paso se efectuó con el establecimiento de colaboraciones entre maestros, alumnos, antropólogos y lingüistas que trabajan en la comunidad. En 2011, por ejemplo, alumnos de sexto grado fueron invitados a componer adivinanzas, trabalenguas, cuentos y canciones en umbeyajts, textos que fueron acompañados por dibujos. El trabajo llegó a ser un libro en huave: Pequeña antología del niño Ikojts, editado por el Inali y presentado en el auditorio del Museo Nacional de Antropología, que se distribuyó en la comunidad para su uso como material didáctico.

Con este tipo de proyectos se intenta valorar la lengua indígena, adaptarla a las nuevas necesidades y producir materiales (libros, videos, música, juegos, etc.) de alta calidad y disfrutables. La finalidad de este tipo de materiales va en dos direcciones: el empoderamiento lingüístico de la comunidad y también la motivación de niños y jóvenes al darse cuenta de que su lengua originaria está a la altura de cualquier idioma.

Niños de sexto grado de la escuela bilingüe Benito Juárez, autores de Pequeña antología del niño Ikojts


Un segundo proyecto se llevó a cabo en 2014, cuando alumnos de primero a sexto grado fueron incluidos en un taller que proponía explorar sus concepciones acerca de la salud y la enfermedad. Los niños más pequeños dibujaron cómo se sentían cuando estaban saludables y también cuando se enfermaban. Los más grandes definieron sus propios conceptos alrededor del bienestar. Además, recolectaron hierbas medicinales y formularon un recetario. El taller demostró que las generaciones jóvenes son reservorios de conocimientos que deberían ser valorados en lugar de ignorados. Los niños no solamente sabían, por ejemplo, que la sábila (Aloe vera) es útil para curar raspones y heridas, sino también dónde encontrarla. Los recorridos a través del pueblo para recolectar las muestras fueron parte integral de las actividades: los alumnos fueron pequeños etnobotánicos.

Desafortunadamente, no ha podido imprimirse el libro recopilado a partir de esta experiencia, pues la falta de fondos interrumpió el desarrollo completo del proyecto. Este lamentable hecho subraya el papel esencial que las políticas públicas pueden jugar para el fortalecimiento de la educación bilingüe e intercultural, las cuales deberían volverse receptivas de las propuestas culturales que surgen desde el interior mismo de la comunidad.

En San Dionisio, los jóvenes aman la música y le dedican tiempo y esfuerzo. Por ejemplo, el rapero huave Mc Vladi canta rap en versión bilingüe: en huave y español, y publica videoclips en su canal de YouTube. Como es evidente, los medios globales también pueden ser aliados de la expresión cultural y artística de las comunidades locales, de tal manera que a la difusión de materiales en lengua indígena en la web y en otras plataformas comunicativas se le ha llamado “activismo cultural digital”.[7]

A partir de estas experiencias, hemos comprobado que existen caminos para revertir el racismo y fomentar el uso de las lenguas indígenas y que sólo necesitan ser descubiertos y respetados. Para potenciar sus resultados, los proyectos culturales deberían vincularse a proyectos comunitarios de mayor alcance a fin de proteger el entorno natural y los conocimientos locales. La investigación académica y la experiencia en el campo sugieren que los estándares de salud (Ferreira y Lang, 2006) y la riqueza biológica prosperan cuando las comunidades son empoderadas de manera conjunta con sus acervos lingüísticos.

La revitalización lingüística es parte de un proyecto que quizá pueda revertir tanto el racismo como el proceso de declive del umbeyajts para que esta lengua vuelva a ser poesía y deje de ser cacofonía en los oídos de sus legítimos hablantes.

Referencias

BAILÓN Vásquez, F. (2001). La conformación del territorio huave durante el periodo colonial, siglos XVI-XVIII. La lucha por el acceso y control económico y político de los recursos naturales en la costa del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. México: Escuela Nacional de Antropología e Historia.

BILLIG, M. (1995). Banal nationalism. Londres: Sage.

BONFIL, G. (1987). El México profundo, una civilización negada. México: Grijalbo.

CASTANEIRA Yee Ben, A. (2008). La Ruta Mareña: los huaves en la costa del Istmo Sur de Tehuantepec, Oaxaca (siglo XIII-XXI). Territorios fluidos, adaptación ecológica, división del trabajo, jerarquizaciones interétnicas y geopolítica huave-zapoteca. México: Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.

EVANS, N. (2001). The last speaker is dead - long live the last speaker! En: Linguistic Field Work. Paul Newman y Martha Ratliff (eds.), pp. 250-281. Cambridge: Cambridge University Press.

FERREIRA, M. L. y G.C. Lang (2006) Indigenous Peoples and Diabetes. Community Empowerment and Wellness. Durham: Carolina Academic Press.

FLORES, J. A. (2003). Desarrollando buenas prácticas en revitalización lingüística. Disponible en: <jaf.lenguasindigenas.mx/docs/2007d-desarrollando-buenas-praxis.pdf> [consultado: 27 de junio de 2011]. Ir al sitio

GRAMSCI, A. (1971). Quaderni dal carcere. Roma: Editori Riuniti.

GORENFLO et al. (2012). Co-occurrence of linguistic and biological diversity in biodiversity hotspots and high biodiversity wilderness areas. En PNAS, vol. 109, núm. 21, pp. 8032-8037.

INALI, Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (2008). Catálogo de las Lenguas Indígenas Nacionales: Variantes Lingüísticas de México con sus autodenominaciones y referencias geoestadísticas. En: Diario Oficial de la Federación, 14 de enero [en línea]: <www.inali.gob.mx/pdf/CLIN_completo.pdf>. Ir al sitio

INEGI, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2005). Perfil sociodemográfico de la población que habla lengua indígena [en línea]: <www3.inegi.org.mx/sistemas/componentes/previsualizador/vista.aspx?arch=/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/censos/poblacion/poblacion_indigena/leng_indi/PHLI.pdf&tipo=1>. Ir al sitio

KIM, Y. (s/f). Fuentes de rasgos fonológicos de préstamos castellanos en huave de San Francisco del Mar [página personal]. Disponible en: <personalpages.manchester.ac.uk/staff/yuni.kim/Kim-prestamos.pdf>. Ir al sitio

KINVER, M. (2012). Cuidar la biodiversidad para salvar la riqueza lingüística. En BBC, 13 de mayo [en línea] <www.bbc.com/mundo/noticias/2012/05/120513_cultura_lenguas_y_biodiversidad_bd.shtml> Ir al sitio

OUDIJK, M.R. (2000). Historiography of the Bènizàa: The Late Postclassic and Early Colonial Periods (A.D. 1000-1600). CNWS Publications No. 84, Research School CNWS, Leiden.

PHILLIPSON, R. (2003). Linguistic imperialism. Nueva York: Oxford University Press.

VARGAS, I. (2011). Actitudes lingüísticas hacia el hñähñú en la comunidad “El Boxo”, Valle del Mezquital, Hidalgo; hacia una revitalización lingüística y cultural. Tesis de licenciatura. México: Escuela Nacional de Antropología e Historia.

NOTAS

* Laura Montesi es doctora en Antropología Social por la Universidad de Kent. Guillermo Hernández Santana es coordinador de Implementación Académica en el Instituto Latinoamericano de Sobrepeso y Obesidad.
  1. La ‘u’ inicial que notamos en el nombre de la lengua podría deberse a un cambio común de /u/ a /o/ en ciertos contextos (Kim, s/f: 11).
  2. Frente a la amenaza de muerte de una lengua indígena como el umbeyajts (así conocido por los mismos hablantes), resulta urgente un trabajo en materia de revitalización lingüística. Al respecto, el programa del Acervo Digital de Lenguas Indígenas (ADLI) ha procurado llevar a términos concretos la producción cultural en diversos productos como libros, carteles y documentales priorizando siempre la lengua indígena.
  3. www.inali.gob.mx/clin-inali/html/l_zapoteco.html
  4. www.inali.gob.mx/clin-inali/html/l_mixteco.html
  5. En el argot lingüístico se les denomina hablantes pasivos.
  6. Un ejemplo de desvirtualización del sistema bilingüe puede apreciarse en Punta Chueca, en el estado de Sonora, una comunidad de habla seri. Allí, uno de los profesores del sistema bilingüe da clases a niños seris a pesar de que su lengua materna es el mayo, una lengua de Sinaloa. Este sólo es un caso, pero en realidad el problema persiste en todo el territorio nacional.
  7. Véase, por ejemplo, First Steps of Participatory Research Project: Indigenous Languages and Digital Media, 2 de febrero de 2016 [en línea]: <rising.globalvoices.org/blog/2016/02/02/first-steps-of-participatory-research-project-indigenous-languages-and-digital-media/>.
Créditos fotográficos

- Imagen inicial: librosdeoaxaca.blogspot.mx

- Foto 1: Correo del Maestro

- Foto 2: site.inali.gob.mx/publicaciones/huave_antologia_ikots.pdf

- Foto 3: site.inali.gob.mx/publicaciones/huave_antologia_ikots.pdf