Un poco de Van Gogh
PARA ENTENDER EL ARTE

Brenda Alicia Navarro Rodríguez[*]



El presente artículo pretende ayudar a apreciar el arte a partir de una serie de elementos que son indispensables para la comprensión y decodificación de una obra. El propósito es desentrañar el arte desde la denotación de los elementos de una pieza artística, es decir, ¿qué es lo que se ve?, desde su génesis, hasta las motivaciones políticas, económicas, sociales, religiosas o morales del artista, el contexto histórico, la influencia de la vida del autor, así como los valores formales y estéticos a los que se adhiere. Así estaremos en mejores condiciones de emitir una opinión constructiva sobre determinada obra.



c ¿Por qué es importante saber leer arte?

En la actualidad cuando a un estudiante se le solicita que visite un museo de arte y escriba un reporte, en la mayoría de los enunciados que dan cuenta de su observación no va más allá de un miramiento superfluo, o de juicios banales como “bonito” o “feo”, “sí me gustó” o “no me gustó”.

Si bien es cierto que no existe una formulación infalible para la decodificación de una obra, ya que no puede reducirse el amplio estudio del arte a una simple receta, este texto desea brindar un primer acercamiento a las múltiples perspectivas que proporciona el arte mismo.

c ¿Qué te atrae?

El primer paso es sembrar la semilla de la curiosidad, echar un vistazo general y después decidir si existe alguna pieza en particular que atraiga nuestra atención, es decir, ¿por qué es importante para mí conocer esta pieza de arte? Tal vez sea una obra famosa que muchas personas han alabado en la historia y no sé por qué, o bien se trata de una poco conocida pero el rostro del personaje principal me resulta enigmático, o quizá el uso de los colores me tranquiliza o me inquieta, o bien el tamaño me parece imponente. En resumen, puede haber una variedad infinita de elementos atractivos, pero lo esencial es la creación de un nexo con el espectador.

c ¿Qué ves?

Por lo general, en las fichas técnicas de las obras plásticas podemos encontrar la siguiente información que es indispensable para iniciar nuestro análisis: autor, título de la obra, año de creación, técnica, dimensiones, y lugar en el que se encuentra expuesta.

Ya que la obra tiene nuestra atención, procedemos a examinarla, y lo primero que debemos hacer es observar (no ver), preguntarnos y describir: ¿quiénes son los personajes o cuáles son las figuras principales?, ¿qué actividades realizan o qué relación hay entre ellos?, ¿qué objetos la enmarcan?, ¿cuál es su ambientación?, ¿es de día o de noche?, ¿es un paisaje o una escena interior?

Para la explicación en general del análisis, usaremos como ejemplo La habitación de Vincent en Arlés, óleo sobre lienzo (56.5 × 74 cm) pintado por Vincent van Gogh en 1889 (Walter y Metzger, 2001), que se encuentra en el Museo de Orsay en París; se trata de una de las dos reducciones o copias que realizó el artista, pues el original (73 × 92 cm) se dañó durante las inundaciones que afectaron al sur de Francia. Todos los ejecutó durante su estancia en Saint-Rémy en septiembre de 1889.

En dicha obra podemos observar una habitación escoltada por dos puertas; como objeto central en la parte derecha de la composición, una cama de madera con una gran cobija roja y almohadas y sábanas en color verde limón, ambientada por paredes en color lila, un perchero con ropa y un sombrero colgando detrás de la gran cama, dos sillas de bejuco verde y una mesita de noche con cajón, que tiene a su izquierda un espejo y una toalla; sobre la mesita hay algunos objetos de higiene personal: dos cepillos, dos lociones, una jarra con su vaso y un jabón, todo esto debajo de una ventana de puertas batientes aparentemente al interior. La habitación está decorada en su sección derecha con cuatro cuadros, dos de ellos retratos, y todo ello soportado en un piso de madera en tonos de café.


Vincent van Gogh, La habitación de Vincent en Arlés, 1889

c ¿Cuál es tu enfoque?

Este es el punto primordial, intentar establecer una tesis sobre lo que se piensa antes de saber nada sobre la obra en cuestión, elucubrar una idea fuerte, es decir, establecer una hipótesis que denote o que suponga los motivos de creación de la obra, o bien, manifieste un punto de vista en particular sobre la obra o su temática. Respecto a La habitación de Vincent en Arlés podría parecer que incluso a un niño de preescolar se le ocurriría retratar su habitación, pero en este caso, considero de modo general que una habitación representa el sitio de reposo por excelencia; por lo tanto, La habitación… es una alegoría de la inocente idea de un lugar de paz, una forma de mostrar el lugar donde se gestaban sus sueños.

c ¡Vamos a investigar!

La fecha de las obras marca el momento histórico particular en que fueron creadas, por ello habrá que considerar si los hechos de la época o algunos acontecimientos previos tuvieron influencia o dieron lugar a motivaciones o afectaciones en la creación de una determinada pieza. Para este punto es indispensable investigar el contexto de su creación, es decir, indagar sobre la historia, la vida del pintor, sus influencias, los movimientos culturales de su época y el lugar en el que fue creada la obra.

c Vida del artista

Vincent Willem van Gogh nació el 30 de marzo de 1853 en la casa parroquial de la localidad holandesa Groot-Zundert (y fue bautizado con el nombre del hijo que nació muerto el mismo día del año anterior). Fue el mayor de los seis hijos de Theodorus van Gogh, pastor de la comunidad, y su esposa Anna Cornelia, quienes contrajeron matrimonio en 1851.

Vincent van Gogh encontró su vocación a los 27 años. Al terminar su formación escolar, en 1868 entró como aprendiz de marchante de arte en la filial de La Haya de la galería de arte parisina Goupil & Co., fundada por su tío Vincent. Más tarde seguiría sus pasos su hermano Theo, en la filial de Bruselas, con quien mantuvo durante toda su vida una relación muy estrecha y una correspondencia muy intensa, raras veces interrumpida. Fue en la galería Goupil & Co., en sus filiales en Londres, París y La Haya, donde entró en contacto con obras de arte y artistas.

En la búsqueda de su pasión llevó a cabo distintos oficios a lo largo de su vida. Por influencia de su padre y para satisfacer su vocación religiosa, durante un tiempo se dedicó a la evangelización de los pobres, viajó a la Borinage, una cuenca de carbón belga donde vivió en pobreza extrema, visitó a los enfermos y heridos y leyó la Biblia a los mineros. En otros momentos trabajó como profesor auxiliar enseñando francés, alemán y aritmética; impartió también clases en la escuela dominical en Ámsterdam y de pintura en Eindhoven; trabajó como auxiliar en una librería e incluso soñó con encontrar una oportunidad como ilustrador en Inglaterra, cuestión que nunca se concretó. La falta de constancia en su quehacer hizo necesario que su hermano Theo lo apoyara económicamente tanto para su manutención como para la compra de materiales y pintura hasta el día de su muerte. Su vida estuvo llena de amores imposibles y rechazos, hospitalizaciones a causa de enfermedades, depresiones y crisis emocionales con ideas de suicidio.

Sin embargo, Vincent nunca abandonó el dibujo, y su interés por el arte siempre estuvo latente. Efectuó visitas a las diversas galerías y museos de los lugares en los que radicó, así conoció y admiró la obra de artistas como Millet, Delacroix, Zola, Rembrandt, Hals, Morticelli, Chavannes, Courbet. Dibujaba con empeño y realizaba siempre bocetos.

Como fue siempre su inquietud, en Bruselas estudió anatomía y perspectiva, tomó clases de dibujo en Arles y estudió con varios maestros, quienes también fueron sus mentores.

Vincent van Gogh, Autorretrato con sombrero de fieltro gris, 1886-87

La prolífica obra de Van Gogh está constituida por cerca de novecientas piezas (¿Cuántas pinturas hizo Van Gogh?, 2017), que abarcan trabajos hechos al natural y de memoria de paisajes, flores y árboles en flor, huertos, barcas de playa, retratos de pueblo, retratos campesinos y de obreros, personajes de barrios pobres con muchos estudios de cabeza[1], paisajes nocturnos, con técnicas como acuarela, óleo, aguafuerte, además de experimentaciones con el sistema de reproducción litográfico. Para la pintura de estudio usó un marco perspectívico como los de los maestros alemanes, italianos y flamencos. En 1882 descubrió el óleo y luego estudió los problemas del color; su contacto con la obra de Paul Rubens resultó decisiva para que Van Gogh incluyera en la suya colores intensos y luminosos.

No fue un artista valorado en su época por su revolucionaria concepción. Uno de los pocos encargos recibidos durante su vida fueron los veinte dibujos a pluma, de vistas urbanas, por parte de su tío Cornelis. Julien Tanguy fue un proveedor de materiales de pintura para los artistas, pero dado que éstos muchas veces atravesaban por situaciones precarias, Tanguy se convirtió con el tiempo en un coleccionista importante de obras, ya que suministraba materiales a cambio de éstas. Tal fue el origen de otro de sus esporádicos encargos, dos retratos del benefactor y marchante.

El único cuadro que nuestro artista logró vender en vida (1890) fue El viñedo rojo, comprado en 400 francos por Anne Boch (también pintora), hermana del poeta y pintor belga Eugène Boch, con quien Vincent sostuvo una gran amistad y a quien retrató para la primera versión de La habitación de Vincent en Arlés, que se encuentra hoy en Ámsterdam.


Vincent van Gogh, El viñedo rojo, 1888


Un ideal siempre presente fue constituir una asociación o círculo de artistas que les permitiera estar en contacto y hacer relaciones para vender sus cuadros; lo intentó durante su estancia en Ámsterdam (1885), pero sus esfuerzos no fructificaron. Por medio de su hermano Theo, Vincent entró en contacto con artistas como Monet, Renoir, Sisley, Pissarro, Degas, Signac, Seurat, Toulouse-Lautrec y Gauguin, con quienes estableció amistad; luego de ello, en sus pinturas se aprecia un colorido más claro.

Se supone que las crisis que afectaban a Van Gogh eran a causa de la epilepsia, el insomnio, la esquizofrenia y el alcoholismo que padecía. De una acalorada discusión artística con el pintor Paul Gauguin, mientras vivieron y trabajaron juntos en Arlés, surge el episodio en el que Vincent se corta la parte inferior de la oreja izquierda, la envuelve en un trozo de papel periódico y la regala a una prostituta en un burdel. Después de ello vivió otras crisis, por lo que se vio obligado a recluirse, por voluntad propia, en el sanatorio de Saint-Paul de Mausole, cerca de Saint-Rémy, en donde pintaría de memoria otra obra reconocida: La noche estrellada (1889).


Vincent van Gogh, La noche estrellada, 1889


Después de un par de crisis similares, Vincent fue mudado en mayo de 1890 por su hermano Theo a la ciudad de Auvers-sur-Oise para recibir atención médica. Allí vivió pintando y dibujando intensamente. El 27 de julio de 1890 salió al campo al atardecer y volvió bastante tarde; el artista se retiró a su habitación de manera discreta. El matrimonio Ravoux, dueño de la pensión donde se alojaba, se da cuenta de que sufre de dolores y él les confiesa que se ha disparado en el pecho; los médicos lo vendan, pero no le extraen la bala. Vincent murió el 29 de julio en presencia de su hermano Theo. Dadas las condiciones de su muerte, la iglesia le negó el servicio y su cuerpo fue velado en la misma habitación donde murió. Ésta fue decorada en su totalidad por su hermano Theo, con todas las pinturas que Vincent había realizado en sus últimos dos meses de vida (cerca de ochenta piezas), junto con su caballete y sus materiales de pintura.

El cuerpo de Vincent van Gogh hoy descansa en el cementerio de Auvers-sur-Oise, al norte de París, junto al de su hermano.

c Contexto histórico y movimientos culturales

La obra de Van Gogh es posterior al movimiento impresionista, caracterizado por el uso de una técnica que consistía en plasmar la descomposición de la luz sobre la materia, el dominio del claro sobre claro, con una estética fundamentada en un intenso análisis del color a través de la superposición de pinceladas y la combinación de colores.

Los artistas impresionistas se consideraron investigadores de los efectos de la luz destructora de formas, dando paso a la abstracción y llenando las obras con un alto efecto óptico. Como resultado de la decantación de este estilo, surgió una vertiente denominada postimpresionismo o neoimpresionismo, que integró estos ingredientes ópticos, con una mayor fuerza expresiva y sensitiva del color (colores más puros e intensos), y añadió a la interpretación de la obra no sólo la simbología del color sino también el ánimo del artista.

Para nuestro ejemplo, es importante mencionar algunos acontecimientos relevantes que influyeron de manera general en la obra de Van Gogh. El primero de ellos posibilitó su contacto con la cultura japonesa, ya que “en marzo de 1854 se firma el ‘Tratado de Kanagawa’ […] entre autoridades japonesas y el comodoro Matthew Perry de Estados Unidos, es decir, Japón abre sus fronteras después de 251 años de aislamiento, ello permitiría el comercio entre Estados Unidos y posteriormente Rusia, Francia y Gran Bretaña, pues estos países, a consecuencia del primero, lograron firmar también un tratado comercial que les permitía la concesión de establecimientos, territorios y aranceles mínimos para las importaciones” (Tratado de Kanagawa, s. f.). Esta apertura abrió al mundo la riqueza cultural japonesa, de la cual Van Gogh se convirtió en un devoto admirador, de manera particular de su arte, de su estampa. En Retrato de Pére Tanguy, “Van Gogh compuso frontalmente a Pére Tanguy, quien aparece sentado, con las manos entrelazadas, una pose que conoce desde los retratos de Rembrandt. La pared que se ve tras Pére Tanguy está cubierta de estampas japonesas, que Van Gogh había comprado por poco dinero de Siegfried Bing, el especialista de arte japonés en París…” (Elger et al., s. f.).

Vincent van Gogh, Retrato de Père Tanguy, 1887

El segundo hecho fue la obtención de la primera fotografía por Joseph Nicéphore Niépce en el año 1826. Al arte le fue relevada la pesada carga de representación de la realidad, su mimetismo; por ello, la concepción de Van Gogh fue cambiando: no se proponía principalmente una representación correcta, usó formas y colores para expresar lo que sentía acerca de lo que pintó y para que otros experimentaran lo mismo que él. “No se preocupó mucho por lo que llamaba la realidad estereoscópica, esto es, la reproducción fotográficamente exacta de la naturaleza, exageraría e incluso acentuaría la apariencia de las cosas, si esto conviniese a sus fines…” (Gombrich, 2001). Van Gogh quiso que su obra expresara lo que sentía, la distorsión de los elementos le ayudaba a conseguir su propósito y fue un recurso recurrente en muchas de sus obras.

A partir de la Revolución francesa y la Revolución industrial surgieron dos clases sociales: la burguesía y el proletariado. Este hecho también revolucionó la pintura, pues las temáticas a partir del realismo democratizan el arte, ya que ahora no sólo el clero, la nobleza, la mitología, los monumentos o las grandes hazañas históricas son dignos de ser inmortalizados, sino también las personas comunes en escenas del día a día.

Ya a comienzos del siglo XIX, los diversos avances químicos y técnicos pusieron a disposición un número muy elevado de sustancias colorantes. Colores como la malva y el rojo de alizarina inundaron el mercado […]. Otro avance que facilitó el trabajo al aire libre, en 1841 fue la oferta por primera vez de pintura en tubos metálicos que podían volver a cerrarse, ya no era necesaria la agotadora manipulación de pigmentos pulverulentos que podía dispersar cualquier golpe de viento, ni tampoco había necesidad de mezclar pinturas… (Elger et al., s. f.).

Ello hizo que Van Gogh pudiera decidir si trabajaba al aire libre o en interiores, pues el material ya no era una limitante de la pintura. También, con su visión propuso que el lienzo se llenara intensamente tanto de color –herencia de Manet, el grupo impresionista y Seurat con su teoría de complementarios–, como de una fuerte expresión. “Pero el pintor del futuro es un colorista como no había existido hasta ahora. Manet le preparó el camino, pero […] los impresionistas trabajaron más intensamente con el color que Manet” (Elger et al., s. f.).

c Desentrañando la premisa…

Este apartado se dividirá en tres ejes que consistirán en el análisis de la información encontrada para dar paso a la revelación de las suposiciones iniciales.


1. Marco teórico. El estudiante llega al punto en el que debe encontrar en todos los medios disponibles, los argumentos y elementos necesarios para probar o desmentir las suposiciones iniciales respecto a lo que pensaba acerca de la obra (premisa). Para ello es necesario que busque información fidedigna que muestre cómo se generó la obra, cuáles fueron los motivos y la interpretación del artista, cuáles han sido las distintas interpretaciones que se le ha dado a través del tiempo, así como cuáles fueron los recursos históricos, económicos, políticos, sociales, religiosos, morales que usó el autor para llevar a cabo la obra. En relación con los puntos anteriores, el estudiante deberá plantear su propia posición sobre los hallazgos exponiendo qué es lo que se defiende y qué es lo que se critica.

2. Valores formales. Son aplicables a todo lo que podamos observar, es decir, a cualquier elemento gráfico. Según Wucius Wong, artista y teórico de arte (1936 -…), a cualquier elemento gráfico le son inherentes estos cuatro grupos de elementos:
  1. Elementos conceptuales. No pueden observarse, pero son parte de la obra:
    • Punto. Es la unidad mínima de la que está compuesta la obra, no tiene forma o tamaño definido, también puede considerarse como un elemento expresivo.
    • Línea. Como elemento compositivo, las líneas sirven para dar estructura, para su encuadre. Para ello se recomienda el trazo de líneas sobre la imagen que permitan descubrir el modo en el que el artista configuró los elementos plasmados, es decir, el lugar que el autor dispuso para los objetos.
          Como sugerencia pueden trazarse los ejes. De ser posible, aplicar una simplificación de la regla áurea: segmentar el plano en tercios, a partir de dividir la dimensión de cada uno de los lados entre 1.618, de este procedimiento se obtienen cuatro líneas, que delimitan áreas y generan puntos de interés en la percepción.
          También puede buscarse el o los puntos de fuga si se observa que el autor trabajó con perspectiva.
    • Plano. El movimiento de las líneas se convierte en el plano.
    • Volumen. El recorrido de los planos se convierte en el volumen.
  2. Elementos visuales. Se trata de lo que el espectador puede observar o palpar con respecto a la obra:
    • Color. Paleta cromática empleada.
    • Forma. Con respecto al dibujo, ¿cómo son los trazos? (geométricos, orgánicos, rectilíneos, irregulares, manuscritos y accidentales).
    • Textura. Observar si ésta es háptica (táctil, se siente) u óptica (visual, sólo se ve) o posee ambas.
    • Tamaño. Dimensiones de los objetos con respecto al plano.
  3. Elementos de relación. Como su nombre lo indica, dan referencias de las representaciones plasmadas en la obra:
    • Dirección. La relación del objeto con el observador.
    • Posición. La relación del objeto con el plano.
    • Espacio. La ocupación de los objetos en un lugar.
    • Gravedad. El peso o ligereza de los objetos con respecto al plano.
  4. Elementos prácticos. Representación, significado y función son los componentes que se plantean previamente, en los primeros párrafos, con respecto a lo que la obra representa, significa y para qué fue creada.

3. Valores estéticos. Un valor es, de acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española, “la cualidad que poseen algunas realidades, consideradas bienes, por lo cual son estimables”, por lo que el estudiante deberá tasar de manera subjetiva, lo que la obra le representa en términos de su sensibilidad y sus emociones, en torno a la belleza (armonía, proporción) – fealdad (desagrado, disgusto); lo sublime (grandeza, extraordinario, divino) – grotesco (repulsivo, deforme); lo grácil (divino, espontáneo, libre) – ridículo (extravagante, extraño, risible); lo trágico (dolor, frustración, desdicha, conflicto) – cómico (humorístico, alegría, diversión).

Apliquemos lo anterior a nuestro ejemplo y partamos de la idea que La habitación de Vincent en Arlés es una alegoría de un lugar de paz, una forma de mostrar el espacio donde se gestaban sus sueños. Si bien sabemos por el nombre que se trata de la habitación del pintor, no podemos observar en ella ningún elemento que denote que ésa es su actividad, ya que no están visibles las herramientas para llevarla a cabo. A lo más podemos observar una pintura detrás de la cama, los dibujos debajo de los retratos y el sombrero que utilizaba para pintar al aire libre, lo cual refuerza la idea de que se trata de un lugar de descanso, de un santuario intelectual. Esta idea es intensificada por la ubicación tan cercana de las puertas con el mobiliario (cama y silla) que bloquea u obstaculiza la entrada y/o salida de la habitación, lo que lo hacía un verdadero lugar de aislamiento.

Considero que es una imagen que denota calma, pero también connota energía y vigor dada la fuerza expresiva del color. Al mismo tiempo genera cierta inquietud por los distintos elementos plasmados: los contornos de sus formas, trazadas con intensas pinceladas, la extraña perspectiva, por la ventana entreabierta, que da una sensación de curiosidad por saber qué es lo que se muestra detrás de ella, ya que los cristales no son traslúcidos; la inclinación de los cuadros y finalmente el mobiliario torcido en múltiples direcciones que refuerzan la idea de la perspectiva.

He notado que en general la obra, es decir, su plástica, fue un esfuerzo vigoroso por mostrar una aparente calma, su oasis de serenidad, y que la pintura de La habitación… fue una materialización de este hecho. Aun cuando de manera subconsciente habría proyectado, sin así desearlo, un remolino de inquietudes por el sufrimiento y las limitaciones por las que había atravesado y atravesaba, con ello también se entenderían muchas de sus obras.

En lo que concierne a la composición, mediante el trazado de líneas podemos observar que Van Gogh creaba sus obras a partir de un concienzudo estudio del espacio, es decir, del plano, y la colocación de los elementos que la componen nunca fue al azar.

“Gauguin trató de convencer a Van Gogh de que era mucho mejor pintar a partir de la imaginación que directamente de la naturaleza. Van Gogh trabajó siempre a partir de un modelo (persona o paisaje) –no importaba si el recurso era la memoria– y encontraba este consejo muy difícil de seguir, lo intentó en muchas composiciones, pero como nunca estuvo satisfecho con los resultados de sus esfuerzos, pronto volvió al uso del modelo” (Homburg, 2008) y este es uno de los pocos cuadros, particularmente la versión realizada en Saint-Rémy, que llevó a cabo de memoria, antes de la llegada de Gauguin, pues el primero, como ya dijimos, había sido dañado durante la inundación.

“Vincent explicó a su hermano, respecto a su famoso cuadro, que lo había hecho ‘para desquitarme del obligado reposo que me he visto forzado a hacer. Aún trabajaré en él todo el día de mañana, pero ya ves que la concepción es sencilla’” (García y Triadó, 2002).

Si seccionamos la obra mediante ejes, podremos observar que la cabecera de la cama está dispuesta justo a la mitad del plano y que algunos elementos están colocados cerca de estas líneas, como la pintura detrás de la cama; con la diagonal superior izquierda cruza la ventana y el espejo, y con la superior derecha, el extremo opuesto de la cabecera, así como el retrato de su hermana Wilhemina (derecha) y su autorretrato, (esta obra era un regalo para su madre).

Si trazamos líneas que nos permitan buscar el punto de fuga, encontramos que se intersectan en el punto de entrecierre de la ventana, creando un punto focal; al mismo tiempo, podemos advertir que la línea perpendicular que le da base a los pies se mantiene y da referencia de ángulo para colocar los marcos de la puerta izquierda, las jarras para el aseo personal y los dibujos debajo de los retratos.


Obra seccionada en ejes

Líneas que permiten buscar el punto de fuga



Es impactante analizar la disposición de los elementos en la obra. Van Gogh nos demuestra que era un genio de la composición. Mediante el trazo de las líneas de apoyo para realizar la sección áurea (líneas continuas en azul) y en un seccionamiento posterior de los bloques (líneas punteadas blancas), nos damos cuenta de que los objetos plasmados en ella no son producto de la suerte.

Escudriñando la obra de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha, descubrimos que el espejo colocado arriba de la mesita se adhiere a la primera línea punteada horizontal, lo mismo que hace el perchero con las prendas y el sombrero, que además segmenta justo por la mitad los dibujos debajo de los retratos. Sobre la segunda línea punteada horizontal, está la altura de las jarras y la silla, así como las almohadas de la cama.

La primera línea horizontal azul da proporción a las almohadas, base a los enseres de higiene personal, y altura a la piecera de la cama. La segunda línea designa la posición de la silla del primer plano, el largo de las patas de la mesita y el largo de la cobija de la cama.


Trazo de las líneas de apoyo para realizar la sección aúrea


Las líneas en amarillo son la aplicación geométrica de la regla áurea sobre la obra y generan puntos focales o de interés en la pintura, particularmente sobre los retratos y los dibujos plasmados del lado derecho de la composición, así como en las proporciones generales de los objetos.


Aplicación geométrica de la regla aúrea sobre la obra


En cuanto a su volumen, éste es bidimensional, generado por la intersección de los planos. La perspectiva es un poco extraña, ya que en aras de lograr el efecto de amplitud del espacio y dar una mayor cantidad de aire al centro de la composición, pareciera que la habitación se encuentra inclinada hacia el espectador, a punto de deslizarse como en una resbaladilla.


Con respecto a su volumen éste es bidimensional


Los colores de la obra son intensos; Van Gogh aplicó la teoría de color por complementarios, en la que la fuerza expresiva de los tonos llama a sus contrarios. Por ejemplo, el rojo de la colcha contra el limón de las sábanas y fundas, además del verde de las ventanas y los asientos de las sillas; el lila de las paredes contra los tonos amarillentos del mobiliario; finalmente, el azul de los objetos de higiene contra los tonos naranjas de la mesita. Además, esta teoría afirma que el uso de los contornos sobre las formas potencia el efecto de la fuerza del color, como sucede en la obra. “Se suprimen las sombras, se usan colores planos y francos, como en los crespones. Va a ser un contraste” (García y Triadó, 2002).

Cuando apreciamos la obra a través de libros o en Internet, parece que ha sido retocada digitalmente para incrementar sus tonos, luminosidad y saturación, pero si se tiene la oportunidad de ver el original in situ, nos daremos cuenta que no es así, que la pintura manifiesta ese poder colorido sin ninguna clase de apoyo digital, y entonces la descripción que hace el artista mismo sobre ella, en una carta a su hermano Theo, es perfecta: “Las paredes son de un violeta pálido […], la madera del lecho y las sillas de un amarillo mantequilla fresca […], las puertas lilas […], la colcha de un rojo sangre y un verde tierno para las ventanas” (Van Gogh, 2007, v. 2: 1286). “El marco, al no haber nada de dicho color, tenía que ser blanco” (García y Triadó, 2002).

Sus formas y los objetos que aparecen en la obra son simples:

Decoró su habitación en la Casa Amarilla con piezas funcionales y robustas; en esta pintura espacial determinó: “El color será todo” y su intención era que la perspectiva del trabajo “Que transmita una sensación de tranquilidad, o más exactamente de sueño. Resumiendo, la vista del cuadro debe apaciguar la cabeza, o mejor dicho alentar la imaginación” (Walter, 2003).

El reposo de la obra puede connotarse también a través de la anchura de los muebles fuertes, anchos y pesados que debían apoyar la idea de un reposo inamovible. De manera general los contornos de los objetos tienen una combinación de líneas geométricas, rectilíneas e irregulares que forman parte de su estilo.

La habitación de Vincent en Arlés es una obra con una gran textura háptica (que se puede tocar), como si se tratara de las urdimbres y tramas de un textil, y óptica (que se puede ver), pues la fuerza y el ímpetu de sus trazos es visible y fehaciente.

Dicha obra, a través de la duplicidad de elementos (dos sillas, dos cepillos, dos almohadas, dos retratos, dos puertas, una ventana que abre en par, etcétera), denota una necesidad latente de un compañero, pues el carácter de Van Gogh, apacible y fuerte a la vez, hizo que la convivencia y la amistad con él nunca fuera sencilla, y ello quedaba de manifiesto en esta obra y en gran parte de su vida, en su estado solitario.

c Concluyamos

En esta sección se trata de crear una síntesis de los resultados y de exponer cómo se llegó a ellos, así como de qué medios se dispuso. Es preciso considerar si la intención del artista fue clara o no al generar la obra, es decir, si deseaba comunicar o evocar algún sentimiento o emoción, ¿lo logró?; ¿qué es lo que al final consideré más importante?; y finalmente, ¿cómo afectó mi conocimiento general?

Por último, pero no menos importante, no podemos olvidar dar crédito a las fuentes de información, ya sean bibliográficas o mesográficas, empleadas para la elaboración del análisis.

Este artículo pretende ser una guía para la construcción de análisis más concretos y profundos, y tiene por objetivo que los estudiantes generen tesis y por ende conclusiones críticas con respecto a las formas de mirar y entender el arte.

Por lo tanto, siguiendo con el ejercicio:

La habitación… es una obra armoniosa de un modo avasallador, dado que emplea la simetría como uno de sus recursos expresivos por excelencia, no sólo por la duplicidad de los elementos, sino por el empleo profuso de la regla áurea en la composición.

La idea del artista se logra medianamente respecto al descanso, ya que la intensidad de sus colores, la fuerza del trazado y las pinceladas, así como su perspectiva, aminoran el efecto buscado; mientras que el objetivo de los elementos representados denota a toda costa dejar en claro que se trata del lugar ideal no sólo para el descanso y reposo tanto físico como emocional, sino también para el aislamiento del exterior, lo cual hace evidente la soledad en la que se encontraba.

Van Gogh fue un genio no valorado en su época, que creó un arte personal e íntimo, y llevó consigo el estandarte del arte de principios de siglo XX, el arte por el arte, es decir, se adelantó a su época. El tiempo y la difusión de las intensas misivas con sus familiares y amigos permitieron una mejor comprensión de su legado. Fue un insurgente de la academia, pues nunca supo adecuarse a ella y siempre ésta le pagó con el desprecio. Además, generó un arte de todos para todos, porque la temática y los personajes de su plástica fueron muy diversos, siempre en la búsqueda de un estilo propio.

Para la elaboración del presente artículo, además de recurrir a las diversas fuentes citadas, fue importante la visita a la exposición museográfica Rojo mexicano: la grana cochinilla en el arte, llevada a cabo en el Museo de Bellas Artes de noviembre de 2017 a febrero de 2018. El recorrido de la exposición me impactó de un modo positivo, pues la observación en vivo de la obra del artista, uno de mis muchos favoritos, clarifica que su manera de ver el mundo fue intensa y fuerte, como sus pinceladas y su color.

c Referencias

¿CUÁNTAS pinturas hizo Van Gogh? (2017). En: Muy Interesante, núm. 437 [en línea]: <www.muyinteresante.com.mx/sociedad/cuantas-pinturas-hizo-van-gogh/> Ir al sitio

ELGER, D., A. Ganteführer, K. H. Grimme, B. Hess, H. Werner, K. Honnef, C. Klingsöhr, S. Martin, D. Marzona, K. Stremmel, N. Wolf (s. f.). Arte moderno. Berlín: Taschen.

ESTUDIO (pintura) (s. f.). En: Wikipedia: <es.wikipedia.org/wiki/Estudio_(pintura)>. Ir al sitio

GARCÍA, L., y J. R. Triadó (2002). Genios de la pintura: Van Gogh. Barcelona: Susaeta.

GOMBRICH, E. H. (2001). La historia del arte. Londres: Phaidon.

HOMBURG, C. (2008). The Treasures of Vincent Van Gogh. Nueva York: Metro Books.

TRATADO de Kanagawa (s. f.). En: Wikipedia: <es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Kanagawa>. Ir al sitio

VAN GOGH, V. (2007). Las Cartas I y II. Madrid: Akal. En <books.google.com.mx/books?id=Zh_RT89XkBMC...>. Ir al sitio

WALTER, I. F. (2003). Van Gogh. Köln: Numen.

WALTER, I. F., y R. Metzger (2001). Van Gogh. La obra completa: pintura. Köln: Taschen.

NOTAS

* Licenciada en Diseño Gráfico por la Universidad del Valle de México y maestra en Mercadotecnia. Cuenta con diez años de experiencia docente en el área de Historia del Arte Moderno y Contemporáneo, Expresión Gráfica y Teoría del Color en diversas instituciones privadas de educación superior.
  1. Estudio es la denominación que se da al croquis preparatorio de una obra pictórica (en cuyo caso también se denomina ‘boceto’), o a la nota visual que toma el pintor (en cuyo caso también se denomina ‘apunte’). Puede ser tanto un dibujo como un trabajo más complejo realizado con cualquier tipo de técnica (estudio al óleo)” (Estudio [pintura], s.f.).
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