¿Qué hacer con la frustración
EN LA INFANCIA?

Gabriela Oseguera Altamirano[*]



Todos hemos sentido frustración más de una vez, ese sentimiento de impotencia y de no saber qué sentir o qué hacer. En la infancia la frustración suele ser muy común y, de no abordarse de manera adecuada, puede traer consecuencias negativas, como la somatización. Por ello es necesario enseñar a reconocerla y tratarla desde el aula, ya que aumentar la tolerancia a la frustración es un proceso que toma tiempo y requiere constancia.




c ¿Qué es la frustración?

La sensación de frustración está muy presente en nuestro mundo, día a día todos enfrentamos situaciones complicadas, donde no obtenemos los resultados que esperamos. El Léxico Oxford (2022) define frustración como “Imposibilidad de satisfacer una necesidad o un deseo”. Ésta se presenta cuando hay cambios repentinos que disgustan, cuando se comete un error y no se cuenta con la capacidad de aceptarlo, cuando no se puede cambiar una situación dada o no se sabe cómo expresar sentimientos ni cómo actuar ante ellos, entre otras. Elena Calvo, de la Facultad de Educación de Palencia, Universidad de Valladolid, explica:


[La frustración] es una respuesta emocional, la cual surge cuando no conseguimos nuestras metas o proyectos, o cuando nuestros deseos y necesidades no se llegan a satisfacer. Cuando sentimos frustración, experimentamos un conjunto de emociones, siendo este una mezcla de ansiedad, impotencia, enfado, angustia y tristeza (2021, p. 10).


Cuando no hay una buena tolerancia a la frustración, se magnifica lo negativo de cada situación y se percibe de una manera más intensa y desagradable. Así se explica que estos sentimientos y pensamientos en ocasiones generen comportamientos agresivos e incluso autodestructivos.

A este tema debe prestársele mayor atención durante la infancia, ya que tener una buena tolerancia a la frustración permite lidiar de manera adecuada con los obstáculos que presenta la vida. Aprender a responder a éstos de modo adecuado es un proceso que toma tiempo; por ello, iniciar desde edades tempranas el trabajo para aumentar la tolerancia a la frustración, facilitará afrontar de manera positiva cada reto o dificultad que surja (Euroinnova, 2022). En la etapa infantil es más sencillo enseñar que no es necesario siempre buscar ser perfecto, que está bien cometer errores, y que lo más importante es la felicidad y el bienestar emocional (siempre y cuando la persona no se dañe a sí misma ni a otras).

Entre los 3 y los 6 años no es de esperar la aparición de comportamientos empáticos; de hecho, durante ese periodo, los adultos consideramos a los niños como egoístas. Entre los 6 y los 7 años de edad, los infantes comienzan a desarrollar la capacidad de “ponerse en los zapatos del otro”. Finalmente, la empatía se termina de desarrollar hacia los 10-12 años (Euroinnova, 2022). Aunado a esto, conviene tomar en cuenta que “la zona del cerebro que se encarga del razonamiento se desarrolla más tarde que la de las emociones” (Calvo, 2021, p. 11), por lo que en la niñez aún no se cuenta con la capacidad de controlar y responder a las emociones de manera asertiva.



Al estar conscientes de esta información, las personas adultas tenemos la posibilidad de comprender que cuando los niños no responden de la manera deseada, lo que percibimos como un berrinche se explica porque sólo están centrados en satisfacer sus deseos.

c ¿Por qué preocuparse y ocuparse?

La doctora Estrella Flores-Carretero, presidenta del Instituto Europeo de Inteligencias Eficientes (IEIE), expone algunas consecuencias negativas que se dan cuando un pequeño no logra tener una buena tolerancia a la frustración:



Otras consecuencias de que un niño continúe siendo poco resistente ante la frustración incluyen que prefiera no enfrentar nuevos retos ni probar cosas nuevas; que al presentarse una situación que considere difícil opte por abandonarla; que busque una gratificación inmediata y sea impaciente; y en ciertos casos puede desarrollar algún trastorno emocional al no poderse expresar adecuadamente. Por ejemplo, hay situaciones en las que esta falta de expresión desemboca en la somatización (Matienzo, 2022). Por esto y más es importante permitir y fomentar que los pequeños no guarden sus sentimientos y emociones, para lo cual es imprescindible enseñarles a expresarlos de una manera asertiva.

En cuanto a la somatización, ésta se presenta al manifestar las emociones por medio de malestares físicos. Es decir, al no externar de forma adecuada el malestar emocional, éste se convierte en uno físico, como método de distracción del verdadero problema psicológico. Los síntomas somáticos más frecuentes durante la niñez y adolescencia son dolor, cansancio, desmayos y náuseas (Herskovic y Matamala, 2020).

Si a los niños no se les permite mostrar
      su frustración, porque no saben
hacerlo de forma regulada, es posible
     que terminen por somatizarla

Somatizar es una de las consecuencias negativas más perjudiciales derivadas de que los individuos no logren resolver sus conflictos emocionales (Muñoz et al., 2018). De acuerdo con el psiquiatra Carlos Cruz, “el uso del cuerpo como un medio de comunicación de los problemas diarios […] no sólo es un método aceptable, sino que al mismo tiempo es la forma más efectiva de obtener ayuda” (2018, p. 143). Esta aseveración está estrechamente relacionada con la tolerancia a la frustración, ya que, si a los niños no se les permite mostrar su frustración, porque no saben hacerlo de forma regulada, es posible que terminen por somatizarla dañando su cuerpo inconscientemente.

c Consejos para manejar estas situaciones

Ya que tenemos una mejor idea de qué es la frustración, por qué se presenta y algunas consecuencias negativas de tener poca resistencia ante ella, a continuación compartimos algunas técnicas útiles para enseñar a los niños a mejorar este último aspecto.

Un gran paso es lograr que comprendan y acepten que la frustración forma parte de la vida. Otorgarles la responsabilidad de tomar ciertas decisiones es una forma de fomentar que analicen situaciones, conozcan sus límites y, si se equivocan, enfrenten el fracaso como fuente de aprendizaje.

Otros consejos incluyen: evitar tanto la sobreprotección como la permisividad; como personas adultas, actuar como modelos mostrando maneras sanas de enfrentar adversidades; al organizar juegos y actividades en la escuela, procurar no otorgar siempre una recompensa inmediata; leer en clase cuentos infantiles que aborden el tema; explicar que el proceso es también importante, no sólo el resultado final, lo cual puede ser esencial para disminuir la frustración si no logran cumplir su objetivo de la manera deseada (Euroinnova, 2022).

Flores-Carretero, doctora en Psicología clínica, aborda otros aspectos relevantes que conviene tratar en el aula: la negociación, la identificación y ubicación de sentimientos en el cuerpo, el reconocimiento de los detonantes de su ira o frustración y, finalmente, el desarrollo de estrategias para recuperar la calma. En particular, ella propone una lista de 13 técnicas para enseñar a manejar la frustración durante la infancia; puesto que varias ya fueron mencionadas anteriormente, reproducimos sólo las siguientes:



Para terminar, la psicóloga Gabriela Matienzo resalta la importancia de no descalificar las emociones de niñas y niños, sino buscar entenderlos y, aunque nos parezca exagerada su reacción, no minimizarla, ya que, en la medida en la que se les permita hablar de lo que sienten, más sencillo será que logren regularse. Ella sostiene que el siguiente paso es brindarles opciones para actuar ante las emociones expresadas, por ejemplo “hacer una lista con cosas que les hagan sentirse bien y escoger alguna de ellas si se sienten tristes, darles ideas para resolver algún conflicto en el colegio, como [...] hacer un dibujo de aquello que les causa miedo para después deshacerse de él, etc.” (Matienzo, 2022). En resumen: es importante que nuestros alumnos perciban nuestras ganas de ayudarlos y que entiendan que hay formas adecuadas para actuar ante situaciones desagradables.

c Conclusión

Si bien la frustración es un sentimiento completamente normal, en la infancia se tiene una menor capacidad y habilidad para manejarla. Las reacciones indeseables derivadas de la baja tolerancia a la frustración pueden deberse tanto a razones del propio desarrollo infantil, como a que, en ocasiones, los adultos fomentan que los niños se acostumbren a obtener siempre lo que quieren o no les explican que no conseguir siempre todo cuanto desean es parte de la vida.

El trabajo como docente no
es evitar que el estudiante se
frustre, sino enseñarle cómo
aumentar su tolerancia y cómo
expresarla de manera asertiva

Hay diversas consecuencias negativas cuando los niños no expresan sus emociones de manera adecuada, entre ellas se encuentra la somatización. En ese sentido, es preciso recordar que el trabajo como docente no es evitar que el estudiante se frustre, sino enseñarle cómo aumentar su tolerancia y cómo expresarla de manera asertiva.

Desafortunadamente, con frecuencia, tanto padres como maestros no disponemos de las herramientas para fomentar esta tolerancia y reaccionamos de manera impulsiva, lo cual afecta a los niños. Por esto, también es necesario hacer conciencia sobre la frustración propia.

c Referencias

CALVO, Elena (2021). ¿Cómo evitar la frustración en el proceso de aprendizaje de la lectoescritura en los niños del 1° ciclo de educación primaria?: Propuesta de estrategias de motivación. Trabajo de fin de grado en Educación Primaria. Facultad de Educación de Palencia, Universidad de Valladolid. https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/52053/TFG-L3050.pdf?sequence=1&isAllowed=y Ir al Sitio

CRUZ, Carlos (2018). La histeria moderna: Parte IV: Evolución de criterios diagnósticos del Trastorno por somatización. Psiquiatría y Salud Mental, 35 (1/2), pp. 141-151.

EUROINNOVA, International Online Education (2022). Actividades para manejar la frustración en niños. https://www.euroinnova.edu.es/blog/actividades-para-manejar-la-frustracion-en-ninos/amp# Ir al Sitio

FLORES-CARRETERO, Estrella (s. f.). Desarrollar la tolerancia a la frustración en los niños con 13 técnicas exitosas. Instituto Europeo de Inteligencias Eficientes. https://www.ieie.eu/tolerancia-a-la-frustracion-en-los-ninos/ Ir al Sitio

HERSKOVIC, Viviana; y Marcela Matamala (2020). Somatización, ansiedad y depresión en niños y adolescentes. Revista Médica Clínica Las Condes, 31 (2), pp. 183-187. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0716864020300213 Ir al Sitio

Léxico Oxford (2022). Frustración. https://www.lexico.com/es/definicion/frustracion Ir al sitio

MATIENZO, Gabriela (2022). El error de reprimir las emociones de nuestros hijos. Guía Infantil. https://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/conducta/el-error-de-reprimir-las-emociones-de-nuestros-hijos/amp/ Ir al Sitio

Notas

* Licenciada en Psicología con maestría en Terapia Familiar y especialidad en Psicología Clínica.

c Créditos fotográficos

- Imagen inicial: Shutterstock

- Foto 1 a 2: Shutterstock

CORREO del MAESTRO • núm. 317 • Octubre 2022