Gestionemos una biblioteca escolar
INCLUSIVA Y RESILIENTE[*]

Amílcar Saavedra Rosas[**]


Leer es salir de uno y una misma en busca de
los otros. Es interesarse por la vida. Es desear
pertenecer y buscar comunicarse.

LUZ MARÍA CHAPELA


La pandemia por el virus SARS-CoV2 dejó secuelas en la vida de millones de personas, pero también nuevos aprendizajes en diferentes ámbitos. En este caso proponemos que la biblioteca escolar ofrezca a docentes y alumnos, así como a madres y padres de familia, la oportunidad para que actúen de manera resiliente, capitalizando sus saberes, capacidades y habilidades adquiridos durante el aprendizaje a distancia, ampliando la visión de lo que puede aportar una biblioteca vinculada a las familias, la escuela y la comunidad, y fortaleciendo un diálogo a favor de un proyecto para beneficio de la comunidad.




c A poco más treinta meses del inicio de la pandemia

¿El 11 de marzo se cumplieron dos años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogara la propagación global del virus SARS-CoV2 (causante de covid-19) como una pandemia. Desde entonces, el virus ha cobrado más de seis millones de vidas en el mundo; y en México afectó a 5 651 553 personas, de las cuales, 322 761 fallecieron, esto hasta el 29 de marzo de 2022 según información oficial (Conacyt, s. f.)

El impacto social ha resultado devastador en varios sectores, en particular en la educación, donde se suspendieron las actividades escolares a partir de que la Secretaría de Educación Pública (SEP) decretó el 16 de marzo de 2020, la suspensión de clases como medida precautoria. Luego de ello, se diseñó la Estrategia Aprende en Casa, mediante transmisiones por televisión y radio a partir del 23 de marzo de 2020, dirigidas al alumnado de educación básica.


Aprende en Casa es una estrategia nacional de aprendizaje a distancia que tiene como propósito brindar el servicio educativo de tipo básico a través de los medios disponibles […] para garantizar su derecho a la educación, aun en contextos de emergencia como el que representa la presencia del virus SARS-CoV2 (covid-19) en un esfuerzo coordinado entre la Federación, los estados y la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México (SEP, 2021, p. 1).


Los alumnos y los docentes se encontraron de manera repentina en un escenario educativo mediado por las tecnologías de la información y la comunicación

Se efectuó también un gran despliegue de recursos humanos y tecnológicos para continuar la operación del sistema educativo. Sin embargo, faltaban los alumnos y los docentes, quienes de manera repentina se encontraron en un escenario educativo mediado por las tecnologías de la información y la comunicación, que se prolongó por casi dos años.

Los docentes confirmaron las implicaciones del trabajo a distancia, el cual en muchos casos se vio severamente afectado por las condiciones prevalecientes en los hogares de los alumnos, quienes no contaban con los recursos tecnológicos ni con las competencias para participar del aprendizaje a distancia, y tampoco disponían del acompañamiento por parte de sus padres o familiares cercanos para garantizar su aprendizaje. Sin dejar de mencionar que ni siquiera los propios docentes disponían en sus casas de la tecnología necesaria para desarrollar la enseñanza a distancia ni contaban con las competencias pedagógicas para el trabajo educativo remoto.

Con el propósito de ofrecer datos que fundamenten lo antes expresado, retomamos los que ofrece la Encuesta para la Medición del Impacto Covid-19 en la Educación,[1] realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi, 2021):

El principal recurso para el desarrollo de las actividades escolares fue el teléfono celular en 65.7 por ciento de los casos, junto con otros dispositivos electrónicos usados para las actividades escolares o clases a distancia, en los siguientes porcentajes: computadora portátil, 18.2; computadora de escritorio, 7.2; televisión digital, 5.3; y tableta, 3.6 por ciento. Dicha situación se confirma cuando la misma población encuestada, en 28.6 por ciento, señala que efectuó un gasto adicional en teléfonos celulares; y además, 26.4 por ciento contrató el servicio de internet.

Por otra parte, según esta encuesta, la población escolar que no concluyó el año escolar 2019-2020, principalmente motivada por la pandemia de covid-19, identifica las siguientes razones: 28.8 por ciento de los estudiantes perdieron contacto con sus docentes o no pudieron hacer la tarea, en tanto que 17.7 por ciento no disponía de computadora o conexión a internet. Y no se puede dejar de lado el hecho de que en 22.4 por ciento de los casos alguien de la vivienda se quedó sin trabajo o sufrió la reducción de sus ingresos, así como que a 15.4 por ciento no le satisfizo las clases a distancia. Más aún, de los alumnos que no se inscribieron al ciclo escolar siguiente, una cuarta parte (26.6 por ciento) considera que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje.

La participación de las mujeres (abuelas, tías, mamás y otras personas), en particular el apoyo brindado por las mamás a sus hijos en las actividades escolares, fue determinante para que los alumnos concluyeran el ciclo educativo a distancia.



Finalmente, de manera empírica puedo señalar que las madres de familia desarrollaron diversas competencias relacionadas con el uso de las tecnologías y el acompañamiento pedagógico,[2] situación que se debería capitalizar a favor del aprendizaje de los alumnos con el regreso de la presencialidad a la escuela, y en el caso de las mujeres fortalecer dichos saberes a través de programas gubernamentales.

Ante el regreso a clases, los maestros se preguntan qué hacer para remediar el daño, para recuperar el aprendizaje perdido. Al comentar sobre el estado de los aprendizajes en sus alumnos, subrayan la falta de habilidades para acceder al conocimiento, y la necesidad de que los alumnos “se pongan al corriente”. En particular en los primeros grados de la educación primaria, la principal preocupación se relaciona con la adquisición de la lengua escrita, ya que ésta media el aprendizaje, desde ya pero también en el futuro.

c ¿Qué tipo de biblioteca necesita la escuela?

Para que las escuelas se adapten a las necesidades de los estudiantes, tanto en las habilidades fundamentales de alfabetización y aritmética, como respecto a la salud mental y bienestar, se requiere un apoyo adicional para los alumnos y también para los maestros. En este sentido, desde la biblioteca escolar se puede promover dicho andamiaje, pero desde ahora se debe señalar que se requiere una biblioteca con una vocación resiliente y articulada al proyecto escolar; que incluya y vincule a los diversos actores sociales de manera activa, al capitalizar los aprendizajes y preocupaciones pedagógicas de los padres; y que se gestione con un carácter de pertenencia comunitario-cultural. El propósito es integrar una biblioteca escolar inclusiva, para lo cual se proponen seis acciones:


1. Crear una biblioteca como pilar del proyecto escolar

A la persona titular de la dirección, como máxima autoridad de la institución, le corresponde nombrar a un docente como responsable de la biblioteca, cuyo perfil debe caracterizarse por su interés en el tema de la lectura, así como por reconocer la relevancia de la participación de madres y padres en los retos educativos y tener la voluntad de promover el trabajo pedagógico colegiado de los docentes para los procesos educativos.

El maestro bibliotecario dedica su tiempo a la revisión del acervo con base en los programas escolares

Podemos decir que lo necesario es que el maestro responsable se dedique de tiempo completo a la atención de la biblioteca, para lo cual es preciso descargarlo de la atención de su grupo, en cuyo caso sus alumnos podrían ser atendidos por sus colegas. Dicha acción se compensaría pedagógicamente al colectivo docente, en la medida que el maestro bibliotecario dedica su tiempo a la revisión del acervo con base en los programas escolares, con el fin de ofrecer materiales específicos de apoyo por tema, unidades o proyectos que se implementen en cada grupo, para finalmente integrar dicha información en un catálogo o compendio pedagógico,[3] al mismo tiempo que ofrece en la biblioteca una propuesta de contenidos relacionados con el manejo de la información y el estímulo del desarrollo de la biografía lectora de los alumnos con actividades de animación y fomento de la lectura y la escritura. Lo anterior demanda reinventar la gestión de la escuela.

Las dos primeras acciones del responsable de la biblioteca son: integrar un comité de apoyo a la biblioteca y constituir la biblioteca de la escuela. En el comité de la biblioteca participan los docentes, las madres, los padres y los niños de la comunidad, así como otras personas interesadas en formar una red de apoyo, dispuestas a sumarse a un proyecto educativo-cultural en beneficio de la comunidad.

A continuación, es necesario constituir la biblioteca escolar, mejor aún si se hace en la perspectiva de un centro de recursos para el aprendizaje, lo que significa integrar todos los recursos existentes en la escuela, para ponerlos al servicio de la comunidad, por ejemplo:

  • Material impreso: libros, enciclopedias, revistas y otros recursos

  • Material informático: listas de páginas electrónicas con información de bibliotecas virtuales, CD-ROM o memorias USB

  • Material audiovisual: audios y videos en diferentes soportes

  • Medios para el manejo de la información: computadoras, reproductores de audio y video, e incluso celulares,[4] para que alumnos, docentes, madres y padres los puedan pedir prestados de manera cotidiana.



La dirección escolar confirmará el papel central de la biblioteca en el proyecto escolar, al acompañar la conformación del comité de la biblioteca y comprometerse a verificar el uso de ésta en los planes de clase de los docentes.


2. Organizar una biblioteca con efectos positivos en los usuarios

Más allá de las características de la escuela (la modalidad, el nivel educativo), la biblioteca se debe distinguir, entre los servicios que se ofrecen a los alumnos y la comunidad, por estar bien instalada y bien clasificada:


Bien instalada: Las condiciones de las escuelas son tan variadas que una buena instalación de la biblioteca puede significar diferentes escenarios, en algunos casos puede ocupar un salón de clase habilitado con muebles y libreros colocados apropiadamente; en otros, puede recurrirse al uso de tablas, huacales, percheros, tendederos, tablillas en la pared, como libreros y portalibros; en otros más, una canasta o un librero portátil colocados en un área del patio o jardinera delimitada por algunas señalizaciones subsanarán las carencias físicas. La biblioteca no es un lugar… es la ocasión de encuentro entre los libros y sus lectores. En todo caso, lo que se debe garantizar es que los usuarios de la biblioteca:

  • Tengan a la vista las portadas de algunos libros, y colocar el resto de materiales, de tal manera que se facilite la lectura de la información del lomo. Periódicamente se pueden rotar los libros en exhibición.

  • Gocen de acceso directo a los libros para que puedan seleccionarlos de manera libre.

  • Puedan realizar la lectura allí mismo, para lo cual se requieren mesas, sillas y bancas. Mejor aún será garantizar un espacio acogedor, para lo cual se puede emplear un trozo de alfombra, unas colchonetas rellenas de hojas de maíz o ropa en desuso, pero limpia. Se trata de que la lectura se convierta en una experiencia de vida





La biblioteca se debe clasificar según las necesidades de los usuarios y los propósitos del proyecto escolar

Bien clasificada: La biblioteca se debe clasificar según las necesidades de los usuarios y los propósitos del proyecto escolar. Es posible colocar los libros considerando diversas características, pero antes de decidir, se debe pensar en los usuarios, en qué clasificación permite que los docentes empleen los libros como un recurso de apoyo pedagógico a su clase. Por ejemplo, la Secretaría de Educación Pública (SEP, 2022b) propone organizar las bibliotecas escolares y de aula por géneros (literarios, informativos) y categorías (La naturaleza, Los números y las formas, Las historias del pasado, entre otros) distinguiendo con colores los temas, información que se muestra en las portadas de los libros.


3. Idear una biblioteca que fortalezca el sentido de pertenencia en los lectores

Las bibliotecas escolares administradas por personas responsables comprometidas con los servicios bibliotecarios constituyen una forma de modelaje de la interrelación lectores-acervo, lo cual tiene un efecto positivo al servir de orientación en la vida de los niños, niñas y jóvenes, en particular en quienes tienen pocas posibilidades de acceso a recursos socioculturales.

Para fortalecer el sentido de pertenencia de la comunidad escolar, es importante que participen las madres y los padres de familia, los cuales pueden colaborar en ofrecer los servicios bibliotecarios: estantería abierta, préstamo de libros a domicilio, mesa de novedades, área de lectura, actividades de fomento a la lectura, entre otras acciones. Pero más aún, pueden ser responsables de extender el horario de servicio de la biblioteca, lo que significa abrirla antes y después del horario de clase. La justificación se encuentra en que a partir de la pandemia muchos padres se comprometieron pedagógicamente con sus hijos al acompañar su aprendizaje; desarrollaron habilidades y saberes relacionados con el manejo de la tecnología, y la búsqueda e identificación de información; e incluso están preocupados por que sus hijos consoliden diversas habilidades y restructuren nuevos conocimientos, de ahí su carácter resiliente.

Ampliar el horario de funcionamiento de la biblioteca favorece la construcción de un vínculo escuela-comunidad, porque muchos padres reconocerán dicho proceder como un acto solidario y de compromiso pedagógico. Incluso, los servicios de la biblioteca se pueden ofrecer los fines de semana, lo cual requiere establecer acuerdos de colaboración, y de esta manera se fortalece el vínculo entre la escuela y la comunidad, así como los rasgos de identidad entre los usuarios de la biblioteca.


4. Sostener una biblioteca para la renovación del contrato didáctico con el grupo

Las actividades o estrategias de fomento de la lectura las conocen muy bien los docentes, y pueden ser, entre otras:


  • Lectura en voz alta en diferentes modalidades

  • Círculo de lectores y escritores

  • Lectura individual de libros en casa o en el espacio asignado

  • Lectores invitados al espacio de lectura

  • La mochila ambulante o viajera

  • Taller de escritura de textos

  • Taller de mejora y corrección de textos


Sin embargo, para incidir en la formación de lectores, es necesario considerar que cada actividad o estrategia particular requiere para su desarrollo por lo menos dos meses u ocho sesiones, a manera de proyecto, a fin de abordar un tema específico y lograr su consolidación, en forma de ondas expansivas. Así, cada determinado tiempo se renovará el contrato didáctico con el grupo, al proponer una nueva temática e incluso otra estrategia.


5. Promover una biblioteca cuyo acervo se emplee para apoyar el aprendizaje

Como uno de los acuerdos pedagógicos, en la práctica es necesario considerar el empleo del acervo de la biblioteca escolar como parte de la planeación docente, lo que abrirá oportunidades de aprendizaje y apropiación de la cultura y el pensamiento científico para los alumnos a través de la lectura.

Esto supone que la dirección acompañe la planeación y su implementación, y, más aún, que promueva entre docentes el intercambio de experiencias tendiente a mejorar los planes con apoyo de la biblioteca. Es conveniente señalar que el acervo de la biblioteca es un aliado de la metodología del aprendizaje basado en proyectos (ABP), y se puede emplear bajo las siguientes consideraciones:


  • Para iniciar el tema o proyecto escolar. La lectura ante el grupo, de un texto bien seleccionado, será la oportunidad para convocar a los alumnos a participar de un proyecto o tema nuevo. Dicha estrategia es válida para todas las asignaturas, y no únicamente para Español como regularmente se considera. Esta lectura de apertura buscará establecer un punto de referencia respecto al tema, entre los alumnos, y mejor aún si se abre la posibilidad de comentarlo con ellos, lo cual permitirá subrayar los puntos de mayor interés. Al terminar la lectura, conviene proporcionar la información del libro, con el propósito de que los alumnos se interesen en realizar la lectura de manera autónoma.

    La lectura ante el grupo, de un texto bien seleccionado,será la oportunidad
    para convocar a los alumnos a participar de un proyecto o tema nuevo

    Otra posibilidad consiste en ofrecer una lectura recreativa, para lo cual se puede emplear alguna retahíla, un cuento acumulativo, una copla que invite a moverse de manera rítmica o un poema que facilite la lectura colectiva. En este caso, la apuesta es que la palabra fortalezca la generación de serotonina y dopamina en los alumnos,[5] lo cual abre la posibilidad de aumentar el foco de atención y potenciar la consolidación y el almacenamiento de información nueva en la memoria a largo plazo. No descartemos dicha oportunidad.

  • Al servicio cotidiano del aula. Lo necesario sería disponer de una biblioteca de aula de tres a cinco libros por alumno en promedio, libros seleccionados con base en los temas del currículo escolar para ser consultados, y de acuerdo con la etapa lectora del grado para fortalecer la biografía lectora de los alumnos. Sin embargo, si no existen recursos bibliográficos de consulta disponibles en el aula, optemos por lo posible, que en este caso sería conseguir diccionarios de uso, de sinónimos y antónimos, etimológicos y enciclopédicos, así como libros traídos de la biblioteca escolar e incluso de la biblioteca pública relacionados con el tema que se está tratando. Los alumnos pueden aportar fotografías, grabaciones de audio y video y más recursos, materiales que se actualizan cada vez que se cambia el tema de

    De ser posible, conviene contar con una computadora conectada a internet
    para realizar consultas

    investigación. De ser posible, conviene contar con una computadora conectada a internet para realizar consultas, e incluso emplear los celulares de los propios alumnos si disponen de ellos.

    El propósito de situar estos recursos en clase es ampliar y profundizar la información, consultar algún dato, identificar el significado de una palabra, ampliar la información sobre aspectos del tema, en una lógica de hipertextualidad. Más aún, es la oportunidad para modelar ante el grupo, comportamientos relacionados con el manejo de la información, como lo haría un lector-investigador experimentado. Emplear estos recursos de manera cotidiana significará replantearse la metodología de trabajo.

  • El aprendizaje nunca termina. A los alumnos es preciso ofrecerles ecosistemas de información para que continúen aprendiendo más allá del aula, de tal manera que la exposición de la clase sea como una piedra arrojada al estanque del conocimiento. Por lo tanto, la biblioteca escolar debe ser la primera oportunidad para ampliar o profundizar la información sobre algún tema. Más aún, la escuela puede ofrecer un pase de acceso directo a la biblioteca pública, por medio de un convenio de colaboración, a fin de abrir el camino hacia un ecosistema de información más amplio. Otra posibilidad es identificar instituciones de educación superior o personas especialistas en algún tema de interés e invitarlas a ofrecer una charla a los alumnos, sin dejar de lado las Casas de la Cultura, las Salas de Lectura, los Pilares,[6] museos, huertos comunitarios, así como organizaciones de la sociedad civil interesadas en temas educativos.

6. Gestionar la adquisición de libros y la mejora de la biblioteca

Las coordenadas de financiamiento para los proyectos de mejora de la infraestructura básica, de equipamiento y servicios, e incluso de construcción y reconstrucción de los planteles educativos, cambiaron desde la presentación del Programa La Escuela es Nuestra (LEEN) en 2019.

En este sentido, las acciones de mejora quedaron a cargo del Comité Escolar de Administración Participativa (CEAP) (SEP, 2022c) de cada escuela, que, una vez nombrado, tiene como una de sus principales acciones elaborar el diagnóstico sobre el estado y las condiciones del plantel, con el propósito de detectar las necesidades de infraestructura. En este caso se deben registrar los requerimientos para garantizar la habilitación de la biblioteca de la escuela, incluidas las necesidades de mobiliario y equipo escolar: mesas, escritorios, sillas, estantes e incluso computadoras; y como parte de los materiales didácticos y educativos se puede considerar la adquisición de libros para ampliar el acervo con nuevas obras, así como para la reposición de algunos títulos. Más aún, también se ofrece la oportunidad de considerar las necesidades de papelería e insumos, los cuales se pueden destinar a las acciones de promoción de la lectura y difusión de la biblioteca.

No hay que descartar en las acciones mayores, la ampliación, remodelación e incluso construcción de la biblioteca escolar como un espacio educativo que puede repercutir favorablemente en la escuela y la comunidad. En caso de evaluar dicha posibilidad, es recomendable buscar asesoría profesional, con universidades o colegios de arquitectos de la entidad, a fin de garantizar la autorización de recursos por parte del Programa LEEN, pero sobre todo para que el diseño atienda las necesidades de la comunidad de lectores. En todo este proceso es necesario que alumnos, docentes, madres y padres de familia participen activamente.

Otra posibilidad, para mejorar los servicios de la biblioteca escolar se puede encontrar en las Reglas de Operación del Programa La Escuela es Nuestra para el ejercicio fiscal 2022 (Diario Oficial de la Federación, 28 de febrero de 2022), modificadas con el Acuerdo número 08/04/22 (SEP, 2002c). De acuerdo con dichas reglas, el horario de servicio de la biblioteca se puede extender con base en la remuneración del horario ampliado de los maestros bibliotecarios existentes y los maestros comisionados a cargo de la biblioteca, lo cual abre la posibilidad de ofrecer un servicio educativo para la comunidad. Lo anterior se debe valorar considerando su viabilidad administrativa y pertinencia pedagógica a partir del proyecto de cada escuela.

c Referencias

Conacyt, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (s. f.). Covid-19 México. https://datos.covid-19.conacyt.mx/ Ir al sitio

Inegi, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2021). Encuesta para la Medición del Impacto Covid-19 en la Educación. https://www.inegi.org.mx/investigacion/ecovided/2020/ Ir al sitio

LÓPEZ, Selene; y Amílcar Saavedra (2020). Continuar aprendiendo en tiempos de pandemia. Una estrategia de educación a distancia en una comunidad rural del Estado de México. Correo del Maestro, 290, pp. 16-28. https://issuu.com/edilar/docs/cdm-290/1 Ir al sitio

SAAVEDRA, Amílcar (2018a). El reúso de celulares en el aula, una vuelta de tuerca pedagógica. Primera parte. Correo del Maestro, 264, pp. 16-23. https://issuu.com/edilar/docs/cdm-264/1 Ir al sitio

(2018b). El reúso de celulares en el aula, una vuelta de tuerca pedagógica. Segunda parte. Correo del Maestro, 265, pp. 5-10. https://issuu.com/edilar/docs/cdm-265/1 Ir al sitio

SEMADENI, Deyanira (2018). Conoce los neurotransmisores del aprendizaje y la felicidad. UNITEC/Blog, 8 de mayo. https://blogs.unitec.mx/vida-universitaria/conoce-neurotransmisores-aprendizaje/ Ir al sitio

SEP, Secretaría de Educación Pública (2021). Estrategia Aprende en Casa, Informe de resultados 2020-2021. https://www.ine.mx/wp-content/uploads/2021/09/crt-9so-2021-09-29-p2-a3.pdf Ir al sitio

(2022a). Boletín SEP no. 1 Se declara lista la SEP para el regreso a clases presenciales tras el período vacacional de invierno. https://www.gob.mx/sep/es/articulos/boletin-sep-no-1-se-declara-lista-la-sep-para-el-regreso-a-clases-presenciales-tras-el-periodo-vacacional-de-invierno?idiom=es Ir al sitio

(2022b). Clasificación de la biblioteca escolar y de aula. [Video.] https://www.youtube.com/watch?v=b4g4dRt2N3g Ir al sitio

2022c). Manual del Comité Escolar de Administración Participativa (CEAP). https://educacionbasica.sep.gob.mx/wp-content/uploads/2022/06/LEEN_Manual_del_CEAP_2021.pdf Ir al sitio

(2022d). Acuerdo número 08/04/22 por el que se modifican las Reglas de Operación del Programa La Escuela es Nuestra para el ejercicio fiscal 2022, emitidas mediante diverso número 05/02/22, publicado el 28 de febrero de 2022. Diario Oficial de la Federación, 28 de abril. https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5650588&fecha=28/04/2022#gsc.tab=0 Ir al sitio

Notas

* El presente artículo tiene su origen en la conferencia “¿Y después del regreso a clases?: Una biblioteca inclusiva”, que impartí durante la Semana Académica y Cultural convocada por la Secretaría de Educación del estado de Yucatán, en abril de 2022.
** Psicólogo social por la Universidad Autónoma Metropolitana, con maestría en Ciencias de la Educación por el Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México; tiene un máster en Literatura Infantil y Juvenil por la Universidad de Castilla-La Mancha, España y es especialista en formación de docentes. Integrante de la RED: Movimiento de Cooperación Pedagógica.
  1. La información se basa en población de 3 a 29 años inscrita en el ciclo escolar 2019-2020; sin embargo, es orientadora de lo que aconteció en educación básica en México.
  2. Algunos testimonios de la participación de mujeres que apoyaron a sus hijos se pueden conocer en López y Saavedra, 2020.
  3. Es un registro que tiene la función de reconocer los libros, materiales e información que pueden emplear los docentes como apoyo para desarrollar un tema en clase.
  4. Se pueden encontrar sugerencias de uso de celulares no conectados a internet, con propósitos pedagógicos, en Saavedra, 2018a y 2018b.
  5. La serotonina y dopamina son dos neurotransmisores conocidos principalmente por su función en el estado anímico y la salud mental de los individuos (Semadeni, 2018).
  6. Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes, en Ciudad de México, planteados como puntos de encuentro de y para la ciudadanía, con ciberescuelas, disciplinas artísticas, actividades deportivas, talleres de emprendimiento y capacitación para el empleo.
c Créditos fotográficos

Imagen inicial: Shutterstock

Foto 1: otra-educacion.blogspot.com

Foto 2: cedie.neuquen.edu.ar

Foto 3 a 4: Shutterstock

Foto 5: Foto cortesía Coordinación Estatal del Programa de Lectura de Yucatán

Foto 6: Shutterstock

Foto 7: bibliotucci.blogspot.com

Foto 8: www.pinterest.es/jmanuelgarrido

CORREO del MAESTRO • núm. 316 • Septiembre 2022