Enseñar genética
EN LA ESCUELA

María Jesús Arbiza[*]

A pesar de los impresionantes avances de la ciencia y la tecnología, la cultura científica de la población en general se desploma más y más cada día, y es tarea nuestra, de los maestros, intentar luchar contra esta tendencia.



Enseñar genética en la escuela

Es imprescindible ofrecer a los alumnos el conocimiento y las herramientas necesarias para que se vuelvan participantes activos en esta sociedad científica y tecnológica, y por ello es importante extender la experiencia de los estudiantes desde una edad temprana para fortalecer la comprensión y despertar el interés en estos ámbitos. Los alumnos deben acceder a todas las oportunidades posibles para explorar el mundo que los rodea y darse cuenta de todo aquello que potencialmente puede impactar en su vida presente y futura. Adquirir conocimiento permitirá que los alumnos sean en el futuro miembros competentes y activos de la sociedad y que, incluso, algunos de ellos contribuyan al desarrollo científico y tecnológico.

Con respecto a la genética, los alumnos, desde muy pequeños, escuchan casi diariamente alguna información vinculada a esta disciplina –en la televisión, la radio, el cine, los videojuegos, algunas conversaciones, etcétera– y, sin embargo, pocas veces comprenden de manera cabal de qué se está hablando (lamentablemente, también sucede esto con muchos adultos). Pero es un hecho que la ciencia y la tecnología genéticas y su impacto en los individuos, las familias y la sociedad han crecido tanto y tan rápido en las últimas décadas que se vuelve de vital importancia acercar a los alumnos, desde grados básicos, a concepciones de esta disciplina que les permitan luego transitar hacia elaboraciones teóricas más complejas.

Si bien es hasta primero de secundaria cuando en el país se plantea que los alumnos se acerquen un poco a la genética de manera formal, creemos que los docentes de primaria deben tener un bagaje de conocimientos básicos sobre esta disciplina, que les sean útiles tanto para comprender muchos fenómenos que sí se incluyen en los currículos de primaria como para enfrentar y fomentar la curiosidad de sus alumnos. Es innecesario evitar cualquier acercamiento a la genética con los niños de primaria, pues de acuerdo con varios investigadores (como Solomon y Johnson, 2000; y Davies, 2005), ellos tienen la habilidad de hacer inferencias abstractas a partir de sus observaciones del mundo biológico, su curiosidad innata y su enorme necesidad de encontrar explicaciones.

Dos observaciones, dos preguntas

Vinculados a la genética, hay dos hechos que los alumnos observan desde que nacen:

  • Todos los seres vivos son diferentes a los demás. Esto se aprende a partir del mismo alumno, de su comparación con sus compañeros y familiares. Se dan cuenta que ellos son particulares, que sus características (como la estatura, el color de ojos, el timbre de voz, etcétera) los hacen diferentes a los demás.
        Y ven también que, si bien son diferentes a otros seres humanos, tienen muchas más diferencias con otro tipo de seres. Se parecen más a cualquier otra persona de este mundo que a un elefante, y todavía son más diferentes respecto a una araña, y aún más respecto a un hongo.

  • La descendencia de los individuos de una especie siempre es de individuos de esa especie.
    Los alumnos ven, desde bebés, que los hijos de los seres humanos siempre son personas, que una gata siempre pare gatitos y que si se siembra una semilla de frijol, brota siempre una planta de frijol.
        Estas dos cosas parecen muy obvias, pero no lo son tanto, y llevan, ineludiblemente, a dos preguntas:


    • ¿Qué hace que los seres vivos tengamos algunas características iguales y otras distintas?

    • ¿Cómo pueden las características pasar de padres a hijos?

Es importante que las observaciones que los alumnos hacen sobre el mundo que los rodea los conduzcan a reflexionar sobre ellas (pues encontrar las explicaciones no es un asunto trivial). Hay que estimularlos para que busquen respuestas y nunca matar su inquietud diciéndoles que es algo muy difícil para que lo comprendan.


La descendencia de los individuos de una especie siempre es de individuos de esa especie


¿Por qué no hablar de genes a los niños?

Los alumnos han hecho observaciones claras sobre las características de los seres vivos y su transmisión, y frecuentemente hacen preguntas. Es en ese momento cuando se pueden traer a colación conceptos básicos sobre genética.

Cómo, cuándo y con qué profundidad introducirlos depende de diversas consideraciones. Los programas oficiales hablan de herencia en primero de secundaria; sin embargo, muchos temas de primaria, principalmente de quinto y sexto, pueden hacer que alumnos curiosos planteen preguntas vinculadas a la genética y la herencia, y depende del criterio del docente y del conocimiento que tenga de su grupo, qué tipo de explicaciones puede buscar con ellos. Por supuesto, sería inútil, e incluso contraproducente, intentar trabajar con niños de grados básicos sobre qué es el ADN, su estructura química, su desdoblamiento y duplicación, o sobre homocigosis y heterocigosis, etcétera, pero sí es factible buscar explicaciones sencillas, comprensibles, que no requieran de conocimientos sofisticados de química ni de biología, pero que satisfagan las inquietudes que surjan y, sobre todo, que motiven el interés para seguir buscando explicaciones.

Es importante que los alumnos se vuelvan conscientes de que todos los seres vivos tenemos algo que contiene la información que nos da determinadas características y que puede transmitirla de una generación a otra (de padres a hijos). Se puede decir que ese algo se llama genes, y explicar que los genes son unidades en nuestro cuerpo que poseen las instrucciones para que nuestro pelo sea café, que nuestro pulgar tenga cierta forma, que seamos bajitos, que tengamos miopía, etcétera.

También es importante que se den cuenta de que el ambiente físico y social interactúa con la información que poseen esos genes para volvernos lo que somos (pues los niños observan también que si se come en exceso, se engorda; que si una mujer embarazada está desnutrida, o fuma, o se enferma, su bebé puede nacer con bajo peso o con algún padecimiento; que una enfermedad causada por algún microorganismo puede dejar a alguien calvo, etcétera).

Ser conscientes de lo anterior permite a los alumnos apreciar la relación entre la biología y el mundo circundante, e incluso ir, progresivamente, formando opiniones sobre los temas controvertidos alrededor de los avances tecnológicos en genética que pueden afectar su vida directamente.

Para los maestros de educación primaria

Lo anterior es el punto de partida, la base que puede estimular el interés de los alumnos por aprender más, sobre la cual irán construyendo, con los años, una red de conceptos cada vez más complejos.

Ofrecemos ahora a los docentes de educación primaria alguna información teórica que creemos importante para lograr una comprensión de los hechos básicos de la transmisión de caracteres en los seres vivos.

  1. Los seres vivos estamos formados por células (desde una hasta billones, dependiendo de la especie), y es en el nivel celular donde se encuentran las estructuras encargadas de la transmisión de caracteres.
        Excluyendo los microorganismos del reino Monera (bacterias), las células de los demás seres vivos tienen citoplasma y núcleo. La información que regula los caracteres se encuentra en el núcleo. En las células que no tienen núcleo, esa información está libre en el citoplasma.

  2. La información para que el ser vivo desarrolle ciertos caracteres (físicos, fisiológicos, de comportamiento) la transmiten los genes, que se encuentran en el ADN (ácido desoxirribonucleico), sustancia que está, a su vez, en los cromosomas.


Cromosomas: Son estructuras que contienen una larga cadena de una sustancia llamada ADN, que está apretadamente enrollada alrededor de ciertas proteínas llamadas histonas. Los cromosomas se encuentran en pares, y cada especie tiene un número determinado de cromosomas (por ejemplo, el ser humano tiene 23 pares; las moscas, 4 pares; los perros y lobos, 39; las vacas, 30; y el maíz, 10).





ADN o ácido desoxirribonucleico: Es el material hereditario en sí. Las células de cada individuo tienen un ADN idéntico, y la mayoría está en los cromosomas, en el núcleo celular. Se ha descubierto una pequeña cantidad en las mitocondrias (organelos respiratorios de la célula), llamado ADN mitocondrial.


El ADN tiene una compleja estructura química, y está formado por dos cadenas enfrentadas, formadas, a su vez, por unidades que contienen un azúcar (llamada desoxirribosa), un grupo fosfato y una base (cierto tipo de compuesto químico), que puede ser adenina (A), guanina (G), citosina (C) o timina (T). Esas unidades, conocidas como nucleótidos, se unen entre sí para formar una cadena.



Las cadenas enfrentadas se unen por las bases, pero la adenina sólo puede unirse a la timina, y la citosina a la guanina.



La secuencia (el orden dentro de la cadena) de las bases representa el código químico que contiene la información genética. Es este código el que ordena cómo construir un organismo, de una manera semejante a aquella en que las letras de un alfabeto se organizan para formar palabras y luego frases.

El ADN del ser humano tiene aproximadamente 3 mil millones de pares de bases (“escalones”en la cadena) y más de 99 por ciento son iguales en todas las personas del mundo; el 1 por ciento restante que tiene una secuencia diferente es el que nos da características distintas unos de otros (sólo los mellizos idénticos o gemelos tienen el 100% de su información genética igual, y las características diferentes que hay entre ellos se deben a factores ambientales).






Gen: Es la unidad de herencia que controla un carácter particular. Corresponde a un segmento de ADN. Un gen se encuentra en un sitio preciso del cromosoma, llamado locus.


Se podría decir que el núcleo de la célula es como una biblioteca que contiene todo el patrimonio hereditario, el cromosoma es un libro (que contiene el texto y la hoja en donde está asentado), el ADN es el texto, un gen es una frase de ese texto, y cada nucleótido con su base, una letra.




En un artículo subsiguiente, se darán explicaciones sobre por qué los cromosomas están en pares, qué son las células sexuales, qué es un organismo homocigoto, un heterocigoto, y cómo se transmite la información genética a la descendencia.


Referencias

SOLOMON, G. E. A., y S. C. Johnson (2000). Conceptual change in the classroom: Teaching young children to understand biological inheritance. En British Journal of Developmental Psychology, vol. 18, núm. 1, pp. 81-96.

DAVIES, G. (2005). Stories, fun and games: Teaching genetics in primary school. En Journal of Biological Education, vol. 40, núm. 1.

NOTAS

* Ingeniera Agrícola por la UNAM, diplomada en Enseñanza de la química por la Universidad Metropolitana y maestra en Enseñanza Superior por la Universidad La Salle. Colaboradora en el proyecto educativo de Correo del Maestro desde 1997.
Créditos fotográficos

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