Civismo digital
RESPETO Y EMPATÍA, DENTRO Y FUERA
DE LA RED

Ana Cecilia Pérez Rosales[*]



El uso de las plataformas digitales nos expone a riesgos e incluso puede hacernos partícipes de actitudes y reacciones negativas hacia los demás, lo que promueve un ambiente de agresión y tensión constante en los medios virtuales. Si esto ocurre entre personas adultas, ¿qué tipo de ambiente estamos compartiendo con niñas, niños y adolescentes que día a día se suman a estas plataformas? Las instituciones educativas tienen un papel que desempeñar a fin de lograr una interacción sana y responsable de las nuevas generaciones cuando emplean las variadas herramientas que el internet les ofrece. Para ello es preciso formar una conciencia sobre los derechos y responsabilidades que el uso de tales herramientas conlleva.




c Civismo digital. Respeto y empatía, dentro y fuera de la red

En la actualidad, la forma de interactuar entre nosotros ha cambiado de maneras sorprendentes; veinte años atrás, ni siquiera imaginábamos las distintas e inmensas posibilidades de relacionarnos por medio de la tecnología digital como lo hacemos hoy. Un ejemplo de esto son las redes sociales, donde no sólo es posible mantenernos en contacto con familiares y amistades sino también con personalidades destacadas en distintos ámbitos, e incluso externamos puntos de vista sobre una multiplicidad de temas, situación que no hubiera podido ocurrir con los llamados medios de comunicación masiva.

Estos medios, como la radio y la televisión, si bien continúan siendo importantes, han sido sobrepasados por los medios de comunicación digitales, cuyo alcance y accesibilidad posibilita que casi cualquier persona con iniciativa e interés puede volverse un comunicador de lo que sea.

En el temblor del 19 de septiembre de 1985, para enterarnos de lo que estaba ocurriendo dependíamos del radio y la televisión, a los que había un acceso limitado, primero, por la falta de electricidad en muchas zonas, y segundo, por las afectaciones que el temblor ocasionó a las propias televisoras y radiodifusoras del entonces Distrito Federal y de otras regiones del país.

En contraste, 32 años después, el 19 de septiembre de 2017 ocurrió otro sismo que sacudió de forma importante a la capital de México, pero la forma de comunicarnos y de enterarnos sobre lo que ocurría en las zonas afectadas cambió radicalmente. Ese día y los posteriores, muchas personas con acceso a un celular con capacidad de grabar fotografías y videos se convirtieron en reporteros improvisados que, con la intención de apoyar, informaban sobre las necesidades en las distintas zonas en las que se encontraban. En cuestión de minutos, sus mensajes se volvían virales[1] y lograban así la rápida conexión entre quienes requerían ayuda y quienes podían proveerla.



El anterior es un claro ejemplo de los beneficios que nos proporciona la tecnología en situaciones de emergencia, cuando cada minuto es clave para actuar y apoyarnos entre todos.

Ahora bien, cuando esta tecnología no se emplea de forma adecuada, es decir, cuando se aprovecha para divulgar noticias falsas con el objetivo de crear confusión, miedo, enojo, histeria colectiva, entonces provoca graves consecuencias.

Nuestros actos en el mundo digital, como lo hemos comentado con anterioridad, pueden tener repercusiones positivas y negativas en el mundo físico, por ello, el civismo digital se convierte en un elemento clave de nuestra interacción. En este sentido, debemos considerar que, como integrantes de una comunidad, necesitamos cumplir las normas de conducta que esa comunidad define y cuyo objetivo es propiciar una socialización respetuosa.

Ahora bien, si tomamos en cuenta que el uso de internet inicia a edades cada vez más tempranas, resulta imperativo educar desde la infancia en las normas de conducta antes mencionadas, tarea en la que las instituciones educativas juegan un rol importante. Por ello, es preciso que los docentes comprendan el funcionamiento y objetivo de las diferentes plataformas digitales que tienen mayor popularidad entre sus alumnos, así como el tipo de situaciones a las que ellos se pueden enfrentar durante su uso.

Como adultos, hemos demostrado que podemos hacer un uso positivo de las plataformas virtuales como lo describimos al inicio de este texto; sin embargo, una conducta comúnmente identificada es el cambio de actitud de quienes, escudados detrás de una pantalla, se sienten con derecho a denostar, agredir, humillar o difamar a otros, aun cuando ello no forme parte de su relacionamiento físico cotidiano.

Al respecto, desde mi punto de vista, uno de los principios más importantes que ha de enseñarse a niños y jóvenes es el de asumir la responsabilidad de nuestros actos y que esa responsabilidad no cambia por tratarse de actos que ocurren en el mundo virtual, es decir, la ciudadanía digital se refiere a usar la tecnología responsablemente al interactuar con los demás, respetándose a sí mismos y respetando a los demás.


Es preciso que
los docentes
comprendan el
funcionamiento
y objetivo de
las diferentes
plataformas
digitales, así
como el tipo de
situaciones a las
que se pueden
enfrentar sus
alumnos durante
su uso


Algunos datos que me parecen relevantes para abordar el contexto de la civilidad digital los proporciona Microsoft en su informe sobre el llamado índice de civilidad digital:[2]

Por primera vez desde que se realiza en 2016 el Índice de Civilidad Digital (ICD), que mide el tono de las interacciones en línea, alcanzó 70 por ciento, nivel que representa una lectura muy alta de incivilidad percibida, así como la generación de otras tendencias negativas.

El ICD está basado en una encuesta (de mayo de 2019) que mide las actitudes y percepciones de los adolescentes (13-17 años) y adultos (18-74 años) en 25 países, sobre el estado actual de la civilidad digital; con cuestionamientos como: “¿qué riesgos en línea han experimentado usted y su círculo cercano?; ¿cuándo y con qué frecuencia han ocurrido? y ¿qué consecuencias y acciones se tomaron?”, además de cuantificar la exposición de los encuestados a 21 riesgos en línea en áreas como la conductual, reputacional, sexual y personal/intrusivo.

La encuesta analizó 21 riesgos, siendo los cinco principales:


1. Contacto no deseado.

2. Engaños/fraude/estafas.

3. Sexting no deseado.

4. Ser tratado de manera mezquina.

5. Trolling…


En el informe de Microsoft destacan los siguientes hallazgos:

  • 77 por ciento de los encuestados en México experimentó algún riesgo más de una vez.

  • La generación millennial (de 18 a 34 años) tuvo los niveles más altos de exposición al riesgo.

  • Los riesgos en línea pueden causar dolor debilitante y pensamientos suicidas.

  • La apariencia física, la política y la orientación sexual (en ese orden) son los principales impulsores de la incivilidad digital.

  • Dos tercios de los encuestados declararon que son las redes sociales el lugar más frecuente para la incivilidad.

  • México obtuvo un nivel de incivilidad de 75 por ciento.


c Conclusiones

Si las instituciones educativas, que tienen como misión la formación integral de sus alumnos, fomentan valores como el respeto, la solidaridad, la tolerancia, la empatía y la colaboración, entre otros, una parte sustantiva del civismo digital ya no sería un tema que fuera preciso abordar con niños y jóvenes desde la educación primaria hasta la educación superior, pues los mismos valores que deben moldear la interacción humana en el mundo físico han de regir en el mundo virtual, aunque con sus particularidades.

Cuando ha quedado clara la importancia de estos conceptos, lo siguiente es entender qué temas deben tratarse como parte de civismo digital, por supuesto adaptando los contenidos, el lenguaje y los ejemplos de modo que resulten acordes a la edad de los alumnos. Algunos de los temas que deben integrarse como parte de civismo digital, y a los que habremos de referirnos en próximas colaboraciones, son:


1. Alfabetización digital

2. Higiene digital

3. Datos personales

4. Privacidad

5. Leyes digitales

6. Derechos y responsabilidades digitales

7. Derechos de autor

Notas

* Especialista en ciberseguridad. Socia directora de Capa 8 y cofundadora de Familias y Escuelas Ciberseguras.
  1. Mensaje o contenido que se difunde de forma multitudinaria a través de las redes sociales.
  2. Para mayor información, véase: www.consumotic.mx/tecnologia/muestran-usuarios-alta-incivilidad-en-redes/ Ir al sitio
c Créditos fotográficos

- Imagen inicial: Shutterstock

- Foto 2: www.drelm.gob.pe

- Foto 3: Fuente: Microsoft, “Civility, safety and interaction online: Mexico”, febrero de 2021. https://www.microsoft.com/en-us/online-safety/digital-civility?activetab=dci_reports:primaryr3

CORREO del MAESTRO • núm. 306 • Noviembre 2021